En primera persona, la mastrografía de una “mamá de teta grande”
Más que el miedo al dolor físico, Elena sentía miedo a un diagnóstico que a todas nos congela la sangre: el cáncer de mama. Y a pesar de que pasó una década de la primera vez que debía hacerse la mastografía, esta “mamá de teta grande” se dijo: “Tengo que averiguar todo” y fue tras su estudio y su diagnóstico, con una entereza titánica ¿Es tarde para hacerse una mastrografía? ¡Nunca! Aquí Elena nos comparte su experiencia, no se la pierdan:
Soy Elena, soy mamá de teta grande y por primera vez me hice una mastografía…
Debo confesar que mis hermanas siempre me hicieron bullying por el tamaño de mis senos y mucho tiempo me acomplejé, hasta que entendí y decidí usarlo a mi favor y apenas este año me hice mi primera mastografía.
Incluso una de ellas me regaló el libro de Fernanda Familiar al que hago alusión (“Mamás de teta grande”) y oincido con la escritora en el significado que le da a esa frase:
“Las mamás de teta grande somos las mujeres que entregamos hasta el último aliento para ver bien al otro, mujeres que proveemos y resolvemos, que atendemos las necesidades de todos y ¡nos vemos bien felices!”
Sin embargo, para poder hacer lo anterior que menciona Fernanda es de suma importancia que estemos sanas, que realicemos periódicamente un chequeo médico y no solamente cuando se acerca la conmemoración del Día Internacional contra el Cáncer de Mama.
Confieso que me hice la mastrografía al calor de mi amiga Ceci, pero desde hace 10 años debí empezar a realizarme el estudio y es que a veces la desidia, el pretexto de la falta de tiempo o el miedo nos impide hacer lo que debemos hacer en tiempo y forma.
Y sí, sentí algo de miedo y preocupación cuando me avisó que ya teníamos cita para el 20 de octubre por la tarde para hacernos la mastografía. Traté de no pensar en eso hasta el mero día, sin embargo, ahí estaba en mi mente y me dije: “Tengo que averiguar todo”.
Debo aclarar que el miedo no era al dolor físico, mi umbral del dolor es alto… Era pensar en que pudiera ser diagnosticada con cáncer y eso sí es aterrador.
Algunas mujeres amigas me dijeron que sí duele y otras que no. Les diré la verdad en la que coincidimos la gran mayoría: ¡NO DUELE!
Fuimos al Centro de Atención Médica a la Mujer del Ayuntamiento de Mérida y fue una grata experiencia. Tanto la enfermera que hace la palpación como la radióloga que realiza las placas, fueron muy amables, nos dieron toda la información, un trato respetuoso y delicado, pero sobre todo te dan confianza para que te relajes y puedan realizar bien su trabajo.
A todas las mujeres a partir de los 40 años les recomiendo que se hagan esta prueba, no duele, no es cara (de hecho en octubre es gratis en este centro), sólo hay alguna incomodidad por la posición en la que te ponen para sacar las placas de rayos X y dura unos instantes.
Tenemos que realizarnos esta clase de estudios médicos, así como el papanicolaou, si amamos a nuestros hijos debemos realizarlos. Somos muchas las mujeres que somos cabeza de familia y que somos también mamás de teta grande.
(El Centro Médico de Antención a la Mujer está en la calle 188A x 141A y 143, en la colonia Emiliano Zapata Sur. El teléfono es 9994 296653).