“Cocinar con una mano es como cocinar con las dos”
Desde su casa, atrapamos con “la mano en la masa” a Rossy, dueña de “La Covachería” , un emprendimiento que explota de dulzura y sabores que te hacen vibrar las papilas gustativas. Esta mujer emprendedora es también una persona con discapacidad y nos enseña que no hay límites y que hay que ir por el todo siempre. Conozcan a Rossy, conozcan su historia de vida:
Rossy es directa y contesta sin vueltas. Aprendió de niña que en la vida debe ser pragmática para sobrevivir y de eso hizo una ley. Desde hace más de dos años cocina con su propia mano (una sola) unos postres deliciosos que hacen agua la boca y estas exquisiteces son, además, punto de unión de familias, amigas y amigos y personas con afinidades, como dice ella. “El postre los junta”, asegura sin temor a equivocarse.
Hace 44 años Rossy Cahun May perdió el brazo izquierdo en un accidente. Tenía sólo 12 años y al abrigo de una familia sobreprotectora que en cierta forma normalizaba su discapacidad escondiéndola, y de una sociedad que “construye muros” y se echa para atrás ante una persona con discapacidad, Rossy desde chica decidió que la falta de un brazo no la define, pero sí su actitud de luchadora y siempre de ir para adelante.
Desde su casa, atrapamos con “la mano en la masa” a Rossy, dueña de “La Covachería” , un emprendimiento que explota de dulzura y sabores con pay de limón, de queso además de panes deliciosos y más delicatesen para hacer vibrar las papilas gustativas. Conozcan a Rossy, conozcan su historia de vida:
Defínite en pocas palabras, como si fuera un tweet
Soy una luchadora.
¿Emprender en tu vida es algo innato o adquirido?
Me lo enseñó la vida. Fui criada para ser empleada, pero me di cuenta que mi condición de mujer me haría competir con los hombres y yo no quería eso. Empecé como emprendedora ya de grande aunque, ahora que recuerdo, cuando tenía como 12 años vendía productos de belleza con una vecina. Hice la carrera de contadora y ya de adulta, con dos hijos pequeños, empecé como emprendedora vendiendo oro.
Eres mujer emprendedora con una discapacidad. Platícanos sobre cómo viviste y vives tu discapacidad
En un accidente me amputaron el brazo izquierdo, tenía 12 años. Me tocó vivir una etapa de vida en la que no se hablaba de discapacidad, ni de lo que sientes. En mi familia siempre me trataron con “normalidad” (aclara las comillas). Pero tuve muchas limitantes en libertad de acción porque vivía en cierta forma sobreprotegida. Mi discapacidad tenía que estar oculta, escondida. Igual siempre pugné por ser una persona con una vida normal y así estudié, me recibí, me casé y tuve hijos.
¿Sientes que es doble el reto de emprender para alguien que tiene una discapacidad?
Sí, claro que sí. Porque nos enfrentamos a la poca cultura que hay con respecto a la discapacidad y tenemos que lidiar con la gente que no tiene discapacidad, la que se cree “normal”, que no saben cómo tratarte y se echa un paso atrás y crean una barrera con su ignorancia. A mi no me define mi discapacidad, yo soy Rossy y yo soy la que decide bajar ese muro de ignorancia.
¿Cómo te parece que debemos voltear ese muro?
Yo me defino como calzonuda, soy una mujer con mucha firmeza y yo decido romper ese muro, quitar esa barrera.
¿Cómo arrancaste con La Covachería?
La Covachería inicia cuando un grupo de personas de la Asociación de Personas con Discapacidad “Construyendo Vínculos de Oportunidades” me incitan a que inicie mi propio negocio. Y yo tenía escondida una pasión por los postres y en 2014 había tomado un curso y me certifiqué en Repostería en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. Así que, gracias a ellos, me animé y arranqué La Covachería el 17 de mayo de 2019, después de participar y ganar en un concurso del Centro Municipal de Emprendedores del Ayuntamiento de Mérida. Ellos me capacitaron y hoy día trabajo y preparo todo desde mi casa bajo pedidos.
¿Por qué cosas dulces?
Me gusta lo dulce y tengo muy en claro que el postre es un punto de unión, reúne a familias y personas con afinidades.
¿Cómo es cocinar como una sola mano?
Como cocinar con las dos.
¿Cuánto importa el entorno para una emprendedora con discapacidad?
Muchísimo, en un 90%, porque si no hay apertura por parte del entorno para que te acepte como eres, es un muro que no se puede derribar. Mi red de apoyo ha sido el Centro Municipal de Emprendedores y la asociación Construyendo Vínculos de Oportunidades. Cocino sola y recién en octubre pasado me apoya unas horas un muchacho en repostería. Desde septiembre pasado ya no uso la prótesis, que me ayudaba a sostener cosas, pero no contribuía con el movimiento fino, así que estoy aprendiendo de nuevo y todo lo que cocino lo hago con una mano.
¿Cómo ves a la sociedad y a los gobiernos respecto a la discapacidad?
Hay dos vertientes. Quisiera pensar que los gobiernos hacen lo que pueden o lo que les permiten las mismas personas con discapacidad. Y la otra vertiente es lo que las mismas personas con discapacidad quieren para sus vidas. Esta es una opinión muy personal que tengo al respecto, pero la mayor parte de las personas con discapacidad están acostumbradas a que les den todo en sus casas y no llegan muchas veces a su máximo esfuerzo fuera de sus hogares. Y así, sin la red de apoyo de tu familia, sientes que no eres nadie y no es así. Hay que ir por el todo.
En el Movimiento de Personas con Discapacidad de Yucatán hacen mucho hincapié en la “independencia” de las personas que tienen discapacidad y en la necesidad de que la gente visibilice eso ¿Cómo ves este tema?
Te vuelvo a hablar desde mi punto de vista y mi experiencia. Yo me llevé entre los pies a mi mamá, mi papá, mis hermanos y al mundo entero, prefería el regaño, me iba y hacía yo las cosas. A los 18 años tuve mi primera crisis de identidad, porque me di cuenta que no era igual a las otras muchachas. Entonces luché por ser profesionista y lo logré. Y ahora vuelvo a vivir el desafío de no usar más la prótesis y es otro cambio de vida para mí.
Dale cinco consejos a una mujer emprendedora.
- Ser tenaz
- Cuidar el dinero pero que no sea tu máximo fin, sino más bien buscar hacer siempre lo que te guste.
- Escuchar los consejos que te puedan brindar.
- Capacitarte siempre.
- Hacer solidaridad entre las mujeres, que nos apoyemos unas a otras y digo solidaridad y no sororidad porque me gusta más la palabra. Podemos enseñarnos cosas unas a otras porque hay nicho de mercado para todas.
A Rossy y sus delicias las encuentras en las redes sociales de FB e IG como @lacovacheria. Su teléfono para pedidos es el 999 135 1229.- Cecilia García Olivieri.
(En la imagen principal, Rossy con un pay de cocoa).