En tiempos de coronavirus, la peor noticia llega por teléfono
Los familiares de los pacientes internados y en estado grave por el virus covid-19 no pueden ver a sus seres queridos. Los partes médicos les llegan tres veces por día por teléfono y si el enfermo muere, se enteran también mediante una llamada telefónica, así lo exigen los protocolos. Dos profesionales nos cuentan cómo se vive esta situación hoy día
Si perder a un ser querido en cualquier momento de nuestra vida es algo sumamente doloroso, en época de pandemia por el coronavirus es todavía peor. Nos enfrentamos a una enfermedad inédita, sin cura y sumamente contagiosa y las formas que hoy día se manejan por protocolo para enterarnos de cómo está un paciente y hasta si murió, es por teléfono. Sí, por teléfono.
No existe un parte médico personal ni mucho menos puedes ver al paciente. No está la mirada del médico que te diga si ha mejorado o no, no puedes ver su actitud corporal, todo es a través de la línea telefónica. Esta nota la escribimos para que tomemos todos conciencia de a qué nos enfrentamos y, en fase 3 de la pandemia, nos cuidemos más que nunca.
Sobre el tema platicamos con el médico intensivista Paul Cerda García, quien hoy trabaja en el área covid del Hospital Regional T1 y en el Centro Médico las Américas. También hablamos con la tanatóloga Reyna Gómora, quien nos da su punto de vista sobre cómo manejar el duelo en estas situaciones.
“Ingresar a un familiar en un área covid, es vivir con incertidumbre la posibilidad de no volverlo a ver”, arranca el profesional de terapia intensiva del covidario. Paul también nos cuenta que, por protocolo médico y de forma excepcional, los partes médicos de los pacientes que están en esta área se da por teléfono, sin excepción. “Los parientes de los pacientes son potenciales focos infecciosos ambulantes por haber estado en contacto con el enfermo, así que estos son los protocolos que se siguen”, nos explica.
Tres veces por día –a la 1 pm, 6 pm y 10 pm- los médicos de turno del covidario se comunican con un familiar designado del paciente para darles el parte médico. “Le informamos cómo va evolucionando y, en cierta forma, se prepara el camino para la noticia que se tenga que dar”, explica el doctor Paul.
El médico intensivista nos cuenta que el familiar que recibe el llamado nunca está preparado/a para que le informen de la muerte de un ser querido. “Son muertes inesperadas, la gente no está preparada, sin embargo hay casos en los que hay más aceptación que en otros. Hay quien llora y se desgarra en el teléfono y hay quien te dice que ‘Acepta la voluntad de Dios’”, relata el doctor.
También a un familiar se le entrega el acta de defunción en el hospital, hace un reconocimiento del cuerpo a través de un cristal y luego el cadáver es entregado a la funeraria para su cremación. No hay velatorio, nos explica.
Para la tanatóloga y psicóloga Reyna Gómora, la noticia de la muerte de un ser querido por teléfono es ultra delicada porque provoca un shock y un estrés inesperado. “Emocionalmente no hay ningún tipo de contención”, señala.
Para Reyna el teléfono es frío y, por lo tanto, la noticia será muy cruda y dura para los familiares. “Aquí hay un punto importante: el sistema de salud no es cercano a los familiares del paciente y regularmente hay quejas al respecto de ‘fue muy duro/a en la forma cómo me lo dijo’, por ejemplo. Sienten una gran frialdad de parte de los médicos y eso es necesario humanizar”, reflexiona.
Sin embargo, para Reyna hay formas de sobrellevar la situación: “La llamada es impersonal y fría, además del dolor de no poder despedirse del cuerpo por los motivos que ya todos conocemos. Sin embargo es fundamental que estos familiares cuenten con una red de apoyo y contención inmediata que, a pesar de que algunos no estarán para abrazarlos, lo podrán hacer por teléfono o videollamada. Es fundamental que se rodeen de personas confiables, aunque no haya contacto”, enfatiza.
La tanatóloga agrega que los familiares de la persona fallecida deben permitirse también esa contención. “Es importante que la reciban en esos primeros momentos después del llamado telefónico y se permitan ser contenidos y acompañados. Y cuando salgan de ese primer momento emocional, es fundamental que busquen ayuda con un profesional para que el impacto no sea más fuerte y cause un estrés postraumático que, si no es tratado, puede quedarse mucho tiempo en nuestro cuerpo”, concluye.- Cecilia García Olivieri.
(La foto es ilustrativaf, de internet).