Hijos de los resultados
Columna: Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
Tal vez una de las posiciones más ingratas en el fútbol es el puesto de entrenador y más en estos tiempos en el que las redes sociales tienen un peso que sirve como referencia -además de los resultados- para la toma de decisiones por parte de los dueños de los clubes. Una mala racha, una mala percepción en las redes y se acabó el trabajo.
En todo el mundo entrenadores van y vienen y la Liga Mx no es la excepción. Pero este torneo de clausura 2019 ha sido particular por el número de técnicos cesados al llegar a la mitad del campeonato.
Un total de seis entrenadores han perdido el trabajo quedando a dos del récord de 2011. Si tomamos en cuenta los dos torneos en los que se divide el año futbolístico mexicano, la cifra aumenta a 13 cesados, un número escandaloso si consideramos que la liga tiene 18 equipos.
Hasta ahora los seis equipos que decidieron darle las gracias a sus entrenadores son: Pumas, Pachuca, Querétaro, Puebla, Morelia y Atlas. Todos estos equipos tienen algo en común. En algún momento del torneo tuvieron una mala racha, lo que motivó la salida de sus directores técnicos.
Muchos consideran que fue injusta las salidas de David Patiño de Pumas y de Enrique Meza de Puebla y fue atípica la forma en que le dieron las gracias a Rafael Puente de Querétaro, ya que no ganó ningún partido y aún así lo aguantaron hasta la jornada siete, algo inusual en el fútbol azteca.
Los entrenadores son hijos de los resultados, pero para poder llegar al “resultado” tiene que combinarse una serie de factores que van más allá de la capacidad del director técnico.
Hoy en día no basta con saber parar a un equipo en la cancha; hay que tener más “habilidades” como tener algo de psicólogo y liderazgo para que sepas dialogar con el futbolista, su entorno y la prensa.
Se busca que la persona que esté en el banquillo sea un gestor con personalidad que logre que un equipo de fútbol entregue buenos resultados maximizando su rendimiento, lo que se traduce en más gente en la tribuna y una mayor comercialización del equipo.
Cuantas veces hemos escuchado decir que un buen entrenador sabe unir al grupo y maneja el vestidor.
Se sabe que en el éxito de un equipo, el entrenador aporta un 25% , y en la derrota, el 100% es su responsabilidad. Y bajo esos parámetros cada día es más difícil la labor de un técnico, porque en cualquier momento te dan las gracias. Y no importa las campeonatos que hayas conseguido, o lo largo de una trayectoria. Lo que vale es el ahora.
De todas las historias de entrenadores de la liga Mx, la del Tuca Ferretti es un punto aparte porque el entrenador de Tigres lleva de manera interrumpida más de 20 años dirigiendo en diferentes equipos sin parar; con el orgullo de decir : “ yo me he ido, a mi nunca me han corrido”.
A nivel mundial existen entrenadores que se les conoce como de “élite” y básicamente trabajan en Europa al frente de los principales equipos del viejo continente. A mi gusto Pep Guardiola encabeza esta selectiva lista. El español ha sido campeón en España, Alemania e Inglaterra y no está claro cuál es su techo.
Existe otro tipo de entrenador que no necesariamente tiene mucho campeonatos pero que dejan escuela y son recordados por su manera de trabajar más que por sus éxitos. En este rubro destacan nombres como los argentinos Ricardo Lavolpe y Marcelo “el loco” Bielsa.
Curiosamente el país que más “exporta” entrenadores a todo el mundo es Argentina. Tanto a nivel de selección como de equipos. Solo basta revisar los “rosters” de los equipos para darse cuenta.
En resumen: debe ser muy apasionante estar al frente de un proyecto deportivo, por muy efímero que sea.