El culpable
Columna: Pase corto
Por Roberto Acevedo Acosta
Se acabó la novela de Novak Djokovic, en el Grand Slam de Australia, cuando éste fin de semana una Corte Federal de ese país decidió respaldar la petición del gobierno australiano, deportando al tenista número uno del mundo por no cumplir con los protocolos de vacunación para evitar la propagación del virus del COVID.
Muchos dirán que el culpable es el tenista serbio por su postura antivacunas, otros dirán que el culpable es el Gobierno de Australia que le permitió, en una primera instancia, la entrada al país por medio de una exención médica otorgada por la Federación Australiana de Tenis.
Pero el verdadero culpable es el Comité Organizador del Abierto de Tenis de Australia, uno de los 4 torneos más importantes en el circuito de tenistas profesionales a nivel mundial, mejor conocidos como Grand Slam.
Desde un principio al saber la postura del serbio de no vacunarse, el comité no debió invitarlo porque contravenía los protocolos establecidos por el gobierno de Australia.
Pero la participación de Djokovic representaba el principal atractivo del torneo al haberlo ganado 9 veces -actualmente es el campeón- y sobretodo por la posibilidad que existía de ser la sede para romper el récord de títulos de Grand Slam ( 20 campeonatos) que comparte Novak junto al español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer.
Esta novela se dio por la ambición del comité organizador que quiso jugarle al vivo, pero finalmente “le salió el tiro por la culata”.