“Ser mujer es lo más complicado”
…Dijo sin grises y directo al corazón Cindy Kantún, mujer de mar.
Ella es integrante del Refugio Pesquero de Celestún, es guardiana de la pesca furtiva en alta mar y trabaja con otras mujeres en un proyecto de protección y producción del canané.
Valiente, chaparra pero gigante, bronceada de sol, sal y mar y llena de vitalidad, Cindy es una de las tantas mujeres que participaron hoy en el Primer Encuentro de Acuacultoras Yucatecas que organizó la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de SISAL, de la UNAM y que fue tan productivo en intercambio de ideas y experiencias, que el año que viene se repetirá el evento con creces, aseguraron.
Y Cindy continuó: “Trabajamos en un área que siempre fue para hombres y somos pocas las mujeres. Sin embargo, gracias a la capacitación de distintas instituciones y a las ganas de aprender siempre, ya hay hasta mujeres buzas y que vigilamos la pesca furtiva, que es la mayor problemática en Celestún”, y detalla que ya hay tres buzas certificadas y 10 mujeres de mar que hacen vigilancia.
Y continúa: “No es fácil estar en alta mar porque te intimidan cuando vigilas la pesca furtiva, pero vamos en la lucha diaria para abarcar más espacios e involucrarnos más como mujeres en todas estas áreas”, señala.


También espera que puedan liderar proyectos de pesca deportiva y sus propias embarcaciones en el área turística.
Sobre el proyecto de producción y proteccíon del canané, explicó que lo retomaron (lo habían abandonado por alta de recursos) este año con apoyo de instituciones y trabajan duro para que sea un éxito.
Por su parte, el académico Manuel Valenzuela Jiménez detalló que, aunque no existe un censo, hay como 2 mil acuacultores en Yucatán y la mayoría son hombres. Sin embargo resalta que en las granjas trabajan sobre todo mujeres. “Yo creo que hoy día serán un 50 hombres-50 mujeres”, admitió.
Para Valenzuela la importancia de la acuacultura es “enorme” y que, de las 450 granjas que existen en Yucatán, sólo operan como 30.
“Además del cultivo de tilapia, hay que buscar más alternativas y ya se trabaja en la cría de mero y de robalo, por ejemplo. Esto será un detonante para los procesos de producción y el comercio, en los que tambén se capacitan a las mujeres y son muy buenas gestoras”, asegura.- CGO.

