¡Se acabó!
Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
Hay luz al final del túnel o por lo menos hay los cimientos de que la actividad deportiva profesional -en este caso el fútbol- regrese poco a poco al mundo entero. Fueron semanas que se volvieron meses de una incertidumbre que trajo muchos daños y aprendizajes.
Aunque ya muchas ligas de fútbol están regresando a la actividad como en España y Alemania, podemos señalar que aún falta mucho, empezando por una vacuna, lo que hace que el deporte será con estadios vacíos.
Los equipos y los jugadores van a vivir otra realidad financiera y deportiva al no haber apoyo de los aficionados en la tribuna.
Hubo equipos que sufrieron con el paro deportivo, por lo cual han disminuido sus ingresos al igual que el de sus jugadores.
Como ejemplo está la Liga Mx, que regresa a finales de julio y estaba considerada la cuarta a nivel mundial en términos de asistencia a los estadios, con un promedio por partido de 25,000 aficionados.
Solo Alemania, España e Inglaterra están por encima de la liga azteca, por lo cual es muy evidente los retos a los que se van a enfrentar.
Aunque algunas ligas ya regresaron para terminar sus respectivos campeonatos se espera, por lo menos en el corto plazo, que surjan muchas noticias acerca de las nuevas maneras de hacer negocios con el deporte, tanto a nivel jugadores como a nivel patrocinadores. Así como las consecuencias de ésta nueva realidad en el fútbol profesional.
En México el regreso a la actividad futbolera está programada para el 24 de julio a puerta cerrada con varias novedades que reforzarían la idea de que el proyecto para 2026 pueda fusionarse con la MLS para crear una liga norteamericana que genere millones, ya no en pesos, sino en dólares.
Se calcula que cuando se fusionen ambas ligas el valor franquicia de un equipo mexicano que en la actualidad ronda los 25 millones de dólares, se dispare a los 100 millones o más. Un equipo de la MLS en la actualidad se cotiza en 300 millones de dólares su valor como franquicia.
Por lo pronto se fueron Morelia y Querétaro y pronto llegarán Mazatlán con un nuevo estadio y el Atlante, equipo histórico que anduvo peregrinando en la segunda división en Cancún, Quintana Roo, pero que todo indica que regresará a la Ciudad de México, donde nació y sin duda tendrá el reencuentro con una afición fiel del que una vez fue señalado como el “equipo del pueblo”.
Por otra parte, se eliminó el descenso y ante los estragos económicos la liga azteca tomó la decisión de que no haya contratos en dólares, además de que serán los propios jugadores los que paguen sus impuestos.
Esto quiere decir que antes los contratos eran de otra naturaleza y los equipos se hacían cargo de los impuestos de algunos jugadores, por lo menos de las estrellas, con lo cual sus ganancias eran netas sin recorte alguno.
Esta medida le va a restar atractivo a la liga mexicana porque muchos extranjeros se lo pensarán dos veces antes de considerar jugar en suelo azteca como una opción económica. Y ya se empieza a saber de que algunos jugadores sudamericanos han preferido buscar nuevos horizontes por esta nueva realidad.
Y ante este panorama de cambios inminentes, la gran pregunta es ¿ Cuál es el beneficio deportivo? Porque está claro las intenciones económicas, pero las de cancha hasta ahora no.
Hay que celebrar el regreso del deporte. Hay que estar atentos a las opciones que nos ofrecerán las plataformas deportivas y los canales de televisión para hacer más atractiva la experiencia de ver fútbol. La competencia será total y poniendo toda la carne en el asador.
Hoy el negocio está afuera del estadio. Pero hay que estar más atento a las consecuencias que traerán en lo deportivo toda ésta ola de cambios.
Por lo pronto hay motivos para celebrar, se acabó el ayuno.