Adultos mayores y niños, cautivados por animales vivos en el Lucas de Gálvez
Por la entrada de la calle 56 te metes en un laberinto de olores, colores, texturas, frutas y verduras, cochinita y lechón, herramientas, filigrana, utensilios para cocinar, pláticas y gritos de ventas.
Hasta que llegas a un punto del laberinto y las voces humanas se entrecruzan con ruiditos de aves… Sí, estás en el Mercado Municipal Lucas de Gálvez y llegaste al área donde venden animales vivos en seis locales, todos pegaditos. En jaulas hay de todo: pericos, gallinas, palomas, conejos, hamsters, tortugas, casitas, nidos, alimentos y mucho más…
Los vendedores son reacios a dar plática porque, dicen, los han acusado de traficar especies, pero ellos dicen que venden en el marco de la legalidad total. “Estos puestos existen desde que existe el mercado, aunque antes se vendían sólo gallinas y pavos y ahora la cosa se volvió más diversa con mascotas de ornato”, me cuenta Juan, que no se llama Juan, pero prefiere que ponga así su nombre.
Los clientes “cautivos” de estos puestos son adultos mayores que compran pericos (los australianos son los preferidos) para compañía y niñas y niños, fascinados con los hámsters y los conejos. Juan afirma que los animalitos (que pasan todo el tiempo en el mercado) están bien atendidos con agua y alimentos.
La gente se acerca, pregunta precios (hay animalitos desde los $60 hasta más de $700) y algunos compran, aunque Juan dice que menos que antes: “No somos de primera necesidad”, remarca, sin vueltas.- CGO.