Por el derecho a decir “Adiós”
Aunque no hay en el mundo un instituto de infectología que prohíba la despedida a los pacientes, en Yucatán y en México no existe un protocolo para que las familias puedan decirle adiós a los enfermos con covid-19. Sin embargo en otras partes del mundo sí hay esta “humanización” tan necesaria en medio de la pandemia. Viviana nos comparte en esta nota su historia y nosotros esperamos empatía en medio de tanto dolor
Viviana llora del otro lado del teléfono y no hay respuesta que la contenga. Esta mujer llora porque necesita ver a su esposo, tomarle la mano, decirle al oído lo que no le dijo probablemente en su vida… Pero no puede, no se lo permiten. Una de las cosas más trágicas y tremendas que trajo de la pandemia del covid-19 es quitarnos el derecho de despedirnos de nuestros seres queridos y no hay nada más inhumano que una persona muera sola. Y tampoco hay nada más inhumano que una persona no pueda decirle adiós a alguien que ama.
Viviana de la Cruz es esposa de Juan Carlos Roldán, a quien vio por última vez hace exactamente un mes, antes de ser ingresado a un hospital por padecer covid-19. A la fecha, el cuadro médico de Juan Carlos es muy crítico y los médicos del Hospital Star Médica le anunciaron a Vivi que su esposo tiene muy pocas probabilidades de sobrevivir al nuevo coronavirus.
“Ya les dije a los médicos que yo me protejo con un traje y hasta hablé con la directora del hospital, pero me dicen que es imposible entrar a verlo”, explica Vivi, con la voz quebrada en mil pedazos. Y el sufrimiento la acompaña y los acompaña desde hace rato… Este matrimonio joven perdió hace seis meses a su hijita Hatsu de dos años y cinco meses, quien padecía leucemia. Vivi se siente ahora tremendamente sola.
En Yucatán y en México no existe un protocolo para que las familias puedan despedirse de pacientes con covid-19, aunque en otras partes del mundo sí hay esta “humanización” tan necesaria en medio de la pandemia.
En Buenos Aires, Argentina, el Sanatorio Mater Dei, de las Hermanas de Schoenstatt, trabajó desde el inicio de la pandemia para evitar el sufrimiento adicional e innecesario de pacientes y familiares. Para el equipo de este nosocomio, la muerte solitaria por covid-19 ya no sería un hecho.
En una entrevista con Infobae, el doctor Cristian García Roig, jefe de Terapia Intensiva de Pediatría del Mater Dei manifiesta: “Es legal y es necesario habilitar el derecho a decir adiós”. Él fue uno de los redactores del “Protocolo de Acompañamiento en el final de la vida” que aplica el establecimiento. “Una medicina sin humanismo no merece ser ejercida. Permitir la despedida es un mínimo de humanidad que no podemos dejar de brindar. Es una cuestión de empatía”, explica.
Contra lo que se cree, sostiene García Roig, no hay ningún instituto de infectología de prestigio internacional que prohíba la despedida a los pacientes. “Si no, ni los médicos podríamos entrar a la terapia a ver a un covid”, dice.
En el Mater Dei, los pisos 3°, 4° y 5° están reservados a los pacientes covid, con unas 50 camas ocupadas. El 1er piso es la Maternidad y el 2° Pediatría. Los menores contagiados son todos casos leves.
En marzo, cuando empezaron a llegar noticias e imágenes terribles de los estragos que estaba causando la pandemia en Europa, García Roig empezó a buscar en el mundo antecedentes de protocolos en materia de visitas a pacientes covid y los encontró en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, en Murcia, España y “también en el Hospital Israelita Albert Einstein de San Pablo, el más importante de Sudamérica, ambos están habilitando visitas a los covid terminales o de muy larga internación”, explica. Otro elemento inspirador fue cuando, a raíz de la muerte en solitario de un niño de 13 años, el ministro de Salud del Reino Unido dijo que no iba a permitir que eso se repitiera, en nombre del “right to say good bye” (el derecho a decir adiós).
CÓMO FUNCIONA EL PROTOCOLO
Con esos antecedentes fue conformando su protocolo. La atención debe centrarse en la persona. Es inhumano que una persona muera sola, para el que muere y para el que queda”. Crearon entonces un Programa de Contención para el acompañamiento de los pacientes, que incluye un procedimiento especial para los muy graves, llamado “Protocolo de acompañamiento en el final de la vida”.
Esto habilita las visitas en terapia intensiva a quienes tienen un mal pronóstico. Cuando el cuadro es grave y se puede llegar a una situación de final de vida, se activa el protocolo y se autorizan visitas con los recaudos correspondientes. Si el paciente que necesita asistencia no está en cuidados intensivos, el familiar que lo acompaña debe aislarse en la habitación, no circular por las áreas comunes del sanatorio y, cuando egrese, hacer la cuarentena de 15 días, por ser un contacto estrecho de paciente con covid.
¿Se aplica el mismo protocolo para la asistencia espiritual a esos pacientes? “Sí, de la religión que profesen. Un sacerdote está disponible para quien lo solicite, pero respetamos la fe de cada uno. Muchos judíos eligen el Mater Dei porque aquí pueden recibir asistencia en su fe. Además, hay psicólogos y psicoterapeutas para los pacientes, los familiares y el personal”, detalla.
Mientras tanto, en Mérida Yucatán, Vivi pide, ruega, suplica, pero la respuesta sigue siendo un “no rotundo”. Ojalá en plena pandemia existiera un poco de empatía y humanización para no morirse solo y sobre todo, para que podamos tener el derecho a decir adiós.- Cecilia García Olivieri.
(En la imagen, Vivi y Juan Carlos hace más de dos años, con la preciosa Hatsu, que en paz descanse).
Por favor, permitanlle decir adiós, suficiente lleva cargando, ya nada le queda de él, perdió a su bebé y lo perderá también, mengüen un poco su dolor al permitirle despedirse.
Todos podemos pasar por eso y pediremos misericordia.
Ojalá que esta nota se viralice y llegue a mucha gente y a los indicados e indicadas para que puedan hacer algo. Gracias por comentar, Noemí 🙂
Mis respetos para los medicos, pero con tanto paciente y verlos sufrir se vuelven insensibles al dolor de otras personas. por otra parte cumplen con una orden legal. pero todo es posible cumpliendo con un documento legal que autorice a un familiar o 2 para ver al paciente una solLa vez . y de ahi a cuarentena forsoza. mas sin embargo quien sabe si los familiares acepten tal disposicion
Casualmente, las notas de los países donde ya está implementado este protocolo, explicaban que hay familiares que no aceptan esta disposición y está bien. Gracias por comentar, Arturo! 🙂
Debería ser un derecho.
Y podría ser un modo de intentar que los pacientes anímicamente mejoren al estar acompañados de sus familiares; y no solos y estresados.
Así es, Claudia. Gracias por comentar 🙂
Bivi, me gustaría que supieras que estamos haciendo oración por tu esposo, que es doloroso lo que está sucediendo, espero que Dios en su infinita misericordia se apiade de el y le mandé la sanación, deseo también que los médicos se conduelan de ti y te permitan pasar a ver a Juan , te mando mi bendición y un abrazo con mucho cariño desde puerto escondido oaxaca
Gracias Leti por tan lindo mensaje… 🙂
Es una parte espiritual que necesitas para sanar, despedirte de tus seres amados, por favor permitan que se despidan.
Gracias por tu comentario, Yesi…