Cómo abrazar a un adolescente y no morir en el intento
Hace cinco años escribí este texto que vas a leer y que vino corriendo a mi memoria porque hoy es el DÍA MUNDIAL DEL ABRAZO. Hoy también abracé a la hija que pronto cumplirá 19 y me vibró alto el alma. Abracémonos más… Hace tan bien….
Acérquese sigilosamente y por detrás de la persona adolescente abrazable. Sea discreto.
Sin previo aviso, rodéelo con sus brazos en un abrazo cerrado, sin escapatoria.
El adolescente, sorprendido, opondrá resistencia. No se desanime.
Agregue besos y palabras bonitas al abrazo, siempre apretado.
Dígale cuánto lo quiere y lo necesita. No espere que le conteste.
Recuérdele lo importante que es en su vida. Puede también evocar algún recuerdo de la etapa de la bebitud lejana o de la primera infancia, hágalo viajar en el tiempo a un lugar bonito.
Notará que el cuerpo del adolescente se relaja un poquito y se vuelve recíproco, empático. Probablemente no durará mucho este instante, pero usted lo guardará para siempre.
Quizás el adolescente hable y le conteste algo bello tipo “Yo también te quiero, ma”. Ahí usted se sacó la lotería.
El ejercicio amatorio no debe durar mucho tiempo, sea medido y no se vuelva intenso.
Suelte al adolescente y déjelo seguir su vida. Antes pregúntele si puede publicar todo esto. Si le da el sí, como en mi caso, considere que tan mal no está haciendo las cosas.
Te amo, hija .-Cecilia García Olivieri.