Cómo usar el “boludo” y no morir en el intento
Columna Viernes Sudaca
Por @laflacadelamor
Desde que regresé a vivir a Mérida, es innumerable la cantidad de veces que todos ustedes me han dicho “Boluda”. No las conté, pero fueron muchas.
La gente que me dice boluda lo hace de cariño, de eso me doy cuenta. Normalmente me ven de lejos y me gritan “¡Hola, boluda”! ó ¡Che, boluda!” o “¿Qué hacés, boluda? (todos imitando la tonada argentina, claro).
Yo me río pero como soy medio intensa, en el 85% de los casos trato de explicarles que “Está todo bien”, pero que boludo o boluda es, en realidad, un insulto. Chiquito, pero insulto al fin. Ojo, hay que aclarar que la palabra ha mutado y que hoy día se usa en otras expresiones y cuestiones que ya les contaré. Pero concretamente, si ven a alguien y le gritan con una sonrisa “Hola, boluda”, es como si le estuvieran diciendo, en su idioma: “Hola pinche persona”.
Boludo es una palabra argentina que significa -palabras más, palabras menos- tonto, estúpido, idiota. Trae en su interior una connotación de insulto despectivo. A mi modo de ver, nadie lo pudo definir mejor al término boludo que el maravilloso escritor y dibujante Roberto “Negro” Fontanarrosa cuando dijo que boludo es “Un pobre infeliz de poca inteligencia”.
Sin embargo los tiempos han cambiado y desde hace años el término va perdiendo su fuerza de insulto y se adecua a otras miles de situaciones cotidianas en la que usamos la palabra boludo. Pasa un poco como el “Cabrón” de ustedes, que es una palabra fuerte según cómo se use pero si estás platicando con un cuate y le dices: “Oye, cabrón, no sabes lo que pasó ayer…”, realmente no suena a insulto. Bueno, con el boludo pasa lo mismo.
Y buceando en internet, encontré algunos ejemplos gráficos para mostrarles otras formas de usar el boludo que, los que me conocen, seguramente me han escuchado decirlas. Es más, hasta a ustedes mismos se las digo, sin ningún ánimo de ofensa. Ahora el término se ha vuelto más desenfadado y aplicable a situaciones como:
Che, boludo, escuchame…
Modo introductorio para empezar una plática y llamar la atención del otro.
¡Boludaaaa, mirá eso!
Se dice abriendo los ojos grandes y mostrando sorpresa y emoción, normalmente es para mostrar algo bueno y positivo.
¡No te hagas el boludo!
Si le dices esto a alguien es porque ese alguien está haciendo exactamente lo opuesto a un tonto o boludo. Se está “Haciendo el boludo” para desentenderse de algo y tú te diste cuenta.
¡Cuidado, boludo!
Se usa en señal de alerta a un amigo o familiar sobre una situación. Es siempre una expresión buena onda.
¡Bo-lu-do!
Una de mis expresiones preferidas y muy usada. Se dice así, con pausa y sentimiento, para darle más punch y llamar la atención para que la otra persona esté atenta a lo que le vas a contar o mostrar: algo realmente bueno.
Vos sí que sos un boludo importante
“Boludo importante” es fuerte y sí se puede tomar como un insulto, pero si lo dices con risas y para desdramatizar, está todo bien. En cambio, si te refieres a alguien como “Mirá el pedazo de boludo ese”, ahí sí te volaste la barda.
¡Boludo, dejá de decir boludeces!
Se puede usar en tono amigable o a modo de chiste para callar a alguien durante una discusión. O no.
Vamos a boludear un rato
Es una forma amigable y liviana de invitar a alguien a hacer algo, distraerse o relajarse. Boludear es la antítesis de hacer algo importante o por obligación. Boludear es lindo.
Me cae re bien el boludo ese
Llamar “boludos” a los amigos o a las personas cercanas puede llegar a ser una demostración de cariño bastante habitual, aunque no parezca. Siempre hay que clavarse en el contexto en que se dicen las cosas, claro. Y no, no le decimos boludo cariñosasmente a cualquiera, sólo a la gente que queremos.
Y de colofón, les voy a spoilear el final de la “Fábula del Boludo”, escrita por el Negro Fontanarrosa, como para cerrar la idea:
MORALEJA :
‘El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser boludo delante de un boludo que aparenta ser inteligente”.
Por su atención, muchas gracias. Esta boluda se va a boludear un rato.