El hígado graso, próxima epidemia y los niños mexicanos están en la mira
Por un tema genético que aún se estudia, los niños mexicanos son propensos a tener hígado graso, una enfermedad asintomática que no tiene aún cura y puede llevar a casos de cirrosis hepática. La especialista Mercedes Martínez nos platica sobre un cambio de vida para prevenir o controlar la enfermedad
La próxima epidemia en enfermedades hepáticas ya tiene nombre: es el hígado graso y lamentablemente los niños mexicanos, por una cuestión genética, son propensos a padecerlo. No hay cura aún, sin embargo un cambio de estilo de vida contribuirá a apalear la enfermedad.
Así de directa fue la médica Mercedes Martínez, profesora asociada de pediatría en la división Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Infantil Morgan Stanley del New York Presbyterian, en Estados Unidos. La doctora está actualmente en Mérida en el marco del XVI Congreso Internacional de Pediatría, que se realiza hasta mañana sábado, en el hotel Holiday Inn.
Pero ¿Qué es el hígado graso? Le preguntamos a la especialista. “Es una enfermedad en la que hay depósitos de grasa en el hígado en distintos niveles y algunas veces produce inflamación que deriva en enfermedades más extremas como es la cirrosis hepática. Y en el caso de los niños mexicanos, observamos que, por cierta razón genética, están predispuestos a tener hígado graso y si a esto le sumamos el sobrepeso, la situación se complica”, detalla.
Y el tema se vuelve más escabroso cuando la médica nos explica que el hígado graso es asintomático. Esto significa que el pacientito no tiene síntomas, sin embargo para la especialista es fundamental que si el niño presenta sobrepeso, el pediatra debe enviarle estudios (análisis de sangre) para verificar si existe grasa en el hígado.
“Hoy día no hay un medicamento para la cura del hígado graso, sin embargo hay cientos de compañías farmacéuticas que tratan de encontrar una cura porque esta es la próxima epidemia de enfermedades hepáticas”, remarca.
Para la doctora Martínez, urge un cambio de vida. “Hay que tener una dieta apropiada… Esta es una generación que se pasa el tiempo sentada, jugando con los teléfonos o mirando televisión y los niños no hacen actividades físicas. La solución está en nosotros con un cambio de vida que incluya comida saludable, porciones definidas y más movimiento físico”, indica.
El hígado graso es hoy día un tema de conocimiento en la comunidad pediátrica internacional y para la doctora Martínez es fundamental que los médicos puedan conversar con las familias sobre el tema. “Hay padres que no quieren reconocer que sus hijos son obesos y lo que deben entender es que un niño de cinco años con sobrepeso tiene 10 veces más posibilidades de ser un adulto obeso”, concluyó.- Cecilia García Olivieri.