Resurgir
Columna Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
El fútbol es un deporte apasionante que tiene muchos componentes que lo hacen único. Entre muchos de sus elementos está la ingratitud.
¿Cuántas veces hemos visto carreras de futbolistas y entrenadores que fueron echados de los equipos porque ya no entraban en sus planes?
Con argumentos como la edad, el bajo rendimiento, el carácter que no suma en el vestidor, muchos jugadores han visto demeritadas o terminadas sus carreras deportivas.
Aquí no importa si lograste títulos, si demostraste amor a la camiseta o muchas virtudes más. Se acabó, así de sencillo y contundente.
Pero ante tal ingratitud, el fútbol da revanchas y el mejor ejemplo es el uruguayo Luis Suárez, figura determinante para que el Atlético de Madrid se alzara con el campeonato de la liga española en su edición 2021.
Hace menos de un año, Suárez era, junto con Lionel Messi, las figuras centrales del Barcelona. En su momento, junto a Neymar, le dieron al club catalán su última “Champions League” (2015), pero se fue el brasileño y la dupla tuvo que cargar con el peso del equipo y las malas decisiones de la directiva.
En su paso por el Barcelona, el uruguayo fue un referente del equipo logrando campeonatos, pero en septiembre de 2020 el equipo azulgrana anuncia su salida con el argumento de que “no contaban más con el jugador”.
No se sabe si el factor de su salida fue la llegada de un nuevo entrenador, el holandés Ronald Koeman. Lo que sí se sabe es que le dolió mucho las formas en que se dieron las cosas.
Inmediatamente, el Atlético de Madrid empezó la negociación con el jugador menospreciado por el Barcelona y se hizo de sus servicios por 6 millones de euros, y sin tener que pagarle un solo euro a los catalanes. Se fue gratis.
Ya en el pasado reciente una situación parecida sucedió con el jugador David Villa,un histórico del fútbol español. Igual que Suárez fue echado del Barcelona, recaló en el equipo madrileño y en su primer año con los colchoneros fue campeón de España.
Con goles, Luis Suárez ayudó a Diego “Cholo” Simeone a construir lo que a la postre sería el equipo que lograría el campeonato en la última jornada.
Con un Real Madrid a dos puntos de distancia y al acecho, el Atlético se impuso dos a uno al Valladolid.
El último tanto fue obra del uruguayo, con ese gol aseguraban el campeonato y la gloria de decir que era campeón de España.
Una vez concluido el partido, se pudo apreciar a un Luis Suárez lleno de emoción, hasta las lágrimas, y dijo: “Me menospreciaron y el Atlético me abrió las puertas para demostrar que uno está vigente”.
Con 21 goles en esta temporada, Suárez dejó en claro que estaba más que vigente y seguramente alguien en Barcelona se ha de preguntar ¿Por qué lo dejaron ir?
Con el campeonato del Atlético de Madrid vimos resurgir a un jugador que con 33 años aún tiene muchas cosas que decir y hacer en la cancha. Sin duda hay Luis Suárez para rato.