“Ambientes alfabetizadores” que cambiaron vidas en Ticuch
La pandemia dejó en Ticuch -una comisaría de Valladolid-, un rezago educativo importante y preocupante. Por eso, docentes, padres de familia y la comunidad en general se unieron para poner manos, corazones y mentes en acción para hace un giro de 180 grados por los chicos y por una población que ahora tiene, además, un espacio para vivir más digno, con señalética y muchos carteles que todas y todos saben leer… Entérense de cosas grandiosas que ocurren en Yucatán
Cuando llegó el covid-19 al mundo, uno de los sectores más afectados fue la educación. Nuestras niñas y niños sufrieron el encierro de la pandemia y el rezago educativo salió hasta por los poros. Y ahora lo notamos, lo vivimos, está todavía entre nosotros. Pero los chicos necesitan superarse y depende de nosotros, los grandes, poner manos a la obra.
Por eso, en Ticuch, una comisaría de Valladolid, docentes, mamás y papás, autoridades municipales, vecinos y empresarios se unieron para darle un giro de 180 grados a una situación que parecía irremontable. Y la mejor noticia de todas es que, de septiembre de 2022 a la fecha, 55 chicos de extraedad (nenés que son más grandes que el resto pero están en grados inferiores de enseñanza) aprendieron a leer y a escribir. Son de la Escuela Primaria Pública 18 de Marzo y en el plantel estudian 219 chicos de primero a sexto grado.
¿Pero cómo le hicieron? ¿Fue fácil? ¿Cómo involucraron a las familias? ¿Por qué terminó toda la comunidad involucrada? Las respuestas nos las da Pilar Peralta Pool, docente de Extraedad, quien movió cielo y tierra con la directora Carmina Novelo Romero y los docentes que se sumaron para decirle adiós al rezago educativo y para lograr también un cambio en las calles de Ticuch, sin señalética hasta hace poco.
La labor emprendida que dio frutos tan buenos y grandes se convirtió también en un proyecto que presentaron en “Somos el Cambio”, un programa nacional de emprendimiento social que invita a escuelitas de todo el país a concursar cada año. Ojalá que ganen, se lo merecen…
Pilar cuenta que todo empezó por crear “ambientes alfabetizadores”. “Después de la pandemia, la escuela tuvo un rebote de niños en situación de rezago importante y era fundamental que aprendieran a leer y escribir, esa era la primera problemática”, relata.
Después de entrevistar a los estudiantes para ver qué necesitaban ellos y cómo querían aprender, con los espacios alfabetizadores, Pilar y un grupo de docentes generaron acciones para involucrarlos en el aprendizaje de una forma de interacción, divertida, innovadora.
“Hicimos dinámicas de lecturas guiadas y modeladas, juegos para entender, compresión de textos, desarrollo de la creatividad para contar historias… Todo adaptándonos a lo que los mismos estudiantes nos habían pedido. Así surgieron los ambientes alfabetizadores con carteles en todos los sitios de la escuela para nombrar las cosas y siempre con actividades lúdicas para entender mejor”, detalla.
Era más o menos así: en el aula de clases todo tenía cartelito con su nombre: “silla”, “pizarra”, “libro”, etc… En el comedor también, así lo mismo en el baño, la biblioteca, la tiendita y el patio… Donde se imaginen ponían cartelitos para nombrar las cosas y así, de a poco, los chicos fueron aprehendiendo y aprendiendo.
Sin embargo surgió un problema: en las casas la dinámica no continuaba y, en algunos casos, los mismos papás y mamás no sabían leer y escribir. “Entonces comenzamos las actividades con los padres de familia para que se involucraran también en el aprendizaje. Comenzamos a visitarlos en sus casas y les enseñamos cómo nombrar las cosas con carteles y nos apoyaron. Periódicamente los visitábamos para ver cómo avanzaban y también les dimos talleres para mostrarles cómo generar un ambiente alfabetizador nombrando el ‘garrafón de agua’, ‘puerta’, ‘ventana’, ‘cubeta’… Todo estaba letrado”, relata Pilar, emocionada.
La buena nueva es que las mamás y papás se engancharon con las dinámicas en las casas y hasta muchos aprendieron también a leer, nos cuenta Pilar. “Logramos el compromiso de los papás y eso fue fabuloso porque se involucraron y trabajaron con nosotros”, recalca.
LETRAR A LA COMUNIDAD
¿Esto terminó aquí? Claro que no… Fueron por más… Porque la escuelita ya estaba alfabetizada con los carteles, las casas de los estudiantes también pero en Ticuch NO EXISTÍA un cartel ni una señalética, ni un indicador de números de calles ni nada… Había que hacer un cambio también ahí para avanzar y lo hicieron.
“Ticuch está sobre la carretera a Cancún y hay restaurantes donde muchos autobuses con turistas paran para comer. Todos andan por la calle sin señalética, no hay letreros de prevención ni altos. Entonces nos movimos para ‘letrar a la comunidad’ y para que los chicos tuvieran contacto con esto también, cuando salen a la calle”, explica Pilar.
Así que fueron a hablar con el alcalde de Valladolid Alfredo Fernández Arceo, quien los apoyó con la iniciativa, así como integrantes de la Policía Municipal y hasta algunos empresarios de la zona.
“Los policías les dieron pláticas a los estudiantes sobre señalética y hasta sobre prevención del delito y entre los niños, docentes, papás y policías pintamos las señales de tránsito de acuerdo a los estándares que corresponden y medidas reglamentarias que planteó la Policía Municipal”, cuenta Pilar.
Luego fueron colocadas en distintos puntos claves de la comunidad, previo a un estudio de análisis que realizó el Ayuntamiento de Valladolid. Desde el 15 de marzo de 2023 las calles de Ticuch son también ambientes alfabetizadores para todas y todos “porque ahora la comunidad está letrada”, enfatiza Pilar.
La felicidad que tiene esta mujer no tiene precio… Se le nota en el timbre de voz, se la escapa de la garganta. Y lo mejor de todo es que los 55 niñas y niños de extraedad que no sabían leer y escribir, ahora sí lo hacen y avanzan para aprender más día a día. Cuando te digan que algo no se puede o es imposible, acuérdate de la comunidad entera de Ticuch, que todo lo pudo y lo puede.
Por cierto, gracias mil a Aremy Alcocer, coordinadora del programa Extraedad en Yucatán y enlace de Somos el Cambio en nuestro estado por contactarme para esta nota. Les deseamos a los chicos de la escuelita 18 de Marzo todos los éxitos en el concurso.- Cecilia García Olivieri.