Buenas sensaciones
Columna: Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
Si consideramos que fue un ensayo -en el que se tuvo el tiempo para conocer jugadores y empezar a establecer un estilo de juego- los dos primeros partidos de la selección de México en la era de Gerardo “Tata” Martino, fueron ganados ante dos selecciones como Chile y Paraguay, que no pasan por su mejor momento, pero que fueron lo suficientemente competitivos para empezar a sacar conclusiones.
Ante el ojo inquisidor de la prensa y afición mexicana, el planteamiento de Martino fue aprobado como “bueno a secas”, por la intensidad que presentaron los jugadores a la hora de disputar el balón, en el entendido que buscaban llenarle el ojo al entrenador; la cantidad de goles anotados y sobretodo agradó el hecho de que desde un principio ya se estableció que el equipo azteca va a jugar con 4-3-3, buscando salir con pelota dominada, desde la virtudes de un portero que sepa jugar con los pies.
Estos dos partidos dejaron claro entre otras cosas que hubo lapsos del juego donde afloraron serias deficiencias en la defensa, así como buenos momentos al ataque. Además qué hay jugadores, muy jóvenes tal vez, que aún no están listos para jugar en la mayor de las selecciones mexicanas, en concreto Diego Lainez y el portero del Guadalajara Raúl Gudiño.
De ahí en fuera creo que vimos a muchos que serán la base del equipo para la Copa de Oro, con jugadores que ahora mismo están destacando con sus equipos en Europa y que son parte una renovación generacional.
Se entiende que Chicharito, Guardado y Layún van a estar en la selección porque aportan experiencia y respaldo para los jóvenes, pero difícilmente tendrán el protagonismo de antes.
Las nuevas figuras son El “Chucky” Lozano, Raúl Jiménez, Corona y es con ellos con quien Martino tiene que empezar a armar una nueva generación. Lo que no me queda claro es cuál va ser el objetivo: Que los jugadores mexicanos aprendan un nuevo sistema bajo la supervisión del “Tata” o que el entrenador se adapte al estilo de juego de los mexicanos.
Dos partidos no son nada para ver un cambio sustancial que ilusione. Hay que dejar trabajar al director técnico y esperar los resultados de la Copa de Oro. Lo que sí fue evidente es que ya no habrá experimentos en las posiciones de los jugadores. Se vio que se colocaron a jugadores donde habitualmente juegan en sus equipos. Tal vez por las circunstancias un par de modificaciones, pero nada a lo que se veía con Juan Carlos Osorio que, dicho sea de paso, nadie lo extraña.
Si se analiza al detalle el accionar del Tri, se puede sacar un par de conclusiones. La mayoría de los goles son producto de errores del adversario, lo que deja la duda de la capacidad de generar el fútbol de media cancha hacia adelante.
El planteamiento del entrenador no busca encontrar el hilo negro del fútbol, sino pretende que los jugadores jueguen presionando al rival desde la salida, buscando la recuperación del balón para facilitar el accionar del equipo.
Tal vez a México le faltó abrir más la cancha por las bandas, pero hay que tomar en cuenta que para esta convocatoria no se llamó a los que saben jugar por ese sector. Solo se convocó al “Chucky “ Lozano, que es un especialista, y al “Cone” Brizuela. Y los dos cumplieron con lo que se les pidió.
En conclusión, la presentación de la selección azteca bajo las órdenes de Martino generó buenas sensaciones aunque se sabe que falta mucho camino para echar las campanas al vuelo. Se empezó bien pero hasta ahí.
Pasando a otras cosas
Algo raro e inusual pasó en la pasada fecha FIFA y les explico porque: Argentina perdió ante Venezuela, Brasil empató con Panamá y Perú perdió con El Salvador. Esos resultados hablan de que las distancias se han acortado, un poco, o fue en espejismo de esos que no se ven todos los días. ¿Usted qué opina?
Si se aciertan distancia pero no por que crezca el nivel de los equipos, sino todo lo contrario, Argentina y Brasil han dejado de crecer y desarrollarse como solian hacerlo.
Mejor dicho, imposible. Gracias, Abril !!!