“La apnea te da esas alas en el agua para estar en un mundo al que la mayoría le teme o lo ignora”
Suprimir el instinto básico de respirar puede ser una transgresión, pero el apneísta Alejandro Lemus no lo ve así: “Lo vivo como una experiencia de vida y una herramienta que aprendí para estar en un mundo que pareciera ajeno a nosotros, pero no lo es, para nada”, afirma. El reconocido freediver mexicano viene a Yucatán a romper tres récords mundiales en el cenote Usil, en Cenotillo. Después de leer esta entrevista sabrás porqué estamos seguros de que lo logrará:
Hablar con Alejandro Lemus produce una leve sensación de envidia. Bueno, ni tan leve: envidia pura. Y también orgullo y admiración. Pero vayamos por parte. Envidia porque este apneísta o freediver mexicano tiene la virtud de conocer un sitio maravilloso y mágico al que el 99% de los humanos no accedemos: las profundidades del agua –las de un cenote, específicamente- y llega ahí con “alas” –valga la paradoja- y conteniendo la respiración. Esto es lo que nos llena también de orgullo y admiración, claro.
Y da envidia y orgullo también escucharlo hablar de los cenotes yucatecos como sitios de los Dioses de Xibalbá: inframundo de agua fría y oscuridad que le produce una inmensa sensación de bienestar y placer… Que lo hace pensar sólo en cosas positivas cuando aguanta toneladas de aire en su cuerpo flaquito y musculoso para explorar profundidades inexploradas por humanos. Para Alejandro la apnea es una pasión, así de fácil.
Y el 23, 24 y 25 próximos este destacado apneísta de 41 años con reconocidos logros en el mundo entero viene a Yucatán a romper récords internacionales en tres categorías de apnea en agua dulce: Alejandro se sumergerá casi 100 metros cada día en el cenote Usil de Cenotillo y escuchándolo tan seguro, apasionado y perseverante, no tenemos dudas de que lo logrará. Y con creces.
Hoy, en la presentación del evento para romper los tres récords mundiales, platicamos con Alejandro, nos llenamos de envidia, orgullo, admiración y aprendimos que la apnea es un deporte que no sólo podemos practicar todos, sino que también nos permitirá acceder a un mundo que no nos es ajeno -en un medio acuoso nos formamos y vivimos nuestros primeros nueve meses- y en el que también somos bienvenidos.
Defínete en pocas palabras, como si fuera un tweet
Un explorador submarino, apasionado…
¿Cómo llegó esta disciplina a tu vida? Te encontró o la encontraste?
La encontré por el buceo con tanque, que lo inicié muy jovencito y un día en la Alberca Olímpica de CDMX vi a alguien hacer apnea o freediving y me enamoraron sus movimientos bajo el agua sin la ayuda de aparatos, ni tanques ni nada. Atravesaba la piscina con una aletas largas… Iba y venía… Y yo dije “Quiero hacer eso”. Tenía como 22 años.
No respirar bajo el agua no es un tipo de transgresión porque es algo antinatura: nacimos para respirar ¿Cómo lo vives?
No lo vivo como un transgresor, lo vivo como una experiencia de vida y una herramienta que aprendí para poder estar en un mundo que pareciera ajeno a nosotros, pero no lo es, para nada.
¿Sientes una conexión con el agua y la profundidad? Háblanos de eso
Por supuesto. En algún punto de mi ser yo sé, mi memoria muscular y química lo sabe, que estoy conectado y de ahí provengo, somos familiares.
¿Cómo describirías la profundidad?
Como un estado de bienestar. Es un lugar que me da placer.
¿Qué te pasa por la cabeza y el cuerpo cuando estás a muchos metros de profundidad?
Es un viaje mental e introspectivo y no pienso en nada negativo ni agresivo…. Pienso con total calma para encontrar esa paz, ese estado medidativo y disfrutar el momento.
¿Es lo mismo hacer apnea en cenote que en mar o en otro tipo de aguas? ¿Por qué?
No, no es lo mismo. Yucatán es el lugar ideal para hacer apnea por los maravillosos paraísos de la naturaleza que tiene: los cenotes. Son profundos, no hay oleaje, marejada ni monstruos marinos, sólo los dioses del Xibalbá allí abajo. Y estas condiciones fabulosas para hacer freediving no las encuentras en ningún lugar del mundo, sólo aquí. Lo que tienen en contra estas aguas dulces de cenote es que tienes menos flotabilidad y cuando lograste tu nivel de profundidad, te cuesta dos veces más ascender a la superficie.
¿Cómo estamos en México en esta disciplina?
México tiene 20 años que empezó a hacerse apnea o freediving de forma oficial y el deporte existe desde hace como 35 años, es bastante nuevo igual y surgió en Europa. Ha crecido muy rápido en nuestro país en cuanto a la cantidad de apneístas que hay y se multiplica día a día y tenemos un muy buen nivel con un potencial impresionante gracias a los cenotes, uno de los mejores lugares del mundo para practicar este deporte.
¿Quiénes practican más apnea? ¿Hombres o mujeres?
Hay un porcentaje increíble de mujeres haciendo apnea y te puedo decir que es un deporte equitativo. Quizás tienen más capacidad para sumergirse los hombres, pero sólo porque hoy día se dedican más, no tiene nada que ver la cuestión genética.
¿Qué vienes a buscar a los cenotes de Yucatán y cómo te quieres superar?
El 23, 24 y 25 de enero a las 10:30 am en el cenote Usil quiero lograr un récord mundial en apnea o buceo libre en tres modalidades, una por día. La idea es sumergirme hasta el fondo del cenote, que serán casi 100 metros de profundidad. Habrá casi once atmósferas de presión encima de mi y mis pulmones se reducirán considerablemente por eso. Es todo un desafío y mi idea es, además de enaltecer el nombre de México y de Yucatán, difundir la belleza del acuífero maya, de estos escenarios increíbles. Los cenotes son los mejores lugares del mundo para hacer apnea y debemos conocerlos para aprender a cuidarlos.
Aconséjale a un chavo o chava a que haga apnea y por qué.
La apnea es una herramienta de vida, deportiva, de diversión y te da esas alas en el agua para estar en un mundo al que la mayoría le teme o lo ignora. Buceamos menos del 1% de la población mundial. El otro 99% no sabe de lo que le estamos hablando. – Cecilia García Olivieri.