“Chichén de Fuego”, una celebración maya para conectar con tu ser
¿Puede un teatro convertirse en un selva maya? Claro que sí y doy fe. Anoche viví la experiencia de la puesta en escena de “Chichén de Fuego”, que arrancó con un jaguar y un venado corriendo entre los espectadores en plena noche maya. La fiesta llena de energía siguió con más danza, música, ofrendas y una conexión con el público imperdible. Todos los artistas son yucatecos, no se pierdan el estreno el domingo en el Teatro Iturralde Traconis en Valladolid:
No sé cómo le hicieron pero, de repente, el Teatro José María Iturralde Traconis de Valladolid se quedó vacío de escenario, butacas, paredes y techo y el espacio se convirtió en una noche en la selva maya, con una luna enorme, ruidos de bichitos nocturnos, sonidos que hacía el viento y zas… Aparecen entre nosotros, los espectadores, un jaguar y un venado moviéndose entre las butacas.
Así de intenso fue el inicio de la puesta en escena de la obra “Chichén de Fuego”, con más de 15 artistas en escena -entre músicos, bailarines y actores- que nos invitan a vivir en carne propia una celebración maya en el medio de la selva para que, como espectadores, conectemos con una energía positiva que viene de la fiesta de siembra, en la que todos los augurios son buenos y esperanzadores ahora, como hace miles de años atrás.
“Chichén de Fuego” es un espectáculo para todas y todos. La obra que se estrena este domingo 20 en el teatro de Valladolid es una realización hecha con mucho cariño por gente que ama y respeta la cultura maya. Maricruz Hernández es artista, coreógrafa, directora y chamana en la obra y con ella tuve chance de platicar hoy para que nos cuente detalles de esta puesta en escena, donde participan músicos especializados en música prehispánica como Moisés Hernández, dedicado con mucho cariño y profesionalismo a este arte desde hace décadas.
Dato importante antes de seguir: Todo lo que van a ver es una recreación para la obra, sin embargo Maricruz me cuenta que investigaron durante mucho tiempo cómo eran las celebraciones mayas y gracias a murales, vasos policromados, códices y sobre todo el famoso mural de Bonampak, encontraron escenas de danzas y ofrendas, personajes con sus caracterizaciones y esto fue fundamental para armar la obra.
En escena, nadie habla… Todo es expresión corporal y canciones en maya, sin embargo te llega porque las palabras sobran. Todo empieza intenso, como les contaba, con el jaguar y el venado moviéndose entre los espectadores hasta que aparece la chamana en escena, la misma Maricruz.
Sigue la danza del adivino, con los músicos regalándonos sonidos de viento y percusión con instrumentos que fueron especialmente recreados de tiempos inmemoriables para esta obra. Hay personajes que bailan envueltos en tiras de colores porque, como cuenta Maricruz, los colores siempre fueron claves para los mayas, no sólo en sus vestimentas, sino también en sus edificaciones.
Luego surge en escena una muchacha que muele cacao mientras canta, en maya. La iluminación lograda en esta escena es clave para darle toda la fortaleza que necesita. Siguen un grupo de jóvenes felices bailando la danza de la cosecha y ahí se nota el espíritu de fiesta y buenos augurios. Emanan energía.
Más tarde todo se turna azul y aparecen los danzantes para darnos una ofrenda al cenote, con jícaras iluminadas. Llevan una serpiente de colores que baila con ellas y ellos. “Es como un alebrije y cuando despierta se convierte en la diosa Ixtab”, me cuenta Maricruz.
Con máscaras enormes y diversas aparecen tres dioses que hablan en distintas lenguas y le sigue la recreación de un juego de pelota, que seguro les va a encantar por su originalidad.
Para terminar, un grupo de mujeres despiertan después de años de ensueño al mago de las esferas, quien empieza a moverlas y pasarlas por su cuerpo con gran destreza. “Los chamanes en Yucatán tenían esferas de adivinación y para curar y del mural de Bonampark lo recreamos”, me cuenta Maricruz.
Toda la puesta en escena de Chichén de Fuego te llega con energía de la buena y le pregunto a Maricruz si esa fue la intención final y me contesta: “La esencia de los mayas es alegría, bondad y respeto a la naturaleza. El amor por el mundo en que vivimos es la esencia de las culturas prehispánicas. Con esta obra queremos generar una energía positiva para que el espectador conecte con su ser, con nuestro pasado ancestral, con las raíces… No importa de dónde sea”, remarca.
Chichén de Fuego te deja un buen sabor de boca y sales del teatro recargada/o, de eso no hay dudas. Esta obra –producida por Miguel Hernández- está integrada por músicos y artistas de Yayunah y de Mérida, muchos mayahablantes. Se presentará desde este domingo 20, a las 5 pm, en el teatro Iturralde Traconis de Valladolid y las entradas ya puedes comprarlas en https://www.chichendefuego.com/ .
La compañía nos espera a todas y todos para cargar energías, no importa de dónde vengamos. No se la pierdan, esperan seguir en escena todos los domingos como mínimo hasta terminar este año. Ah, y aprovechen cuando vayan a Valladolid para recorrer este Pueblo Mágico maravilloso de Yucatán, hay de todo y para todos.- Cecilia García Olivieri.