Adiós a un mexicano de época
Por Roberto Acevedo Acosta
Más que lamentar la partida Miguel León Portilla el pasado 1 de octubre, hay que celebrar la vida y obra de un mexicano excepcional, que puso “Visión de los Vencidos” como una referencia para entender el mundo indígena, principalmente de los que hablaban en náhuatl.
Hay dos momentos que son reinvidicativos en la manera de entender el mundo indígena mexicano. El primero bajo la tutela de José Vasconcelos, quien después de la Revolución Mexicana fue el encargado de incorporar al mundo indígena a la narrativa del discurso nacionalista de la época. Los indígenas ya no eran más ese ente señalado como bárbaro y atrasado, sino todo lo contrario.
Había que sentirse orgullo del pasado prehispánico, principalmente de las culturas azteca y maya. Se exaltaron las virtudes y se redujeron los defectos.
Esta nueva narrativa se reflejó no sólo en los libros de texto, sino en las artes y prueba de lo anterior son los muralistas que retoman el tema y los exponen en los edificios públicos.
En el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río se crea el Instituto Nacional de Antropología e Historia, instancia que hasta nuestros días es el eje rector del manejo y rescate del legado histórico del pueblo mexicano.
Son estos elementos los que anteceden al segundo momento reinvidicativo bajo la figura de Miguel León Portilla, quien irrumpe en el mundo académico en los años 50’s con su tesis doctoral: La Filosofía Náhuatl”, obra traducida a varios idiomas y referencia para el estudio de la cultura azteca.
La obra de León Portilla es reinvidicativa de los pueblos indígenas ya que se encarga de estructurar y retratar el pensamiento náhuatl hasta nuestros días. No se queda con los que exhiben los museos, sino va más allá. La cosmovisión prehispánica tiene en él a su principal aliado.
Parte de su trabajo ayuda a ser el puente entre la obra de Fray Bernardino de Sahagún, el primer antropólogo en la historia de México, y distintos autores que fueron construyendo el legado prehispánico, que se alejaron de la idea del “indio bárbaro”. Y lejos de cualquier adjetivo se centraron en retratar y entender el momento histórico de los pueblos indígenas.
León Portilla centró parte de su trabajo en la divulgación con más de 40 libros publicados en diversos idiomas. El más célebre “Visión de los Vencidos”, que sin duda cambió la forma de ver y entender el mundo prehispánico. Además es recordado como el arquitecto de la educación bilingüe en México.
Sin duda su obra aportó un basto conocimiento del pensamiento indígena, el cual no solo está presente en la actualidad de los pueblos en lengua náhuatl, sino en el mundo mestizo. Le dio visibilidad a ese México qué muchos solo ven en los museos.
Maestro universitario, su trabajo dejó escuela, le dio presencia a la cultura náhuatl y una profunda huella que sin duda será referencia para las futuras generaciones.
Descanse un paz.