¿Cómo cambiará la vida de los vacunados contra el covid-19?
Todavía la ciencia tiene muchas incógnitas que dan vueltas alrededor del nuevo coronavirus, sobre todo en la transmisión y duración de la inmunidad contra el Sars-Cov-2. Sin embargo un grupo de científicos publicó un estudio que arroja un poco más de luz sobre el futuro inmediato de las personas ya vacunadas. Entérate:
Pasado un año desde el inicio de la pandemia del SARS-CoV-2 y en un contexto de campañas de vacunación que deben hacer frente a retrasos e imprevistos, la mayoría de la población se ha resignado a vivir con el virus los próximos meses. Para los ya vacunados, no obstante, la inmunización puede significar un poco más de libertad. Si bien el uso de cubrebocas y el distanciamiento social seguirán siendo parte de nuestro día a día -al menos hasta que la vacuna llegue a una mayoría suficiente de la población- las autoridades sanitarias buscan formas de encontrar un equilibrio que permita a las personas vacunadas reanudar algunas actividades de menor riesgo.
“Adoptar medidas para flexibilizar ciertas restricciones en las personas vacunadas puede ayudar a mejorar la aceptación y adhesión a la vacuna”, explican los Centros para el Control y la Prevención de la Enfermedad (CDC) de Estados Unidos en las nuevas recomendaciones interinas que ha publicado. El documento ofrece algunas claves sobre el futuro inmediato de los vacunados y los primeros pasos hacia un escenario de menores limitaciones.
Eso sí, la prudencia sigue estando al orden del día; quedan muchas incógnitas sin resolver alrededor de la pandemia, que reposan fundamentalmente sobre dos cuestiones: la influencia de la vacunación en la transmisión y la duración de la inmunidad.
¿UNA PERSONA VACUNADA PUEDE TRANSMITIR EL VIRUS?
Las vacunas no fueron concebidas para bloquear la transmisión sino para impedir la progresión de la enfermedad y salvar vidas. Aun así, los primeros estudios sugieren que es mucho menos probable que las personas totalmente vacunadas contagien el SARS-CoV-2. “Aún no tenemos datos definitivos sobre la transmisión, pero sí disponemos de algunos resultados que apuntan al descenso en la carga viral de los vacunados y, cuanto más baja es, menos probable será que puedan contagiar a otros”, explicaba esta semana el doctor Gregory Poland, experto en enfermedades infecciosas y jefe del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo durante una rueda de prensa virtual sobre las nuevas recomendaciones. “En aquellos lugares en los que sí hay datos, estos sugieren una reducción en la infección de asintomáticos de un 60% o 70%. Pero faltan estudios directos”.
POR QUÉ ENTONCES ESTABLECER RECOMENDACIONES DIFERENTES PARA LOS VACUNADOS?
La agencia norteamericana explica que, si bien algunas medidas de precaución seguirán siendo necesarias independientemente del estado de vacunación, los inmunizados pueden retomar algunas actividades “con un riesgo reducido” de transmitir o contraer covid-19. “Las recomendaciones buscan ofrecer a las personas ya vacunadas la sensación de un regreso a la normalidad”, explica Poland, que forma parte de los científicos que asesoran al CDC. “Pero ese proceso no es como un interruptor que se enciende y se apaga, más bien como un regulador de intensidad”. Por otro lado, el epidemiólogo subraya que, más allá de las recomendaciones, cualquier decisión “debe tener en cuenta los datos de transmisión nacionales y locales”, además de factores, como el número de personas vacunadas, y matiza que el documento sólo se refiere a individuos “totalmente vacunados”, es decir, aquellos que han recibido las dos dosis de Pfizer, Astrazeneca o Moderna o la dosis única de la vacuna Johnson&Johnson hace 14 o más días.
¿EN QUÉ CONDICIONES PUEDEN LOS VACUNADOS RELAJAR LOS “GESTOS BARRERA”?
Los factores más importantes son la ausencia de personas de riesgo en el mismo espacio y que se trate de grupos reducidos. “Las personas completamente vacunadas pueden visitar a otras personas completamente vacunadas en espacios cerrados y sin necesidad de usar cubrebocas ni mantener el distanciamiento”, dicen las nuevas pautas. “También reunirse en espacios interiores con personas no vacunadas que vivan en un mismo hogar y corran riesgo bajo de enfermar gravemente a causa del covid-19”. Los vacunados tampoco deberían someterse a cuarentena en caso de exposición o por ser caso de contacto, salvo si presentan síntomas. “Existe un riesgo de que un vacunado pueda contagiar siendo asintomático, pero los datos señalan que ese riesgo es bajo y que se compensa por los beneficios potenciales en materia de salud mental, reducción del aislamiento de gran parte de la población y por el avance hacia la normalidad”, explica Gregory Poland.
¿LA VACUNA SIGNIFICARÁ EL FIN DEL CUBREBOCAS?
Ante las muchas preguntas que quedan por responder alrededor del virus, el cubrebocas sigue siendo necesario, tanto por prudencia como por respeto a los demás; es una pequeña limitación ante las muchas incertidumbres científicas. Así las personas vacunadas deben seguir llevando mascarilla en los espacios públicos y respetar la distancia social, además de evitar multitudes, al menos hasta que los indicadores epidemiológicos nos muestren que la transmisión del virus ha remitido. “Cubrebocas adecuado y bien colocado, no por debajo de la nariz, no en la barbilla y bien ajustada”, subraya el doctor Poland. Las precauciones son especialmente necesarias en un contexto de aparición de variantes más transmisibles y, tal vez, más virulentas. “Cuanto mayor es el número de individuos con el que estamos en contacto, más grande es el riesgo de transmisión tanto por el nivel de carga viral como en relación a las variantes”, resume el infectólogo.
¿PUEDEN REUNIRSE PERSONAS VACUNADAS DE DIFERENTES HOGARES EN ESPACIOS INTERIORES?
Todos los estudios apuntan a que el riesgo de transmisión en interiores es más alto. Por eso, la recomendación general sigue siendo que las actividades se lleven a cabo al aire libre, con distancia de seguridad y mascarilla. No obstante, el CDC reconoce que el riesgo de infección en actividades sociales, como comer en el interior, es más bajo para las personas totalmente vacunadas, siempre que se trate de un espacio privado. En cuanto a la presencia de no vacunados en pequeñas reuniones (exceptuando a los que pertenecen a grupos de riesgo), la agencia explica que “los beneficios de la relajación de algunas medidas, como los requisitos de cuarentena y la reducción del aislamiento social, pueden compensar el riesgo residual de que las personas totalmente vacunadas enfermen o transmitan el virus a otros”. Ahora bien, sopesar el riesgo que supone visitar a un familiar o un amigo no vacunado “es una valoración que cada persona tiene que hacer de forma individual”, señala Poland.
¿LOS VACUNADOS PODRÁN IR A CONCIERTOS O VIAJAR AL EXTRANJERO?
Las recomendaciones respecto a viajes siguen siendo desfavorables; de hecho, los expertos se muestran especialmente preocupados por los grandes desplazamientos que se pueden producir en las próximas vacaciones de primavera (spring break) en EEUU. “Cada vez que hemos tenido un festivo con muchos desplazamientos, ha venido seguido de un gran repunte de casos, seguido de un gran repunte de hospitalizaciones, seguido de un gran repunte de fallecimientos”, resume Poland. Por otro lado, señala que “los países que han gestionado mejor la pandemia son los que han puesto restricciones a los viajeros internacionales, como Australia y Nueva Zelanda, países que han sido capaces de vivir vidas normales porque han prestado atención a la ciencia y han basado sus recomendaciones en ella”. De la misma forma los vacunados deben seguir las políticas generales que restrinjan el tamaño de las reuniones. Esto es, si participan en un evento con público, deben mantener las mismas medidas de prevención que el resto de asistentes.
¿PUEDE INFECTARSE UNA PERSONA VACUNADA?
La reinfección se sitúa en el centro de muchos debates sobre tests y campañas de vacunación. Con poco más de un año de datos, los científicos aún no pueden predecir con seguridad cuánto durará la protección -ya sea natural o inducida por la vacuna- pero cada vez hay más pruebas que sugieren una permanencia de, al menos, un año. “La cuestión de la reinfección gira en torno a dos factores: la duración de la inmunidad y la aparición de las nuevas variantes”, explica Poland; “por lo que sabemos de otros coronavirus la protección de las vacunas es probable que se desvanezca con el tiempo, por eso los fabricantes ya trabajan en vacunas de refuerzo, por ejemplo en 6 o en 12 meses”. Por otro lado, aunque todas las vacunas proporcionan alguna protección ante las variantes conocidas del virus, algunas de las mutaciones parecen reducir la eficacia de la neutralización de los anticuerpos. “Pero no sabemos cómo se traduce eso a nivel clínico, si realmente significa un mayor riesgo de infección o si lo va significar más adelante”, advierte Poland.
¿NECESITAN VACUNARSE LAS PERSONAS QUE YA HAN PASADO COVID-19?
A día de hoy no hay información concluyente sobre la duración y la evolución de la protección natural que resulta de una infección. Además, los inmunólogos señalan que factores como la intensidad o la carga viral del paciente pueden ser importantes. “Pero los primeros datos apuntan que en los casos documentados (con PCR) de personas que han pasado covid y que después han recibido una sola dosis de la vacuna generan unos niveles de anticuerpos muy altos”, apunta Poland. “En este caso la administración de una dosis refuerzo aún no es una recomendación oficial, pero yo creo que acabará yendo en este sentido”.
¿SE PUEDE VACUNAR UN ENFERMO CON COVID DE LARGA DURACIÓN?
“Estamos escuchando en grupos de pacientes con larga duración, que los síntomas que han tenido durante mucho tiempo -más de 100 días- desaparecen al recibir la vacuna”, afirma Poland. “Esto puede ser porque varios de esos síntomas estén inmunológicamente mediados; eso explicaría que la vacuna tenga un efecto terapéutico”. Precisamente, esta misma semana ha aparecido en prepublicación un estudio realizado por médicos del Servicio de Salud Británico con resultados que van en esta línea: se observa un aumento significativo de la resolución de los síntomas. Aunque se trata de resultados esperanzadores, aún debe ser confirmado con ensayos clínicos de mayor amplitud.
¿SE PUEDEN COMBINAR VACUNAS DE DIFERENTES FARMACÉUTICAS?
Poland explica que desde un punto de vista biológico “es muy probable que no haya ningún problema en recibir una vacuna y un refuerzo del mismo tipo pero de diferentes fabricantes”, por ejemplo una vacuna ARN de Pfizer y después un refuerzo de Moderna, aunque reconoce que aún faltan estudios concluyentes sobre intercambiabilidad. “Lo que podría ser más complejo es que un paciente haya recibido una vacuna de Adenovirus y un refuerzo de ARN”, matiza, “yo creo que sí será posible, pero no lo sabemos aún”. Tampoco hay información concluyente sobre las consecuencias de espaciar las dos dosis en las vacunas que requieren de un refuerzo. “Los datos que tenemos parecen sugerir que es una política que salva vidas, porque evita hospitalizaciones”, opina Poland. “El problema es que no tenemos datos clínicos que aseguren que es la decisión correcta a largo plazo y los políticos dudan”.
(FUENTE: Diario El Mundo).