El arte del punto justo de sabor y dulzura para vivos y muertos
En palanganas y platitos de plástico reposan ellos: brillosos, con texturas increíbles y colores que van del amarillo clarito, pasan por el naranja y llegan a un amarronado oscuro, empapados en un almíbar espeso que les da una luz tremenda… Y un sabor que ni les cuento.
Son los dulces en almíbar yucatecos, tradicionales y obligatorios en los altares para celebrar a los Fieles Difuntos justo ahorita, en pleno Hanal Pixán. De calabaza, yuca, cocoyol, papaya, nance y ciricote ahí están en exhibición y, en cuestión de segundos, terminan en bolsitas de $25 para decorar altares de muertos o calmar antojos de vivos.
Laureana me cuenta que el dulce de calabaza tarda cuatro días en llegar a su punto justo y hacerlo es todo un arte a base de azúcar, cocción a fuego de leña, paciencia y mucho amor.
Natalia labora en el puesto del mercado Lucas de Gálvez con ella (en la mayoría de los puestos trabajan mujeres, quienes también hacen los dulces) y comparte que estos días están vendiendo muy bien y, aunque pasen las celebraciones de Hanal Pixán, la gente sigue prefiriendo estos dulces tradicionales, no importa la época del año ¿Los probaste? – CGO.