Airbnb, una caja de bombones que no quieren probar
Columna El Corte Final
Por Emiliano García Sousa
La manera en que ven los personajes políticos el mundo de los modelos de negocios, es algo insólito. Supongamos que Airbnb hubiese sido una startup mexicana, moldeada a lo doméstico de cómo hacer negocios, porque México tiene mucha raza talentosa ¿Sería el mismo criterio que estarían manejando con todo este tema?
Y es que hace unos días, Leticia Estrada, diputada de Morena, propuso que en CDMX se prohíba el uso de la plataforma de hospedaje internacional Airbnb y similares. Todo viene de la mano de una nueva ley de propiedad en condominio de inmuebles para la capital que, si tiene el visto bueno de los demás legisladores, se podría extender esta ley a todo México.
Se califica de “grave error de cálculo financiero” la intención de Morena para desaparecer las plataformas de hospedaje tipo Airbnb, pero vamos, ellos son los que tienen el poder de mando en el país, no podemos juzgar y criticar hasta que pasen sus propuestas, porque hasta ahora, nada sale bien de acuerdo a “su plan” y a “sus datos”.
Somos un país que vive del turismo, sin embargo en el documento presentado por la legisladora, se explica que los habitantes no podrán utilizar su propiedad privada “en contravención a su destino y uso de suelo autorizados”, y mucho menos que sirva para otros objetos que no estén establecidos en su escritura. “Por ningún motivo podrán ser destinadas a hospedaje de carácter temporal como el que ofrece la plataforma Airbnb u otras modalidades semejantes en contravención a las normas condominales, de establecimientos mercantiles, sanitaria, de protección civil, permisos de uso de suelo, fiscal y demás”.
ORÍGENES, PROS Y CONTRAS
Vayamos por partes. Para los que no conocen la aplicación, Airbnb es una app que se creó gracias a Brian Chesky, Joe Gebbia y Nathan Blecharczyk en San Francisco, 2008. De acuerdo a ellos, dicha app tenía como fin que la gente rentara de manera fácil sus espacios. ¿Maravilloso, cierto?
La idea encantó a tanta gente que actualmente Airbnb no solo está en San Francisco, sino también en más de 65,000 ciudades y 139 países. No obstante, últimas noticias han demostrado que esto no ha traído tantos beneficios como se esperarían.
¿La razón? Según distintos estudios y medios periodísticos, Airbnb podría ser una causa directa de la “Gentrificación”, término que se refiere a cuando un espacio urbano habitado por población de bajos ingresos es modificado y ocupado por población de clases medias y altas.
Esto se debe a que, desde la existencia de Airbnb, muchos propietarios de inmuebles se han dado cuenta que pueden ganas más dinero si rentan sus departamentos a turistas, por lo que han recurrido a varios “métodos” para deshacerse de antiguos inquilinos suyos.
Y si bien es cierto que rentar inmuebles a turistas vía Airbnb puede ser más beneficioso que a un inquilino promedio, lo cierto es que se termina pagando un alto precio.
El convertir residencias a viviendas de uso turístico ha provocado un efecto dominó, el cual se traduce en un mayor precio de alquiler y el supuesto “embellecimiento” de la zona, que significa la eliminación de ambulantes y personas que ya no encajan con el lugar.
También existe, claro, el reclamo de los hoteleros, quienes exigen que la plataforma internacional pague los mismos impuestos que ellos y que cumplan absolutamente con todos los protocolos que se deben realizan en los hoteles debidamente registrados.
Como todo en la vida y sobre todo para nuestro país que vive del turismo, Airbnb tiene su lado bueno, muy bueno:
- CDMX es una de las ciudades favoritas de la plataforma mundial y a inicios de 2019, Expansion.mx publicaba que, de acuerdo a datos de la empresa, un anfitrión podría ganar arriba de 50 mil pesos anuales por rentar su propiedad.
- No es sólo para turismo internacional, es también una alternativa muy útil para turismo nacional.
- A medida que se levantan las recomendaciones de confinamiento, el distanciamiento social sigue prevaleciendo, Airbnb permite tener lo mejor de ambos mundos: “Poder satisfacer ese deseo de aventurarse fuera de la ciudad y mantener el distanciamiento social que requiere esta pandemia para viajar de manera segura al estar en tu propia casa sin tener que convivir con grupos de desconocidos”, mencionó al portal Expansión Ángel Terral, director de Airbnb para México, Centroamérica y el Caribe.
- En cuanto a nivel global, tan solo el pasado 8 de julio, los huéspedes reservaron más de un millón de noches para estancias futuras en Airbnb en todo el mundo. Es el primer día en más de cuatro meses, desde el 3 de marzo, que se alcanza dicho umbral de noches.
Sin embargo, los directivos de Airbnb estiman que tendrán menos de la mitad de ingresos que en 2019, según el mensaje que envió en marzo pasado el director ejecutivo Brian Chesky a sus empleados anunciando un 25% de recortes a la nómina.
PROPUESTA EN CAJA DE BOMBONES, QUE NO PROBARON…
Con toda esta movida de Morena en el Congreso con su iniciativa de ley, apareció en escena Jorge Balderrama, un cordial abogado sinaloense y el ejecutivo más visible de Airbnb en México, en su calidad de gerente de Políticas Públicas.
Así es que el lunes pasado llegó a la reunión digital de la Asociación de Secretarios Estatales de Turismo (Asetur) con una propuesta que parecía una “caja de bombones” envuelta para regalo.
Con las buenas maneras que lo caracterizan, les dijo a los secretarios de Turismo que la popular app abriría una sección de contenidos para que, además de fotos y precios de renta de habitaciones, casas y departamentos, se incluyeran historias, fotos y vídeos sobre los destinos mexicanos.
La plataforma es utilizada en muchos países y es la herramienta favorita de los viajeros estadounidenses; también en esas ciudades que ya están conectadas otra vez por vía aérea con México después de la pandemia.
Digamos que el “moño” del regalo era que Airbnb no les cobraría por subir ese contenido, de tal manera que se convertiría en una vía de promoción efectiva y gratuita que nadie en su sano juicio podría despreciar.
Con lo que no contaba Balderrama es que los miembros de la Asetur son “animales políticos”, así es que aparecieron varios temas imprevistos.
Primero, los titulares de Turismo de las entidades federativas dijeron que no firmarían convenios con una empresa extranjera que se había amparado para no pagar impuestos. Esta es una afirmación que requiere contexto, pues Airbnb ya comenzó a enterar el Impuesto al Valor Agregado, pero sólo por sus comisiones.
Hasta el primero de junio entró en vigor el nuevo esquema fiscal para las plataformas digitales y hasta el ocho de julio se publicó la lista de las primeras plataformas que se dieron de alta en el Registro Federal del Contribuyente.
Airbnb se amparó porque no tuvo tiempo de reprogramar su app para que se apliquen automáticamente las distintas tasas impositivas y se evite el cobro anticipado de impuestos por reservaciones que, además, pueden ser canceladas.
Los titulares de Turismo le dijeron a Balderrama que sólo ocho entidades del país -las que reciben más viajeros- han logrado que la plataforma les pague el impuesto al hospedaje y que aquellas que ya lo hacen carecen de acceso a la base de reservaciones.
Finalmente, hay preocupación porque, si bien Airbnb recurrió a Funsalud y la UNAM para validar su modelo de limpieza avanzada y desinfección de inmuebles -avalada por la Administración de Medicamentos de EU (FDA)-, las autoridades no pueden revisar que se cumplan los protocolos mexicanos contra el covid-19.
Así es que la respuesta no fue un no tajante, pero la “caja de bombones” se quedó cerrada y ahora inició una negociación sobre los temas mencionados.
Claro, que es mejor que ya se estén dando los pasos para terminar de formalizar en México la presencia de Airbnb, que va mucho más adelante que otras.
Por ejemplo, Booking Holdings es propietaria de Booking, PriceLine y OpenTable, también está en el negocio de renta de inmuebles con B&B y no sólo no está fuera del registro de Hacienda, sino que ha ignorado por completo a las autoridades mexicanas.