Consejos para combatir el coronavirus en espacios interiores
La pandemia por el covid-19 sigue con nosotros y la temporada otoño-invierno puede provocar un rebrote del virus. En esta nota, científicos estadoundienses te dan consejos para evitar el Sars-Cov-2 puertas adentro: abre las ventanas, compra un filtro de aire y olvida las luces ultravioleta
El virus Sars-Cov-2 representa una mayor amenaza en los espacios cerrados y abarrotados que en los exteriores. En ambientes interiores con poca ventilación -como la mayoría de los restaurantes y bares- el virus puede permanecer suspendido en el aire durante periodos extensos y viajar distancias de más de dos metros, señala Linsey Marr, científica estadounidense que estudia el comportamiento del virus.
Este verano, los científicos del país vecino aislaron virus vivos de pequeñas gotas llamadas aerosoles que flotaban en el aire hasta a cinco metros de distancia de un paciente contagiado en un hospital.
A menos que vivas con una persona contagiada, protegerte en casa no requiere de medidas especialmente extraordinarias, comentó Marr. Sin embargo, cuando te aventures y salgas a otro lugar, llevar un protector facial y lavarte las manos siguen siendo las mejores maneras de protegerte en espacios cerrados.
No obstante, el temor al riesgo de contagio en interiores ha impulsado el mercado de costosos dispositivos que prometen limpiar las superficies (e incluso el aire) del virus, pero los expertos advirtieron que la mayoría de esos productos son una exageración e incluso pueden tener consecuencias dañinas involuntarias.
Les preguntamos a los expertos qué estrategias deberían adoptar las personas y cuáles deberían evitar cuando el clima se vuelva más frío.
No solo se trata de la ventilación
“La conversación sobre la reducción de riesgos va más allá de la ventilación”, comentó Joseph Allen, experto en seguridad de edificios de la Facultad de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard. “Es una estrategia de defensa por capas en la que ninguna acción en sí misma es suficiente pero, en conjunto, pueden reducir el riesgo”.
Allen propuso estas medidas para la gestión de edificios más grandes:
- Eliminar la exposición siempre que sea posible: por ejemplo, exhortando al personal para que trabaje desde casa.
- Restringir la entrada de personas: solo ingresarán quienes necesitan estar físicamente en el edificio.
- Adoptar estrategias como añadir filtros de aire y desinfectar las superficies.
- Gestionar el flujo de personas que transitan por el edificio: por ejemplo, la cantidad de personas que entran a los ascensores en cada ocasión.
- Exigir el uso de cubrebocas y otros equipos de protección personal, según lo exijan las circunstancias en el interior.
Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) han creado una aplicación para determinar cuántas personas pueden congregarse con seguridad en un espacio determinado y durante cuánto tiempo.
Independientemente de estas precauciones, la estrategia ideal consiste en usar un cubrebocas en el interior, afirmó Martin Bazant, ingeniero químico del MIT, y agregó: “Eso tiene un efecto mucho más relevante de lo que cualquiera de esas estrategias proporcionaría”.
Hay soluciones sencillas que podemos probar ahora
Esta es una solución fácil y gratuita: de ser posible, abra las ventanas, “en especial durante la temporada de entretiempo, cuando las condiciones climáticas son más templadas”, dijo Allen (En Yucatán no tendríamos ese problema y podríamos dejar las ventanas abiertas siempre).
El consejo también es útil para los viajes en auto. Abrir un poco una ventana puede ayudar a dispersar el coronavirus que podrían exhalar otros pasajeros.
Los ventiladores oscilantes pueden ser útiles o dañinos en espacios cerrados, dependiendo de cómo se utilicen. Lo ideal es que no se coloquen en ningún lugar donde puedan empujar las exhalaciones cargadas de virus de una persona contagiada por toda una habitación o en el rostro de otra persona.
Un ventilador no oscilante colocado en una ventana y alejado de las personas puede aumentar el flujo de aire en una habitación sin estos riesgos.
Si se encuentra en un edificio con un ventilador mecánico, ajustar la configuración de la compuerta puede aumentar la cantidad de aire fresco que circula. Si el aire está contaminado o si no hay ventanas para abrir, los filtros de aire, incluso los portátiles, pueden ser la respuesta. Pueden remover el coronavirus del aire.
Según sus años de experiencia investigando brotes de enfermedades en edificios escolares y de oficinas, “nunca existió un edificio que no pudiéramos convertir en un edificio saludable”, dijo Allen. “Siempre puedes hacer algo”.
A menudo, los filtros básicos de aire son la mejor opción
Filtros de aire HEPA, MERV, HVAC: las conversaciones sobre sistemas de aire pueden convertirse en una sopa de letras de acrónimos. Relájate y respira hondo porque incluso los dispositivos más austeros pueden ayudar a reducir la carga microbiana del aire.
Para un salón de clases o una oficina, un purificador de aire portátil adecuado para el tamaño de la habitación “es una gran estrategia de bajo costo y sin instalación, que puede darte intercambios de aire limpio por hora”, señaló Allen. Se trata de dispositivos compactos que se pueden conectar en cualquier tomacorriente,
De manera errónea, algunas personas piensan que el filtro de aire promedio, portátil o parte de un sistema más grande, no es rival para el virus microscópico. Pero “el virus no está desnudo en el aire”, dijo Marr. “Sale en gotitas respiratorias”.
Incluso si toda el agua de una gota se evapora, las sales y proteínas que viajan con el virus mantienen el tamaño de la gota en medio micrón o más. Eso es lo suficientemente grande como para que lo atrape un filtro de aire.
“No tenemos que preocuparnos por filtrar algo tan pequeño como un virus”, afirma Marr. La mejor manera de limpiar el aire de una habitación es remplazarlo con aire del exterior o hacer que pase por un filtro de aire.
OJO ON LA LUZ ULTRAVIOLETA
Los expertos se mostraron muy preocupados por las luces ultravioleta (UV), que se utilizan en muchos hospitales para desinfectar instrumentos, equipos e incluso habitaciones enteras, pero ahora las luces UV se venden a empresas, escuelas e incluso edificios residenciales como desinfectantes de interiores.
A diferencia de los filtros de aire portátiles que son baratos y pueden conectarse de manera sencilla a un tomacorriente, para que las luces UV puedan desinfectar necesitan ser diseñadas con cuidado por personas capacitadas. Si se instalan de manera incorrecta, pueden ocasionar quemaduras en la piel y daños a la vista, comentó Saskia Popescu, epidemióloga del hospital de la Universidad de Arizona en Tucson.
Esas luces están reguladas en su mayoría para usarse como pesticidas y no se han estudiado a cabalidad para su uso con personas alrededor, añadió. “Me pongo muy nerviosa cuando veo que la gente fomenta el uso de la desinfección con UV”.
La luz ultravioleta por lo general no penetra profundamente en una superficie y no destruirá el virus que está enterrado bajo otros detritus microscópicos.
(FUENTE: The New York Times)