Salir a la calle y volver a la escuela otra vez
En fase 3 y con más casos de coronavirus que nunca, el Gobierno de México no puede evaluar todavía que los niños – en “cuarentena a conciencia” hace más de un mes- salgan a jugar un rato a la calle y menos aún, puedan regresar a la escuela, aunque la fecha posible sería el 1 de junio. Sin embargo, en España ayer miles de niños en contingencia jugaron al sol después de 42 días. En China se incorporan de a poco a las clases otra vez. Aquí te contamos cómo lo hacen:
Después de 42 días de confinamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus, ayer domingo fue un día distinto en España. Uno de los primeros puntos de inflexión en la nueva fase de la contingencia fue la salida de los niños a la calle. El gobierno permitió que un adulto -con un máximo de tres menores de 14 años- dieran un paseo de una hora, en un radio de un kilómetro del domicilio y manteniendo dos metros de distanciamiento social con otros transeúntes. Hubo quejas y reclamos por el gentío que se vio en la calle, pero el gobierno las minimizó.
El aliviamiento del confinamiento de los menores ha provocado críticas, sobre todo en las redes sociales, a determinadas imágenes donde se podían apreciar niños jugando juntos -está prohibido-, los dos progenitores dando un paseo con los menores -sólo puede acompañarles un adulto- o grupos de personas conversando en la calle -en teoría no está permitido y se deben guardar entre dos metros y metro y medio-. Pero el Gobierno ha apostado por una estrategia positiva, mostrar satisfacción en cómo se ha ejecutado.
“El Gobierno está agradecido al 99% de los ciudadanos por su ejercicio de corresponsabilidad”, ha expuesto Salvador Illa (ministro español de Sanidad) que, no obstante, ha debido reconocer la importancia de incumplir las normas dictadas por Sanidad.
Desde las autoridades sanitarias, si bien el mensaje es de que este primer desconfinamiento se está ejecutando bien, advierten que incumplir las reglas puede suponer un retroceso, esto es, que se alteren las condiciones de salida de los niños. “No se deben producir más abusos, si el Gobierno permite un alivio debe hacerse en las condiciones que el Gobierno decreta”. Es decir, satisfacción pero también preocupación porque se produzca un relajamiento de las órdenes dictadas.
En todo caso, la primera jornada de los niños en la calle en esta crisis no se saldó con un aumento de propuestas de sanciones porque, según ha indicado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la labor de los agentes se centró más en la pedagogía que en la sanción, salvo en aquellos casos flagrantes. Es por ello que si el sábado 25 las propuestas de sanción en toda España fueron de 17.901, el domingo 26, ya con los niños en la calle, fueron 17.515. Es decir, incluso descendieron.
REGRESO A CLASES EN ORIENTE
Mientras en España, los niños salen por primera vez a la calle en más de 40 días, en China ya regresan a la escuela. Algunos lo hacen desde fines de marzo y otros recién ahora.
En la ciudad china de Hangzhou, además de mascarillas, todos los niños llevan sombreros de cartón con alas en los laterales que miden 1,5 metros. Los hay con formas de animales. Otros emulan la silueta de los coches animados de la película ‘Cars’. Pero todos cumplen su función: mantener a los niños distanciados unos de otros.
Esta mañana regresaron también a clases los chicos de noveno grado a la escuela de secundaria Luwan, en Shanghai. No llevan sombreros, pero entre los pupitres hay una distancia de más de dos metros. Antes de entrar a las aulas, el personal del centro toma la temperatura a cada alumno. Al terminar la clase, otra toma de temperatura y el personal de limpieza desinfecta toda la sala.
La misma escena se repite en otra escuela de secundaria en la ciudad de Hohhot, en la región de Mongolia Interior. Allí hay cámaras termográficas en todo el edificio. Y, dentro de las aulas, se han colocado mamparas individuales para separar unos pupitres de otros. Durante el recreo y la pausa del almuerzo, hay supervisores voluntarios que se encargan de que los críos y adolescentes cumplan la distancia social. En los colegios de la ciudad de Guang’an, en la provincia de Sichuan, los alumnos directamente se protegen los rostros con viseras de plástico. Y no pueden juntarse en grupos de más de tres personas.
MENOS DE MIL INFECTADOS
Desde finales de marzo, muchas escuelas de China han ido abriendo paulatinamente sus centros para reanudar las clases. Desde la propaganda oficial se mantiene la premisa de que la pandemia está controlada. Apenas quedan 800 infectados activos de los 82.827 contagios que se han reportado en el gigante asiático. Poco a poco, impera la vuelta a la normalidad y que los niños retomen las clases presenciales. Aunque, siempre, con los controles de temperatura y distanciamiento oportunos.
A partir de esta semana se reabrirán casi todos los colegios, incluidos los de grandes urbes como Shanghai o Pekín. En la capital, 254 escuelas de secundaria han abierto hoy sus puertas para dar la bienvenida a 49.979 estudiantes. En la provincia de Qinghai se han repartido por las escuelas 11 millones de mascarillas, 13.000 termómetros digitales y 1.054 médicos supervisarán estos días a los alumnos durante el comienzo de las clases.
En ciudades como Guangzhou, antes de comenzar las clases, se llevaron a cabo pruebas de ácido nucléico a 208.000 maestros y estudiantes de secundaria y bachillerato. En Wuhan, el epicentro del coronavirus, habrá que esperar unas semanas más para volver a ver las aulas llenas por el miedo a una segunda ola de contagios.
180 MILLONES DE ESCOLARES
Wang Qinnan, una profesora de la escuela Qianhuang International Middle School, en la provincia de Jiangsu, ha detallado las medidas concretas que están tomando en su centro tras la apertura de las clases. “Medimos la temperatura corporal de los estudiantes tres veces al día. Cualquier persona que exceda los 37,3° será aislado del resto de sus compañeros y el director lo comunicará a las autoridades sanitarias”, explica Wang. “Los maestros nos turnamos con los guardias de seguridad para medir también la temperatura a los alumnos. En el comedor, hemos organizado mesas de ocho personas donde sólo se pueden sentar tres. Y, por ahora, se han cancelado las actividades deportivas”, prosigue la profesora.
Fuente: Diario El Mundo (España).