Mal y de malas
Columna: Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
La herencia de Ricardo Ferretti, con el aún no firmado Gerardo Martino en Selección Mexicana no luce nada envidiable, sobretodo porque además del saldo negativo en término de resultado, el entrenador de Tigres deja a una selección que deja a su vez mucho que desear en términos de rendimiento y actitud de los jugadores.
El interinato del Tuca acabó este martes en contra de Argentina con una serie de resultados poco memorables, ya que se irá con más pena que gloria tanto en proyección de futbolistas como en resultados y funcionamiento.
Cinco derrotas y una victoria con el llamado de 41 jugadores y la ausencia de un buen nivel futbolístico caracterizan su etapa y a menos de un milagro no volverá a ser tomado en cuenta para el puesto.
Lo rescatable, si es que hubo algo, fue que Tuca le dio prioridad al fogueo de jóvenes sobre el resultado. Lo cual, al ser un interinato, fue como curarse en salud ya que este experimento no tendrá mayor relevancia porque, de confirmarse la llegada de “Tata” Martino, lo más seguro es que muchos de los que fueron convocados no regresarán al Tricolor.
El Tuca transitó muy rápido del aplauso por su apuesta juvenil a las críticas por el pobre fútbol, en particular ante Argentina, pese a la titularidad de algunos europeos.
En días pasados el cancerbero del Standard de Leija, Guillermo Ochoa, lanzó una bomba al final de ese partido cuando dijo que el Tricolor no tenía rumbo y que urgía el nuevo técnico.
El portero de regreso a Bélgica fue más allá al vaticinar el retorno de varios de los futbolistas que están en Europa ante la falta de tantos jugadores competitivos como se evidenció en los últimos partidos.
Pero dentro de lo malo hay algo bueno que debería reconocer el aficionado mexicano: este es el verdadero nivel del fútbol azteca. Mucho se habló en el pasado de la necesidad de sacar jugadores al extranjero, principalmente en Europa, pero el tiempo ha venido a remarcar que no sólo se trata de vender jugadores sino que se necesita con urgencia poner lo deportivo por encima de lo económico.
Aquí hay dos temas. La poca vergüenza deportiva que tienen los “europeos” al venir para sólo cumplir el trámite y no dejar todo en la cancha como Diego Reyes -que pasa desaparecido el mayor tiempo posible aunque sea un juego amistoso-, y el hecho de que se desperdiciaron seis meses con un interinato que no aportó nada pero sí mucha especulación en cuanto al nuevo director técnico y finalmente sacó a relucir la poca importancia que le dieron los federativos a este proceso.
Se sabe que Javier Hernández ya le mandó un recado a la FMF para que aclare el porqué de las ausencias de ciertos consagrados en Selección Mexicana. Porque, al parecer, sigue en el aire el tema de jugadores vetados, entre ellos el que piensa cosas “chingonas”.
La victoria ante Alemania en el Mundial despertó un sentimiento de que México por fin había dado el saltó de calidad que siempre los federativos han intentado vender al aficionado. Pero los últimos juegos han devuelto al país azteca a su realidad: ser una selección que no es protagonista pero que sirve para animar los eventos deportivos.
En caso de que sea Martino el que asuma el cargo, tendrá la tarea de intentar motivar a una selección que se ha dedicado a echar la flojera en los últimos seis meses. Vaya reto en puerta
Adiós Tuca de cualquier posibilidad de ser en un futuro ser entrenador de México, aunque él ha dicho hasta el cansancio que no quiere esa responsabilidad. Este interinato dejó un pésimo sabor de boca y muchos daños en materia de credibilidad, siendo Ferreti uno de los más afectados.
Se viene la Copa de Oro el próximo año y con ella la oportunidad de volver a “ilusionarse” como el “Gigante” de la zona, de volver a llenar estadios en los Estados Unidos y con ello de nueva cuenta hacer dinero que sirve para olvidar lo mal que juega México. Porque lo deportivo no importa.
Aunque ese mal y de malas ya lleva muchos años en la selección mexicana, al final la gente termina siguiéndolos…