“Siempre digo: Detrás del casco no existe género”
Majo Rodríguez tiene las cosas claras desde que tenía dientes de leche. Un día le dijo a su papá que quería ser piloto de autos y desde los 12 compite de forma profesional. Ahora hace rugir tractocamiones y hoy tuvimos la fortuna de verla en acción en Yucatán. Platicar con ella es un gusto, conózcanla:
Tenía ocho años cuando decidió qué quería para su futuro. Lo miró a su papá con esos ojos claros y transparentes que tiene y lanzó la frase matadora: “Pa, yo quiero ser piloto”. A los nueve años empezó en la categoría karts y a los 12 ya era una profesional de las pistas. Se llama Majo Rodríguez, es multifacética, y hoy tuvimos el gusto de verla correr tractocamiones en diseño Freightliner y fue un gustazo.
Encontramos a Majo en el Autódromo Emerson Fittipaldi, en el marco de la Súper Copa 2020 y F4, que arrancó en Yucatán y seguirá por distintas pistas del país. Simpática, platicadora, empática y sobre todo llena de pasión, nos contó cómo se siente en esta profesión y cómo les va a las mujeres en el automovilismo.
“Crecí en las pistas. Todo empezó por gusto de mi papá, él corría motos y autos como hobby y hasta arreglaba autos, y yo siempre lo acompañaba y disfrutaba mucho. Un día le dije ‘Pa, yo quiero ser piloto’. Tenía ocho años y él me empezó a llevar para que corriera en los autódromos, me daba couching para entrenar y a partir de los 12 años ya lo hice de manera profesional. Ha sido difícil pero siento que voy por buen camino”, nos cuenta.
Majo empezó en la categoría karts, luego corrió en autos tipo turismo (de calle convertidos a carrera) y ahora se dedica a hacer correr un monstruo verde chillón que realmente “chilla” cuando lo hace vibrar en la pista de tanto ruido que hace. Este tractocamión Freightliner es un camión tubular de competencia con carrocería de fibra de vidrio y cinco velocidades. Llega a correr casi 180 KPH.
¿Y cómo fue el cambio de auto a tractocamión? Majo nos cuenta todo:
“Fue muy chistoso. Un día me habló a la escuela Michel Jourdain (ex piloto y organizador de la Súper Copa) y me preguntó si quería correr tractocamiones porque querían que mujeres se dedicaran a esta disciplina. Yo sin pensarlo le dije que sí”, cuenta, divertida.
La primera fecha que Majo corrió un tractocamión fue en Guadalajara, en 2016. “Fue muy emocionante ver a estos monstruos, yo tenía 16 años y nunca había manejado algo tan grande, siempre manejé autos pequeños pero me divertí mucho”, recuerda.
Para Majo no hay imposibles y para muestra un botón: “Es fácil manejar un tractocamión, tiene su chiste, no te digo que no, pero no es complicado y en esta pista alcanzamos velocidad de 175 km, a pesar de que son tan grandes y toscos”, detalla.
MUJERES AL VOLANTE
Si de equidad hablamos, en el automovilismo mexicano todavía falta mucho y la piloto lo explica sin pelos en la lengua:
El automovilismo en México todavía es muy cerrado con el género femenino, hay mucho machismo. Sin embargo se han ido abriendo de a poco las puertas para muchas y la afición femenina también ha crecido”, señala.
Y nos cuenta que a nivel nacional existen sólo 10 mujeres pilotos con licencia de pista. Los hombres son 987.
“Somos muy poquitas, pero las que estamos somos aguerridas y le hacemos con pasión”, asegura.
En su experiencia personal, Majo explica que al principio le costó un poco congeniar con sus compañeros pilotos.
“Sí existía esa vibra de: ‘¿Cómo una mujer te va a ganar?’ Y hasta se burlaban. También me ha pasado que me peguen en la pista, pero ahora la cosa está pareja. Siempre digo la frase: ‘Detrás del casco no existe género’. Una vez que nos ponemos el casco, todos vamos por el primer lugar y ahora nos llevamos muy bien, hay buena amistad”, asegura.
¿Y que se viene para Majo este año? “Seguiré en las 10 fechas de la Súper Copa por distintas pistas del país y la próxima es Aguascalientes. También corro en la Nascar Pit y vamos a competir en toda la república”, agrega.
Y nos adelanta que, posiblemente, regrese a Mérida. “Es probable que se realice una competencia en un autódromo nuevo que están construyendo que será un óvalo. Ojalá se arme así volvemos”, finaliza, con su mirada transparente y una gran sonrisa.- Cecilia García Olivieri.