De vínculos, matches, fueguitos y soledad
Columna de Sábado Sudaca
Por @LaFlacaDelAmor
Me separé hace poquito más de un año y medio.
Más de la mitad de mi vida estuve en pareja. Tuve dos, en realidad y relaciones muy largas. Disfruto estar en pareja, compartir, tener un compa y todas esas cosas. Creo que me sale bien.
Sin embargo, desde hace un tiempo mi vida cambió. Para bien, porque corté una relación de muchos años que no me sumaba, pero también me siento rara de enfrentarme ahora a un mundo donde no entiendo mucho cómo es esto de tener una relación de nuevo. No sé si les pasa…
Bah, sé que les pasa.
En boca de todas y todos se cae como catarata del Niágara dos palabras que son “trend topic”: “RESPONSABILIDAD AFECTIVA”. Esto quiere decir que, si quieres estar con alguien, tienes que ser plenamente sincera/o con tus sentimientos, hablar de frente y decir lo que sientes, cómo lo sientes, qué esperas y que no del otra/o. La otra parte tiene que hacer lo mismo, obviamente. Y si se ponen de acuerdo, la cosa avanza en un “vínculo sano” (sin estereotipos de “pareja”, “novios”, “amantes”, ni nada de eso). Suena interesante y muy saludable, pero…
- Muchas veces del otro lado hay silencio absoluto y ausencias.
- Muchas veces del otro lado hay, en lugar de sinceridad, sincericidio total.
- Muchas veces si eres mujer y dices lo que piensas, qué te gusta y no te gusta, te miran raro. Esto está un poco pasado de moda, pipol…. Y es muy patético.
- Muchas veces del otro lado hay desapariciones sorpresivas, sin explicaciones.
…Y así, claramente, la responsabilidad afectiva se va al carajo. Gente que cree manejar “de taquito” este término que es tendencia está, en realidad, parada en pleno medioveo y muy pendiente de los mandatos sociales. Y no importa cuántos años tengan…
Otro tema que creo que estropea todo, es esta nueva tendencia de satanizar el amor romántico. Sí, claro, si te vas a quedar ciega/o por alguien pensando que caminas en nubes de algodón con un cupido que te tira flechas todo el tiempo, no vas a llegar muy lejos. Hay que tener los pies en la tierra, amor y vida propia antes que nada.
Pero más allá de que el “amor romántico” puede no ser sano, enamorarse está a “toda madre, padre, hija, nieto y sobrina”. No me parece justo satanizarlo si es un estado que no tiene porqué transitar por el dolor ¡Al contrario! Amar no duele y si duele, no va por ahí, claramente.
También veo que hay mucha gente que dice estar feliz de la vida sola o solo. Probablemente tienen encuentros circunstanciales con gente que le gusta, pero afirman sentirse mucho mejor sin pareja que con pareja. Respeto este punto de vista y les pido -para bien de todas y de todos-, que lo digan, que se pongan un cartelito en la frente, que aclaren que prefieren seguir así como están… Así no joden a nadie. Por ahí pasa la responsabilidad afectiva. Ámense a ustedes mismas/os todo lo que quieran, pero no jodan al resto.
Y en pleno siglo XXI, queremos conectar y no podemos. No sabemos bien cómo, por dónde ir, cómo llegarle al otra/o, cómo abrirnos para que nos lleguen a nosotras/os… Estamos llenos de palabras, contactos, matches, corazoncitos y fueguitos, aplicaciones y… No nos alcanza.
Es cierto, estar bien con una misma/o es el primer paso de todo y hacia todo. Y aunque hacer un autoexamen de cómo nos sentimos muchas veces es lo más complicado del mundo, otra no queda. Y no es joda que una “salud mental” próspera, lleva a vínculos sanos con los demás, no sólo de pareja o para tener únicamente sexo, también para vincularnos con nuestra familia, hijos, amigos, etc.
“Abrite los amores que vamos a intentar”, dice el tango “Balada para un loco”. Pero “abrite” o ábrete primero contigo misma/o, para quedarte ahí o llegarle a otras, otros y otres. Por ahí se empieza.
Bah, creo.