“Capacitar a mejores dirigentes scouts, ese es el reto permanente”
A principios del siglo XX, Baden Powell realizaba su primer campamento y hoy día el escultismo trasciende el tiempo y el espacio y Yucatán no es la excepción ¿Por qué sigue vigente? ¿Qué buscan hoy día los chicos que quieren ser scouts? ¿Para qué sirve el escultismo? Julio Sauma, dirigente scout y funcionario público, nos platica sobre el tema, no te lo pierdas
Las vueltas de la vida… Julio Sauma Castillo fue scout de niño, de los 16 a los 30 se alejó del escultismo para regresar, hasta hoy, como papá dirigente. “Ahí sigo, no me sueltan”, cuenta entre risas. Y también sigue aprendiendo, porque así es el movimiento que le enseñó tanto desde chico y que hoy sigue sumando adeptos en Yucatán, el país y el mundo.
¿Pero por qué sigue vigente el escultismo? ¿Cuánto de lo que planeó, proyectó y llevó al cabo su creador Baden Powell se aplica hoy día? ¿Es fácil que los chicos, fascinados por la tecnología, se diviertan y aprendan al aire libre como antes? ¿Quiénes enseñan hoy escultismo? ¿Para qué sirve en la vida diaria?
De todo esto y de algunas cosas más platicamos con Julio, servidor público desde hace años y hoy secretario de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Mérida, quien nos cuenta que, gracias al escultismo, empatiza mejor con la gente y puede, sin duda, hacer mejor su chamba.
Conozcan a Julio, jefe scout del Grupo 29 de la Provincia Yucatán y recientemente premiado con la Medalla al Mérito Scout… Sí, hoy de 45 años pero también ese chico que cuando tenía 12 vivió una intensa aventura scout que lo marcó para siempre y le enseñó que, gracias al trabajo en equipo y a aplicar lo aprendido, hoy está vivo y puede contar entre risas esta historia.
Defínete en pocas palabras, como en un tweet
Meridano, divertido, lector, comprometido con mi ciudad, servicial e inquieto.
¿Qué es ser scout, Julio?
Es una forma de vida en la que, de manera divertida, aprendes a hacer las cosas y a convivir con los demás, superarte a ti mismo y a respetar y querer la naturaleza y el medio ambiente.
Cuéntanos un recuerdo de niño de tu paso por los scouts, algo que te haya marcado para siempre
Fue un campamento en la Ría en Celestún, éramos chavos, tendríamos como 12 años. Nos embalsamos cinco con un dirigente y cuando salimos remando nos encontramos con un pescador que nos dijo que tengamos cuidado con la marea. Lo escuchamos, pero estábamos tan emocionados que seguimos nuestro camino y cuando quisimos regresar no podíamos… Nos desesperamos mucho y estábamos realmente preocupados porque nos quedamos en el medio de la ría. Para colmo la balsa tenía un huequito, así que uno de nosotros tenía que soplar para que no se desinfle. Al final todos nos pusimos a patalear y a remar como podíamos para movernos y llegar a la orilla. Fue angustiante pero ya a esa edad nos dimos cuenta que, cuando nos pusimos a trabajar todos juntos y en equipo, logramos la meta que era llegar a la orilla. Cada uno en lo suyo –uno soplando, otros remando, otros pataleando- logramos el objetivo. Éramos todos o nadie.
¿Vale la pena ser scout hoy día? ¿Por qué?
Definitivamente vale la pena porque lo primero que te enseña el escultismo es a valerte por ti mismo y en todos los sentidos. Te enseña a compartir con los demás y tiene un sistema que te impulsa a superarte siempre. El trabajo scout es en equipo, no es individualista. Aprendes a valerte por ti mismo y a vivir en comunidad de manera divertida.
Raúl Rebolledo, presidente de la Provincia Yucatán de la Asociación Scout de México, A.C., dijo que actualmente hay en el estado más de 1,900 scouts, más de 300 respecto al año pasado. Y que la meta es llegar a 2,200 el próximo año ¿Por qué crees que aumentan los integrantes?
Aumentan en gran medida porque los grupos actuales están haciendo una gran labor de difusión y eso se visibiliza. Definitivamente el papel de redes sociales y medios de comunicación es clave y a eso súmale que hay una visión muy proactiva de la sustentabilidad y el medio ambiente y en buena medida el escultismo tiene un ingrediente muy fuerte de vida al aire libre. Ahora estos temas son tendencia, están de moda y en ese sentido nos beneficia.
¿Se siguen fascinando los niños como antes con las salidas de exploración scouts?
Sí, se siguen fascinando, pero es importante también que, en su formación de jóvenes, el movimiento scout trabaje en buenos equipos de adultos dirigentes para que puedan transmitir el espíritu del escultismo. La premisa es capacitar a dirigentes jóvenes para que tengan el espíritu y puedan transmitir la emoción a los más chicos. Ese es el reto permanente.
¿En qué aplicas lo aprendido en tu trabajo como secretario de Participación Ciudadana?
Definitivamente me sirve y no lo limitaría a mi cargo actual, ya que trabajo en el servicio público hace 20 años. Ser scout me permite entender mejor lo que necesitan los demás para avanzar y me da más sensibilidad para entender la problemática social. Recuerdo que cuando era niño scout, fuimos a ayudar a un refugio cuando fue el huracán Gilberto. Esa experiencia como otras me permitió tener más sensibilidad para empatizar mejor con las personas. Otra gran enseñanza del escultismo para mi trabajo diario es que el modelo de formación te impulsa a superarte en retos cada día y así te das cuenta que siempre puedes hacer algo mejor de lo que estás haciendo para no quedarte en la inercia.
¿Necesitan modernizarse los scouts? ¿Qué le pueden aportar las nuevas generaciones como la de tu hija Andrea al movimiento scout?
Hoy día la vida escultista pasa mucho por la difusión de actividades en las redes sociales. Yo creo que el escultismo se adapta, actualiza y moderniza con el paso de los años. Hay nuevas actividades, se aprovecha mucho más la tecnología y eso te permite mejorarte en determinadas áreas escultistas para llevar y transmitir la información a los chavos. En cuanto a la vida al aire libre, no lo veo como una falta de modernidad, al contrario… Es lo que hablábamos antes que hoy día el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad es tendencia y el escultismo comulga totalmente con esto. Siempre hay un aprendizaje al estar al aire libre, es sin duda un estilo de vida.
Si Baden Powell viviera ¿Le gustaría el escultismo como está hoy día? ¿Por qué?
Yo diría que si… El mundo era otro cuando él creo el escultismo y su origen fue militar, de disciplina y muy apegado a lo que se necesitaba en esa época. Hoy la idea tradicionalista se ha adaptado a las necesidades de esta época, pero el espíritu del escultismo que creó Powell ahí está como un modelo de superación que forme a chicos y chicas en mejores personas. Alguien que tuvo la capacidad de pensar en una organización para jóvenes de esta magnitud estaría sin duda satisfecho de trascender fronteras en todo el planeta.- Cecilia García Olivieri.