Ek Balam, la ciudad polícroma, nos espera para vivir la historia en carne viva
Llegaste a Ek Balam. Deja que el calor te abrace, que la humedad verdísima de la vegetación haga nido en tu cerebro, dale una profunda mirada de 180 grados a las construcciones de este emblemático sitio arqueológico en Yucatán y ahora: cierra tus ojos. Esos palacios, ese juego de pelota y esa Acrópolis de piedras clarísimas, ya te las puedes imaginar pintadas y ornamentadas de rojo, azul, amarillo, negro… Porque Ek Balam –Ciudad del Oscuro Jaguar o del Lucero Jaguar- era una emblemática ciudad polícroma y te está esperando para que la visites con novedades de próximos paseos eco-arqueológicos, avistamientos de aves y en breve inteligencia artificial… Sumario Yucatán se dio una vuelta y te cuenta TODO, pasen y lean:
No importa de qué parte del planeta seas. Si todavía no conoces el sitio arqueológico Ek Balam en Yucatán, te estás perdiendo de mucho, te lo aseguro.
Quizás no es el más renombrado de la Península de Yucatán al grado de Chichén Itzá, pero está muy cerca físicamente de ese sitio arqueológico y su historia todavía viva tiene mucho para contar. Muchísimo.
Ayer, en un recorrido que nos ofreció el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur) del Estado de Yucatán, vivimos la experiencia de ser parte de este asentamiento prehispánico que, además de ofrecer una arquitectura maya monumental en palacios, su Acrópolis maravillosa, juego de pelota, esculturas y jeroglíficos, también nos hace vivir la naturaleza a flor de piel de este lugar, que ya planea actividades de “eco arqueología” que te contaré.
LLEGANDO, LLEGASTE
El viaje desde Mérida es de poco más de dos horas y Ek Balam -Ciudad del Oscuro Jaguar o del Lucero Jaguar- te avisa que llegaste en calles que huelen a la deliciosa carne ahumada de Temozón. Justo ahí, en la comisaría comisaría de Hunukú encuentras este maravilloso sitio arqueológico de entre 12 y 15 kilómetros que, aunque parezca increíble, sólo tiene 1.2 kilómetros excavados, explorados y restaurados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).



La pregunta urge: ¿Por qué en 40 años de haber sido encontrado Ek Balam, sólo hay un 1,2 kilómetros excavados, explorados y restaurados? Y la arqueóloga Alejandra Alonso, encargada y coordinadora de este sitio arqueológico, nos cuenta:
“Como verán tenemos un 10% trabajado y queda muchísimo por hacer. Nuestro trabajo es de larga duración, de largo aliento y requiere muchos recursos en términos financieros, trabajo y personal y eso es insostenible en estos momentos. Por eso trabajamos ahora en mantener en óptimas condiciones lo que se puede visitar y disfrutar”, explica.
ÉRASE UNA VEZ…
Y como si fuera un cuento (sería fantástico que el INAH se sensibilice más en contar la historia), nos relata que Ek Balam fue el asentamiento donde vivió la dinastía de un señor-rey llamado Ukit Kan Le´t Tok, entre los años 900 al 1000 DC. Y aunque no es tan popular como lo es hoy Chichén Itzá, esta ciudad se convirtió en su momento en un poderoso y estratégico lugar económico, comercial y sobre todo cultural… Y lo más maravilloso es que hoy lo podemos visitar y ser parte de él.



“Además de ser ruta comercial que llegó a superar el poderío de Chichén Tizá, Ek Balam representó una “explosión cultural” y los motivos fueron su arquitectura tan variada y rica por su mezcla de tradiciones culturales importantes para construir y decorar… Es un mapa de las tradiciones culturales de la Península de Yucatán”, relata la arqueóloga.
También nos comparte que Ek Balam destacó en su escritura jeroglífica por la cantidad de textos que se descubrieron y se conservan. “Hablan del linaje de las familias y también de contactos con otras urbes con las que tenían alianzas económicas”, detalla.
Y nos habla de los colores… Maravillosos colores. Porque Ek Balam era una “ciudad polícroma”, así la define la arqueóloga: “Rojos, azules, verdes, amarillos y negros… Así de variados eran los colores que con los que pintaban los edificios, palacios y esculturas, sobre una capa de estuco en un aplanado de cal y arena. Ahora la piedra es blanca, pero imagínenla de esos colores…”, nos dice y cerramos los ojos y sin duda podemos imaginarla así de colorida y en medio del verde de la selva maya.


LO QUE SE VIENE
Ek Balam te invita a visitarlo todos los días del año, de 8 am a 4 pm. Actualmente los extranjeros pagan por la entrada $581, los nacionales $232, los yucatecos $100 y los domingos todos los mexicanos entran gratis. Además de recorrer las distintas edificaciones, sin duda te maravillarás con la Acrópolis, la más importante de este sitio, con habitaciones, esculturas y mucho más. Lo mejor es que hay novedades:
La arqueóloga Alejandra Alonso nos adelantó que están organizando paseos por senderos “eco arqueológicos”, en los que las y los visitantes podrán disfrutar con guías de la maravillosa flora y avifauna que rodea el lugar, además de la arqueología no restaurada pero ya visible, en este mar de historia viva.
“En 2001 recibimos en un año a mil vivistantes y ahora estamos en 160 mil al año. Somos la tercera zona arqueológica más visitada de Yucatán y la 11° del país. Trabajamos en mantener en buen estado lo que ya está abierto al público y habilitaremos nuevos espacios de visita en la Plaza Oeste, además de túneles y la Plaza Este”, adelantó.
Por su parte, Jose Clemente Escalante, director general del Patronato Cultur, nos compartió que planean recrear mediante inteligencia artificial cómo era la vida en Ek Balam en tiempos prehispánicos, para mostrarles a las y los visitantes cuando lleguen a este maravilloso lugar.
En Ek Balam también encontrarás excelentes guías para tu recorrido, te recibirán con una ceremonia maya de purificación y también podrás degustar comida, bebida y comprar artesanías. Nos están esperando.-Cecilia García Olivieri.
