Crímenes, víctimas, culpables y la sombra del cristal que vuela bajito sobre Tekit
Dos muertes: un machetazo que cortó una vida y un linchamiento que acabó con la otra. Dos crímenes, dos víctimas, un culpable y otros muchos, todo en cuestión de pocas horas. Esto no ocurrió en una gran urbe, ni en la zona más peligrosa de Michoacán, Sinaloa o Estado de México: ocurrió en Tekit, la Capital de la Guayabera, un municipio lleno de gente trabajadora y emprendedora a casi una hora de Mérida, Yucatán. Un municipio que también, según quienes allí viven, tiene desde hace una década problemas con consumo de cristal y muchos especulan que estos crímenes tuvieron que ver con eso. Allí estuve para contarte esta historia. Pasen y lean:
Ismael, alias “el Güero” tenía 21 años, visitaba el Hospital Psiquiátrico desde los ocho años, tenía un diagnóstico de esquizofrenia y, además, consumía cristal. Se lo vio ayer en vídeos que circulan en redes sociales caminando por las calles de Tekit con un machete en la mano rumbo a la casa de María, una vecina de 69 años, mujer de familia y emprendedora, vendedora de tamales. Allí también se lo ve al Güero, en otro vídeo, saliendo del predio de María prácticamente corriendo, también con el machete en la mano y dos hombres jóvenes van tras él… Pero no lo alcanzan.
Ismael, alias “el Güero” presuntamente asesinó de un machetazo a María y huyó al monte. Luego regresó a su casa de color púrpura, pegadita al cementerio de Tekit y allí, finalmente, se entregó a la Policía cuando vinieron a buscarlo por la muerte de María. Su mamá Leticia se despidió de él y lo que quizás no se imaginó es que una comunidad enardecida lo golpearía y lo prendería fuego… Hasta matarlo.
LA HISTORIA DE ISMAEL
“Ellos son drogadictos y dan cristal a mi hijo”, dice quebrada Leticia, mamá del difunto Ismael. Leticia asegura que su hijo le compraba cristal a los hijos y nietos de la fallecida María y que Ismael tuvo problemas con ellos sobre ese tema. “Mi hijo me dijo: ‘A mi me deben dinero, les pagué y no me quieren dar el cristal’, me contó él”, dice Leticia y agrega: “Todos ellos son drogadictos y vinieron a decir que iban a matar a mi hijo, esos hombres puro drogar hacen”.
Sin embargo, asegura que su hijo le dijo que él no había matado a nadie y ella le cree. “Yo no puedo decir que mi hijo mató a la señora, no está grabado que mi hijo lo haga así con su mano”, dice, apuñalando al aire.
Luego de huir al monte, Ismael se refugió en su casa, probablemente en su cuarto: un lugar a media obra, donde los muros están decorados con dibujos que Ismael hizo: un Homero Simpson y otros más. En el suelo hay basura y colillas de cigarro y a un costado de su hamaca hay una figura de la Santa Muerte. Ismael se entregó a la Policía Estatal cuando vinieron a detenerlo por el asesinato de María.
“Mi hijo me dijo: ‘Mami, yo me voy a entregar’ y yo le dije: ‘Que Dios te bendiga entonces, hijo’. Y se lo llevaron y me lo mataron”, llora Leticia y relata que la gente que estaban amontonada en su casa, bajó de la camioneta de la Policía a su hijo y se lo llevaron para matarlo. “Yo no salí a ver porque me dijeron que me iban a matar también”, explica, llorando. “Quedó tan chiquito mi hijo, lo quemaron y él estaba pidiendo ayuda y nadie lo ayudó”, agrega, desconsolada.
Leticia asegura que ni el presidente municipal (José Antonio Sosa Hernández), ni las autoridades policiales ni de la Fiscalía, se comunicaron con ella. Ahora ve cómo viajará a Mérida para recuperar el cuerpo de Ismael. “Yo entregué a mi hijo para que se haga justicia y me lo mataron”, termina, llorando desesperada.
LA HISTORIA DE MARÍA
A pocas cuadras, María es velada en su propia casa y ya desde la entrada se ve el ataúd abierto, muy cerca de la puerta de entrada. Hay varias personas de todas las edades en la terraza de la casa, pero nadie quiere hablar y el silencio se corta con navaja. Un hombre joven se acerca a un colega periodista y le pide que no grabe.
Sólo una vecina que no quiso salir en vídeo nos comentó: “María sufría de diabetes y de su presión y además no tenía fuerza en una pierna. Por eso cuando ese hombre la atacó, ella no pudo defenderse. Y todos vimos en el Facebook cómo el hombre entró con el machete y vino a agredirla y ella no se pudo defender. Su familia estaba comiendo en la parte de atrás de la casa y no pudieron hacer nada, todo fue muy rápido”, relata la vecina.
LOS VECINOS
En la Plaza Principal, encontramos a un grupo de vecinos –todos hombres y la mayoría de la tercera edad- y les preguntamos sobre los recientes hechos. La mayoría no quisieron hablar, excepto un grupo de tres y sobre todo uno, con una camisa que lleva bordada la cara del Che Guevara.
Nos comparte sobre el linchamiento de Ismael: “Cuando la gente entra en la ira, hace cosas que no debería hacer y acá rebasaron a la autoridad. La ira es un estado de locura, matan a la gente y no hay culpables”, explica.
Y a su lado, otro hombre agrega: “Y este muchacho ya ha atacado a otros y hasta mató a alguien en Kanasín”. El de la camisa del Che asiente y agrega: “Cuando una persona es asesino sale y si no puede estar preso, debería estar en un instituto neuropsiquiátrico si es que no lo pueden juzgar”. Coinciden los dos en que este es un caso para estudiar para encontrar a los culpables. “Es un caso medio difícil”, remarcan.
Un vecino de playera roja y gorra agrega desde otro banco: “hay mucho cristal que anda por acá”, y los otros dos coinciden, pero no ahondan más en el tema.
Otra vecina de Tekit que contacté por teléfono y que me pidió que no de su nombre, me compartió que Ismael era conocido en la comunidad por tener problemas mentales (“Dicen que mató a alguien en Kanasín”, me cuenta) y era también drogadicto. Sobre María me contó que todos la conocían, que era una buena mujer que hacía tamales para vender. “Desde un grupo de Facebook de “Ventas Tekit” convocaban para reunirse por el asesinato de la señora. Todos tomaron imágenes del linchamiento y los compartían por grupos de Whats”, agrega.
Hasta ahora no han habido otros tipo de comunicado sobre el caso desde las autoridades de la Fiscalía General del Estado y el gobernador Joaquín Díaz Mena acaba de compartir este vídeo que agrego aquí. Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos del Estado emitió un comunicado donde insta a las autoridades a fortalecer la prevención del delicto, así como la procuración y administración de justicia y hace un llamado a la reflexión sobre “las causas profundas de la violencia en nuestra sociedad”. Seguimos al pendiente.-Cecilia García Olivieri.