Cuando espacio, comida y bebida maridan perfectamente
Entrar en “Casa Yucatán” ya cautiva los sentidos.
Con una antigüedad de casi dos siglos, esta propiedad divinamente reciclada no sólo relata en sus paredes, rincones, espacios y decoración la cultura yucateca, sino que también te invita a bajar mil cambios. Todo el ruido de la calle 60 (por 49 y 51 del Centro Histórico) se esfuma al traspasar el umbral de Casa Yucatán y llega una bocanada de aire puro, fresco y verde. Entonces te preguntas ¿Qué hay para comer? Y si te quedaba alguno de los cinco sentidos sin cautivar, te cuento que ya cayó en la trampa…
Casa Yucatán no es sólo un restaurante, es un espacio de comida yucateca con un toque contemporáneo, que dice “no ser pretenciosa pero sí muy elaborada”, todo preparado con productos locales, bien nuestros.
Este emprendimiento gastronómico lo lidera el chef yucateco Ernesto Cab Vera, quien pasó la última década cocinando delicias yucatecas y mexicanas en Emiratos Árabes Unidos y en octubre pasado regresó para emprender en su natal Yucatán.
Ofrecen 45 platillos y los destacados son el relleno negro decorado con oro comestible y el lechón o cochinita en recado negro: todo pibil, enterrado en el patio de la casa.
El postre por excelencia es la marquesita rellena con mouse de queso Edam, frutos rojos y decorada también con oro. Las bebidas son, en su mayoría, artesanales y hasta cerveza de la casa tienen.
Te cuento que inauguran el 14 de julio próximo al mediodía y ofrecen almuerzos y cenas.- CGO.