“Durante la pandemia, en el sector salud no jalamos todos parejo”
Ya perdí la cuenta de las veces que hablé por teléfono con Paul Cerda García durante lo más difícil de la pandemia. Este médico intensivista JAMÁS me negó una llamada y siempre estuvo al pie del cañón para informarnos sobre el covid-19, siempre desde la trinchera y trabajando con todo. Hoy, cuando la OMS decreta el “FIN DE LA PANDEMIA”, nadie mejor que él para hacer un balance sobre este momento
Lo primero que me dice cuando atiende mi llamado telefónico es: “Hoy me siento como el 2 septiembre de 1945, cuando se declaró el fin de la 2da Guerra Mundial”. El que habla del otro lado de la línea es un hombre que estuvo en una trinchera librando una grandísima batalla y puede contarlo, está VIVO. Se llama Paul Cerda García, es yucateco, médico intensivista y atendió muchísimas de mis llamadas durante la peor parte del covid-19 para darnos a todos nosotros información clara, precisa, útil, real y de primera mano sobre cómo vivíamos la pandemia desde un covidario del IMSS y de una clínica privada, aquí en Yucatán.
Y como hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el fin de la emergencia internacional por el covid-19, nadie mejor que Paul para platicar y reflexionar con nosotros. En el mundo se han contabilizado oficialmente 765 millones de diagnósticos y 6,9 millones de muertes, cifras que se quedan muy cortas, según todas las estimaciones. Este médico intensivista vivió lo peor de la pandemia desde ese espacio que llamamos “covidario”, donde pasaban los casos más difíciles y con riesgo de muerte. Y muchas y muchos murieron y a muchas y muchos salvaron también…
Aquí les va una entrevista con Paul, siempre directo y con el corazón en la mano para responder a nuestras preguntas. Lamentablemente él no se siente reconocido por el sistema de salud, sin embargo desde Sumario Yucatán nos ponemos de pie y lo aplaudimos con mucha fuerza a él y a todas y todos los que pusieron el cuerpo y alma para salvar vidas. Sabemos quiénes son y les estaremos eternamente agradecidos.
Si tuvieras que definir a la pandemia del covid-19 en tu vida personal y profesional con pocas palabras ¿Cómo la calificarías?
La calificaría como “enseñanza” porque nos hizo crecer como personas y nos hizo reflexionar mucho.
Cuando empezó ¿Te imaginabas que sería lo que fue?
No, nunca lo imaginé así. La pandemia del covid-19 nos dejó la enseñanza de que ningún sistema de salud mundial, por competente y rico que sea, nunca fue suficiente para solventar y garantizar la salud de su gente.
¿Qué situación te hizo un click en la cabeza de tu trabajo diario para mostrarte que todo estaba complicado?
Todo lo que viví con el dolor y la desgracia humana, porque nos vino a demostrar la demanda excesiva en salud que tenemos ante recursos insuficientes.
A tres años de la pandemia ¿Cómo te parece que fue tu labor y la del equipo de salud en general?
Siento que no jalamos todos parejo. Los que nos fletamos toda la pandemia fuimos los intensivistas, los internistas, los urgenciólogos, enfermeras y enfermeros, paramédicos y camilleros. Nosotros nos expusimos más y fuimos, en definitiva, los “héroes desconocidos” porque nunca nos hicieron un reconocimiento personal desde el sector salud. Y así como nosotros trabajamos siempre desde la trinchera, hubo médicos que se escudaron en sus enfermedades, se resguardaron del covid y no trabajaron. Ellos siguieron cobrando sus sueldos y no arriesgaron nada, cuando nosotros arriesgamos todo. Yo llegué a hacer 18 traqueotomías con ayudantes como enfermeras, camilleros, personal de intendencia o paramédicos. No fue parejo el reparto de responsabilidades y faltó mucha empatía en el sector salud. Nosotros demostramos que sacamos el trabajo con el número de recursos humanos que teníamos, mientras otros cobraban sus sueldos completos sin trabajar.
¿Qué perdimos? ¿Qué ganamos?
Lo digo así, sin medias tintas: la pandemia del covid-19 dejó más pobres que muertos. Hubo negocios que cerraron, gente que perdió su patrimonio, los servicios médicos se encarecieron y todo tuvo que ver con la economía, que nos afectó a todo. Ganamos enseñanza que nos demostró la vulnerabilidad del ser humano ante una enfermedad desconocida y nos enseñó a ser más humildes y empáticos.
¿Qué les dirías a las autoridades de salud de Yucatán y de México?
Que se acerquen más al personal de salud y que ojalá nos hubieran reconocido por el trabajo realizado de forma directa y personal. Le han dado reconocimientos a infectólogos, por ejemplo, que ni entraban al covidario como nosotros. Ellos no estuvieron en la trinchera, ellos eran generales y eso molesta.
¿Cómo sigue esto?
Como siempre digo: el covid llegó para quedarse, ya es una enfermedad endémica y habrá algún que otro caso porque ya es parte de nosotros, aunque ya no implica una crisis sanitaria. Lo importante es estar vacunado porque la vacuna fue un parteaguas, fue el invento más grande de la medicina, por arriba de cualquier medicamento y de cualquier intervención quirúrgica.
Danos un mensaje
Hay que seguir cuidándose porque el virus no desaparecerá. Hay que continuar con el lavado de manos y tratar de usar cubrebocas en hospitales, aviones y en transportes públicos porque ayuda a prevenir no sólo el covid-19, sino cualquier enfermedad. Cuídense y eviten siempre el riesgo de contagio.- Cecilia García Olivieri.