Radiantes, felices, eléctricas, llenas de movimiento y de vida. Así encontré a Paola, Marlene, Yarely, Maricela y a Elizabeth, cinco adolescentes que integran el grupo de K-Pop “Crazy Girls” y que nos dejaron vibrando con su muestra de baile.

Las chicas cursan la secundaria en la escuela pública Jacinto Pat de Yaxcabá y llegaron a Mérida para participar en el “Encuentro Familia y Juventudes Yucatán”, que organiza el Gobierno del Estado hasta hoy, en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI (de 10 am a 8 pm).

Uno de los errores más grandes que cometemos los adultos es “cancelar” a los adolescentes y minimizar lo que sienten porque, en el fondo, nosotros no lo entendemos. Hoy estas genias me compartieron que este subgénero del pop que nació en Corea del Sur –fusión de pop con electrónica, con letras que hablan de temas que les interesan a los chicos y con coreografías que les encantan también- llegó a sus vidas para quedarse… Por ahora.

“Conocimos el K-Pop por lo viral que se volvió. Cada k-poper busca su grupo específico y sin duda te encariñas con este mundo”, me cuentan.

¿Por qué encariñarse? Les pregunto y las chicas me comparten que cada integrante tiene una personalidad que las hace sentir bien: “Si estás triste, con su música te pones contenta y escuchar K-Pop se vuelve tu lugar seguro porque te hacen sentir parte de una familia”, cuentan.

También relatan que cada vez que sale una canción, inmediatamente pueden acceder a la traducción del coreano al inglés o al español ¿Y a qué le canta el K-Pop?, les pregunto. Y me detallan: “a la libertad, a la inclusión y a la diversidad, al amor propio, a la aceptación y al amor de corazones rotos”.

Gracias, queridas, por bailar, divertirse y compartirnos lo que sienten.- CGO.