Buenas intenciones y malas actitudes en un ensayo de la OSY
Viernes Sudaca
Por @laflacadelamor
Esta crónica está llena de buenas intenciones pero la vida no siempre es así, sépanlo. Lo que para mí es bueno, quizás a ti no te agrade y así la vida…
Esta crónica tiene también el aire fresco de la mañana de hoy, cargada de música… Porque hoy es el Día de la Música y, en honor de su patrona Santa Cecilia, Mérida se llenó de melodías variadas que sonaron por todos lados y para todos. Y el día todavía no termina…
Aunque empezó bien, esta crónica sigue y termina en el Teatro Peón Contreras y fue un accidente de emociones que nos dejaron linda música, un sabor amargo de boca y unas disculpas aceptadas.
Porque hoy Sumario Yucatán fue al ensayo de la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) que, bajo la batuta del director invitado Miguel Salmón del Real, se prepara para deleitar esta noche y el domingo con Rossini, Vivaldi y Mendelssohn.
Y ahí encontramos a los músicos, desvestidos de gala y de pantalón de mezclilla y tenis, en pleno ensayo. Los observaba un público nutrido de variadas edades y sobre todo muchos estudiantes de distintas instituciones. Se veían enganchados, observadores y con el oído atento.
Con el permiso de personal de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, me llevaron al escenario para que tomara fotos y vídeos para ilustrar esta nota. Aclaro bien lo de “Con el permiso” porque no me metí sola en el backstage… Me guiaron hasta ahí, claro está.
Tras bambalinas, me lancé al escenario y lo recorrí en 180 grados, tomando las fotos que ilustran esta nota que estás leyendo. No tuve ninguna mirada de desaprobación ante las fotos que les tomé, claro, siempre de espaldas a varios de los músicos. Sin embargo, cuando ya me retiraba del escenario, un músico joven se volteó y me dijo, indignado, que yo no podía estar ahí. Le dije que me habían permitido entrar y salí del escenario.
Allí le conté al empleado de la OSY que me llevó hasta el escenario la actitud del músico medio enojado (creo que no le tomé foto, quizás esperaba eso, nunca lo sabré…) y el mismo empleado de la OSY que me había guiado hasta el escenario, me dijo que yo no tendría que haber entrado a tomar fotos porque “No se puede”.
“¿Y por qué no me dijiste que no entrara?” Le pregunté, con toda la naturalidad del mundo. Él volvió a insistir en que no se puede entrar al escenario y le volví a preguntar lo mismo. Es más, fui más osada y le dije: “Me tendrías que haber quitado del escenario si no correspondía estar ahí”. De él sólo recibí un silencio apagado y no lo vi más.
Inmediatamente terminó el ensayo y le dije a María José (otra chava que trabaja en la OSY) que quería entrevistar a algunos músicos. “Fíjate qué le preguntas, algunos son muy especiales”, me aclaró, con un poco de miedo en el timbre de voz. NO entendí el por qué.
Cuando regresé adonde estaba el público desconcentrándose, tuve el gusto de hacer dos entrevistas cortitas a chavos que fueron a vivir por primera vez en sus vidas la experiencia de ver a la OSY. Fue lo mejor de esta crónica, realmente, lo que ellos dijeron y sintieron:
“Venimos de la UTM, somos estudiantes de Megatrónica y es la primera vez que vemos a la OSY. Estuvo excelente y lo que más me gustó fue la diferencia del sonido entre los instrumentos de cuerda, aire y metálicos, la combinación que logran suena muy bonito”, cuenta Alfredo.
Yuridia coincide en todo y agrega: “Me gustó ver a los músicos así, sin estar de gala, porque demostraron más su personalidad mientras tocaban los instrumentos”.
De la Secundaria Técnica N° 74 nos encontramos a chavos de 14 años. “Es la primera vez que vemos y escuchamos a la OSY y fue muy bonito todo. Nos entretuvo y fue muy llamativo sentir la armonía que logran en el escenario”, cuenta Amayrani.
“Yo pagaría para verlos en concierto”, asegura David, convencidísimo.
Y ahora viene la parte fea de la crónica y de la que no tengo fotos. Porque cuando nos acercamos a los músicos para que contaran su experiencia en el ensayo, nos topamos con una pared de concreto que nos estaba esperando y formada por dos músicas (o tres) que me increparon a los gritos y sin dejarme hablar porque me había subido al escenario a tomarles fotos mientras ellas estaban trabajando.
Fueron, antes que nada, maleducadas ¿Saben por qué? Porque no me permitían hablar y explicarles que personal de la OSY me había permitido subir al escenario a tomar las imágenes. Exigieron que les diera el nombre de la persona (señalé al empleado que me llevó al escenario y que estaba lejos) y ellas siguieron gritando que yo había interrumpido el ensayo (la música nunca se detuvo mientras tomé las fotos, aclaro).
Estaban muy enojadas, se veían feas y amargadas y no puedo concebir que de sus manos, pulmones y cerebro salga linda música con esas actitudes tan hostiles. Pedí disculpas por si las incomodé y pedí también que un responsable de la OSY me llamara para hablar del tema.
Pienso en los chavos maravillados con la música y las veo a ellas, amargadas por unas fotos. “Chicas, tranqui, el ensayo estuvo genial y a los chicos les encantó”, me hubiese gustado decirles. Pero no escuchaban, sólo increpaban -nerviosas y descoloridas- sin música linda que les saliera del cuerpo y el alma y justo hoy, en el Día de la Música.
Gracias, Sally (responsable de prensa de la OSY) por llamarme y pedirme disculpas. Son aceptadas.- Cecilia García Olivieri.
Mejor vaya a pedir permiso a entrar a un ensayo de la orquesta típica Yucalpeten, ellos si son educados y buenos músicos.
Siempre pedí permiso, con la OSY también y por eso tomé las fotos. Voy a ir con la Típica, claro…
Súper tendiososa edta nota, cero periodismo, cero informativa, totalmente fuera de contexto.
Ale, no es una nota periodística, es una columna. Léela de nuevo… No, mejor no, dejalo así….
Definitivamente la hostilidad nunca es necesaria, pero antes de juzgar su reacción de una manera despectiva (llamarlas “feas y amargadas”), considera que probablemente a ti tampoco te encantaría que una persona desconocida entrara a tu oficina y comenzara a grabarte sin tu consentimiento mientras intentas concentrarte en tu trabajo.
Probablemente los músicos de la orquesta se sienten incómodos con este tipo de situaciones y claramente no es la primera vez que sucede. Recuerda que antes de ser artistas son seres humanos y que es completamente natural que en la brecha final de una semana intensa de trabajo y durante un ensayo general donde se revisan los últimos detalles para una presentación próxima a ocurrir se encuentran bajo un enorme estrés.
Creo que la próxima vez que tengas la intención de realizar un reportaje de este tipo, simplemente debes recordar tener un poco más de respeto por el espacio de trabajo de los artistas, tal vez hacer una cita con antelación con alguno de los músicos si tu interés es realizar una entrevista y asegurarte de tener claro qué está permitido y qué no durante tu visita.
Daniel, me autorizaron a ir al escenario a tomar las fotos. Es más, me llevaron hasta allí ¿Leíste la columna? AHí lo menciono…
Sí leí la columna y comprendo el argumento de que efectivamente tenías permiso para estar en el escenario y de que no fue tu culpa. Pero también sería fantástico que pudieras ponerte en los pies de los artistas, porque es probable que si de ellos dependiera jamás se permitiría subir a nadie al escenario mientras están intentando concentrarse en algo tan complejo como lo que están haciendo. E independientemente del permiso, para haber tomado esa foto desde detrás del tercer atril de las violas o aquella justo detrás del cornista puede que simplemente hayas estado demasiado dentro de su espacio y lo hayan percibido como algo invasivo. Estoy seguro de que los músicos de la orquesta son personas maravillosas y sensibles, se me hace muy injusta la forma despectiva con la que describes a dos integrantes solamente por una acción que claramente no fue un ataque personal, sino una reacción en defensa de su espacio personal, que tal vez fue excesiva, pero veo que en comentarios a esta columna incluso utilizas adjetivos como “patéticas”, lo cual se me hace completamente fuera de lugar.
gracias por el comentario, Daniel. Ya no aclaro más nada. No me lo merezco a mí misma. Lindo día.
¿Esto es un artículo o un berrinche de una periodista?
Además de estar muy mal escrito, es muy obvia la intención de hacer quedar mal a los músicos de la orquesta. A ningún artista le gusta que lo interrumpan en un ensayo, pero eso tu no lo sabes porque NO ERES ARTISTA.
Y, ¿qué es eso de “se veían feas y amargadas”?
Ignorante, grosera y mala para escribir. Qué buen combo.
Es una columna, Paloma. Leela de nuevo porque no entendiste nada. Me autorizaron a tomar las fotos, por eso estaba en el escenario. Y sí, las mujeres músicas que menciono muy feas, amargadas y sobre todo MAL EDUCADAS. Patéticas. NO leas más Sumario Yucatán, nos haces un favor.
Veo que la persona que escribe este texto tiene un ego grande. Revelar que le “pidieron disculpas y las aceptó” es reflejo de su afán de protagonismo. Un buen periodista debe saber que existen momentos en los cuales se deben respetar las reglas del lugar en el que está. Estaba en el Peón Contreras, no investigando un caso como Watergate. El buen periodista sabe escribir una nota de acuerdo con su creatividad y la forma de presentarla, no tratando de buscar conspiraciones en donde no hay.
Yo escribí el texto, está firmado. Yo viví la experiencia y, como es una columna firmada, yo soy la protagonista. Si entiendes algo de periodismo y literatura, sabrás que es así. No es una nota periodística lo que leíste, es una COLUMNA. Y léela otra vez porque no entendiste mucho. Me llevaron al escenario para tomar las fotos, nadie me dijo que no podía hacerlo. No busco conspiraciones ni veo cosas raras donde no las hay: Veo pésima actitud de dos o tres músicas y ya. Cero susceptibilidades, Erick, no es mi estilo.
Como joven músico te puedo decir que estoy de acuerdo contigo en esas discrepancias y la confusiones por parte del personal de la Osy, pero por lo que veo en tus fotos, estabas muy cerca de los músicos y eso puede ser un gran error, por más profesional que sean los puedes desconcentrar ya que la carga mental que genera cuando están tocando es demasiada y sin mencionar que es un ensayo general y que solo tuvieron 5 días para tocar esas obras, lo cual hacen cada semana. Te sugiero que antes de cubrir notas con este tipo de agrupaciones sean de música popular o académica, seas un poco más perspicaz a la hora de ingresar a un escenario, por lo general dejan subir a los medios antes o después de tocar, si quieres tomar evidencias para las notas(fotos y vídeo) te sugiero hacerlo desde las primeras filas y si realmente quieres tomas mucho más buenas, especifica al personal exactamente lo que harás y evita acercarte mucho a los músicos, su espacio personal es muy importante. No hace falta mencionar que también somo personas, que nos cansamos, que estamos haciendo nuestro trabajo y aveces es muy agobiante que nos filmen o fotografíen, pero descuida, hay muchos músicos son muy amables, tal vez solo te tocaron personas no muy gratas.
Gracias Eduardo. Igual me dejaron subir (ya lo expliqué un millón de veces) y aunque parezca muy cercana la foto, no fue tan así.
Hola! solo te quería comentar qué se dice músico tanto para hombre como para mujer, es: el músico o la músico, no las músicas como escribiste. Soy músico por eso te lo comento. saludos!!
Gracias por la aclaración! Y perdón por tardar en publicar el comentario, pensé que estaba aprobado.
Como te atreves a juzgarlas diciendo “feas,amargadas, y pateticas” ¿que te pasa? Que falta de profesionalismo, Y si te dieron permiso, viendo el ángulo que tomaste las fotos estas cerca de la oreja de muchos también sobre el arco de las cuerdas en otrasbviamente tenían todo el derecho a molestarse te ¿quien te crees?, ojalá den de baja esta columna.
“¿Cómo te atreves?” Parece de un culebrón la frase.. Te imagino con un vaso de whishy y un teléfono blanco diciéndolo… Me atrevo porque es una columna y porque me atrevo y ya, mujer… EL sitio lo manejo yo y no daré de baja la columna, te aviso. Así que puedes dejar de leer esto en 3.2,1…. Adióosssss
Chispas Ceci que mal me siento por ti, me parece que existen cosas en las que tienes razón, pero… en otras no estoy de acuerdo. En pleno siglo en el que se busca la igualdad y el respeto hacia todos y sobre todo hacia las mujeres, llamarlas “feas y amargadas” ” nerviosas y descoloridas” siendo tu una mujer, me parece totalmente fuera de contexto, racista misojino y eufemista tu comentario. “Me ofrecieron disculpas y las acepte” como bien comenta Erick Ruiz es mas que egolatra. Sinceramente mandaré una queja bastante fuerte al Sumario Yucatán y al gobierno del estado porque nada van a aprender esos chicos de 14 años a los que tanto a haces alusión, leyendo COLUMNAS (@laflacadelamor) que tiene cero respeto y absolutamente nada que enseñarnos hoy en día. Que pena por ti amigo, ibas bien y luego la regaste por completo.
¿Quién eres? Te conozco, Pilar? Por qué te enojas tanto? Es una columna de opinión. Igual puedes hacer lo que quieras. Vermouth con papas fritas y good show, como decía Tato Bores.
Todo lo tomas a broma? que inculta eres en verdad. “vermouth con papas fritas y good show” con razón escribes así, seguramente todo el tiempo estas drograda o hebria; eso explicaría muchas cosas.
Y no, definitivamente no me conoces, afortunadamente para mi, no me rozo con “seudoliberales, feminazis y retrogradistas de las que salen a las marchas a quemar y ha hacer pintas, exigiendo que se respete a las mujeres cuando son las primeras en ofender a las mujeres” por eso me enojo tanto. Insisto “que pena me das”
Mordiste el polvo, Pilar. Yo nunca te insulté y vos a mí sí. Y eres tan bruta que no conocés a Tato Bores, qué vergüenza, patético lo tuyo. No vuelvas a hacer un juicio de mi persona sin conocerme y desaparece inmediatamente de mi vista. Tú eres más descolorida, fea y amargada que las músicas, por lejos… Ah y no volveré a publicar un comentario tuyo.
Que pena Sumario de Yucatán que ya no dejen que uno exprese su opinión. No publicaron mi comentario, y aclaro que no contenia ninguna grosería, ni palabras antisonantes. Que verguenza!
Hago Sumario Yucatán sola y checo los comentarios una vez por día… Tranquila, mujer, ya está aprobado. No hay nadie ni nada en tu contra… Vermouth con papas fritas y good show, aunque no sé quién eres.