La receta china contra los rebrotes: pruebas masivas
Aunque en México no pasamos aún por la etapa de “rebrotes”, el caso de China es clave para ver cómo maneja la pandemia del nuevo coronavirus el enorme país asiático, lugar donde surgió el covid-19. Hoy China registra su mayor número de contagios y que, con más de 90 millones de pruebas masivas, espera controlar. Entérate:
Cuando en China un comunicado oficial del gobierno de una ciudad usa en la primera línea el término “modo de guerra”, ya se sabe el aviso que viene después: bloqueos de barrios, cuarentenas, cierres de establecimientos, restricciones de movimiento y pruebas PCR masivas.
El 23 de enero pasado, el mundo observó con atención el cierre de una ciudad con más habitantes que Nueva York o Londres. Entonces muchos pusieron a Wuhan en el mapa y se empezó a hablar de las medidas draconianas de China, que días después extendería a los casi 60 millones de habitantes de la provincia de Hubei. Hasta ese momento, fue el mayor cerrojo sanitario jamás visto. Un espejo de lo que estaba por llegar a nivel global que muchos no quisieron ver.
Cuando el nuevo coronavirus dejó de ser para algunos países más que una simple gripe como decían, en China ya daban por ganada la batalla vírica y comenzaban los procesos de desescalada. Luego fueron los primeros que experimentaron la llamada nueva normalidad. Y los primeros que empezaron a hablar de casos importados de otros países y de rebrotes.
A China no le ha temblado el pulso a la hora de tomar las medidas necesarias para frenar estos rebrotes. Primero, retomando bloqueos. Por ejemplo, el 13 de junio, en Pekín se detectó un nuevo caso de contagio relacionado con el mercado de abastos más grande de la ciudad. En cuatro días se habían reportado 79 casos, desinfectado todos los mercados de la ciudad y confinado 29 complejos residenciales.
Dos semanas después, a 140 kilómetros de Pekín, se localizaron una docena de casos en el condado de Anxin. Las autoridades decretaron la cuarentena para los 400.000 residentes del condado. Al norte de China, la ciudad de Urumqi (3,5 millones de habitantes) fue confinada el 16 de julio tras confirmar su primer contagio local en cuatro meses: una mujer de 24 años que trabajaba en un centro comercial.
“PRUEBA DE GRUPO”
Después de los bloqueos vendría el segundo paso de China para evitar una segunda ola de contagios en todo el país: las pruebas masivas. Todo empezó el 1 de mayo en Wuhan. Los dos últimos meses, las cifras de nuevos casos en el epicentro de la pandemia bailaban entre el optimismo y el miedo a un repunte. Algunos días no se reportaba ningún nuevo contagio. Otros, aparecían unos pocos. Las autoridades decidieron que había que conocer la situación real de la ciudad y tomaron la decisión de testar a toda la población.
En Wuhan pasaron más de 11 millones de personas por las pruebas de ácido nucleico. Aunque hay que matizar que las autoridades sanitarias utilizaron lo que se conoce como “prueba de grupo”. En cada análisis, combinaron las muestras de al menos 10 personas que se sometieron a los test. Eso significa que si se salía negativo, ninguno tenía covid-19. Pero si salía positivo, había que realizar un nuevo análisis, pero esta vez volviendo a hacer test a todas las personas a las que correspondían las muestras tomadas y luego analizarlas individualmente.
La misma “prueba de grupo” se llevó acabo en Pekín en junio tras el brote en el mercado de Xinfadi que dejó en total 335 infectados. Las autoridades habilitaron 474 puestos en los barrios de toda la ciudad para testar a más de la mitad de los 21 millones de habitantes de la capital de China, que la semana pasada bajó su nivel de emergencia tras más de 15 días sin reportar un solo caso de contagio. Hasta abrieron muchos de los cines que llevaban cerrados desde principios de febrero…
90 MILLONES DE PRUEBAS
En total, según los datos oficiales, en China se han realizado más de 90 millones de pruebas de coronavirus desde que comenzó la pandemia. Otra ciudad donde ahora se están realizando pruebas masivas a toda la población es en Urumqi, en la provincia de Xinjiang. Zhang Wei, director de la oficina de salud pública de la región, explicó ayer que más de 2,3 de los 3,5 millones de habitantes ya habían sido evaluados.
Y la última urbe del gigante asiático donde se ha declarado el “modo de guerra” y se va testar a toda la población es en Dalian (seis millones de habitantes), en la provincia de Liaoning, al noreste del país. El grupo de infecciones de Dalian se informó por primera vez el pasado miércoles, cuando un hombre de 58 años que trabajaba en una empresa de procesamiento de mariscos dio positivo. Ya se han encontrado una veintena de casos, rompiendo la buena racha de esta ciudad que llevaba 111 días sin reportar ninguno.
Hoy China ha registrado su mayor aumento de contagios diarios desde el 14 de abril. Una cifra, 61, que los expertos de la Comisión Nacional de Salud señalan que es por las pruebas masivas que se están realizando en varios puntos del país. De los 61 casos nuevos, 57 fueron transmisiones locales, 41 de ellas en la región de Xinjiang. En total, China continental suma 83.891 contagios y 4.634 muertos.
Mientras, en Hong Kong, siguen sumando casos y restricciones a su tercera ola de contagios. Este lunes ha sido el sexto día consecutivo con más de 100 nuevas infecciones. En total van por 2.778. El gobierno de la ciudad ha limitado la reuniones en lugares públicos de no más de dos personas y a partir de este miércoles se prohibirá comer en los restaurantes. Hasta ahora, las autoridades de la ex colonia británica han realizado 400.000 test, priorizando cuatro grupos de alto riesgo: ancianos y sus cuidadores, taxistas y empleados en los sectores de la alimentación restauración e inmobiliarios.
FUENTE: El Mundo.es