“Jimena Perrona”, tras el jugo de la vida
Con una historia simple, de profunda dramaturgia y muchos puentes con el público, mañana viernes y el sábado se presenta en Mérida el monólogo “Jimena Perrona”, interpretado por Lisbi Cuéllar. Aquí ella te cuenta de qué se trata la obra y por qué no te lo puedes perder
A Jimena Perrona la vida le da un vuelco en cuestión de minutos. Una noticia inesperada que viene de la mano de un diagnóstico preocupante, hace que esta mujer protectora de animales y de mediana edad ponga todas las cartas sobre la mesa y decida vivir siete días de su vida de manera excepcional, atreviéndose a todo.
Como un monólogo en donde sólo hay una mujer, una silla y una vela sobre el escenario, llega a Mérida “Jimena Perrona”, una historia maravillosa, de esas que te permiten llevarte “algo” a tu casa y a tu vida; una obra que empatiza de entrada con el público, que se convierte en personajes activos de la pieza teatral.
La actriz Lisbi Cuéllar es Jimena Perrona, bajo la dirección de Emilio Urióstegui. La obra, actualmente en cartelera en CDMX, se toma un respiro capitalino y viene a dar su vuelta a Mérida para decir presente en dos funciones: mañana viernes a las 9 pm en Teatro Casa Tanicho y en el marco del Festival Internacional de Monólogos; y pasado mañana sábado, a las 8 pm, en el Murmurante Teatro.
Sumario Yucatán platicó con Lisbi Cuéllar sobre la obra y aquí te dejamos una probadita de una charla cálida, como ella y su amor por lo que hace.
¿Cuál es tu relación con el sureste mexicano?
Nací en Puebla, crecí y vivo en CDMX pero pasé todas las vacaciones de mi infancia en Champotón, Campeche, de donde es mi madre. A Mérida he venido muchas veces y hace dos años que no estaba aquí y ya extrañaba la ciudad. El sureste me llama.
¿Quién es Jimena Perrona?
Una mujer que busca chuparle el jugo a la vida.
¿Qué significa para ti este monólogo?
Puf, de entrada significa un gran reto. El trabajo emocional es muy demandante y Jimena Perrona tiene su encanto, sazón, desazón y me identifico mucho con ella. Yo también tengo mis mascotas y el vínculo que se genera con ellas es muy fuerte: te leen, saben si estás bien o mal. Jimena no solo habla del vínculo con los animales, también de un creer en el presente, de vivirlo para valorar lo que tenemos ahorita. Ella me llevo a estar aquí y ahora y ser más agradecida y amorosa con todo lo que me rodea. Este monólogo acerca a la gente y genera vínculos.
¿Cuánto hay de diversión y cuanto de riesgo en la puesta en escena?
Desde hace dos años se va mejorando y puliendo como un diamante. Durante el proceso existieron cosas dulces y amargas, pero vale la pena, hay que saborear todos los sabores y colores. Trabajar con Emilio es maravilloso porque lo hace a partir del detalle, por eso le llega a la gente, que hasta se convierte en un público activo.
¿Qué te enseña Jimena Perrona?
Me enseña a estar en el presente, en el espacio sagrado que es respirar y simplemente estar y gozar todo: Lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo porque todo es valioso y te hace mejor persona.
¿Hacen falta más obras así en México?
Cada quien tiene su propuesta, defiende su discurso desde su trinchera y está bien. Sin embargo, obras como estas, con un discurso sencillo y una dramaturgia muy profunda, se vuelven empáticas y hacen que el público vibre contigo. Sí hacen falta más arte, pintura y música de este tipo, con discursos sencillos, profundos y directos.
Para más información sobre las dos puestas en escena de Jimena Perrona, puedes consultar en las páginas de Facebook: Murmurante Teatro y Teatro Casa Tanicho.- CGO.