“Aprendan el urdido de hamacas porque con este oficio se puede salir adelante”
Nació en Chacsinkín, que significa en maya “Leña roja por el tiempo”. Y esta mujer tiene esa cosa potente que trae el color rojo, de hacerle frente a todo, hasta a la adversidad. Se llama Mildre Piña Matos y junto con otras mujeres de su pueblo se dedican a urdir hamacas, costurar y bordar maravillosamente. Son emprendedoras y hoy te presentamos cómo se vive, se sueña y se concretan proyectos desde una comunidad del sur de Yucatán:
Ante todo se define como mujer emprendedora. Después nos cuenta que es alegre, platicadora y muy trabajadora. Tiene ese acento especial de los yucatecos mayahablantes que se comunican todo el tiempo con la lengua materna: Cuando ella habla lo hace de forma pausada, con cierta cadencia y su tono de voz es bajo, un poco tímido e introspectivo. Se llama Mildre Piña Matos y hoy te mostramos cómo trabaja con un grupo de otras mujeres emprendedoras para y por ellas, sus familias y por Yucatán.
Nació y vive en Chacsinkín, un municipio pequeño al sur del estado y a más de una hora y media de Mérida. En maya su comunidad significa: “Leña enrojecida por el tiempo” y esta mujer tiene esa cosa potente que trae el color rojo, de hacerle frente a todo, hasta a la adversidad. Gracias a su abuelita y a su mamá, Mildre aprendió el hurdido de las hamacas y a los 12 años ya era una experta, nos cuenta.
“Ser mujer en Chacsinkín es despedir a tu esposo cuando se va a trabajar y tú te quedas haciendo las cosas de la casa y cuidando a los hijos, así que casi todas las mujeres nos dedicamos, además, al urdido de hamacas porque es una fuente de ingreso en esta comunidad donde no hay muchas oportunidades de trabajo o de estudio”, relata Mildre.
Y un día “Llegaron los señores de Mérida”, nos cuenta y le pidieron hamacas. Y cuando pidieron muchas para comprarles, Mildre se dio cuenta que necesitaba unirse a otras mujeres para ampliar el emprendimiento.
“Hace como cinco años armamos el grupo “Mujeres Mayas de Chacsinkín” y gracias a un programa de gobierno de ese entonces tuvimos insumos y arrancamos con la costura y el urdido de hamacas. Hoy día también bordamos y nos especializamos en el punto cruz”, detalla.
El grupo de “Mujeres Mayas de Chacsinkín” está formado actualmente por 15 mujeres entre los 30 y los 62 años. Mildre lamenta mucho el fallecimiento de Luisa, una mujer emprendedora del grupo de 50 años que hace poquito murió de covid-19. “Ella se nos fue, pero su cuñada tomó su lugar en el grupo y ya está trabajando con nosotras”, relata.
Como mujer chacsinkineña, esta mujer casada y con hijos ya adolescentes nos cuenta que las mujeres del interior del estado no tienen las mismas oportunidades que las de Mérida o de otras partes del país.
“Te diré que casi no vamos a Mérida y muchas de nosotras no sabemos ni andar en Mérida… La mayoría somos mayahablantes y las oportunidades que tenemos surgen de nosotras mismas y muchas veces necesitamos apoyos para salir adelante con nuestros emprendimientos. Y realmente somos muchas las que queremos hacer cosas para superarnos”, remarca.
Recientemente, la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) visitó Chacsinkín entre otros municipios del interior del estado donde, en mancuerna con el Instituto Yucateco de Emprendedores (Iyem), ofrecieron cursos y talleres para mujeres emprendedoras y entregaron insumos. El grupo de emprendedoras de Mildre recibió bastidores, hilos y telas entre otros insumos para continuar trabajando y con la premisa de hacer crecer el negocio que tienen. Están muy contentas y con planes de hacer una página en las redes sociales para ofrecer sus productos.
Le pedimos a Mildre que nos dé un mensaje como mujer emprendedora: “Les pido que siempre tengan fuerzas para levantarse porque todo se puede lograr. Ahorita la vida es muy cara y más si tienes niños chicos y se enferman, pero hay que echarle ganas y si pueden, aprendan el urdido de hamacas porque con este oficio se puede salir adelante.- Cecilia García Olivieri.