“Vórtice” y la posibilidad de cambiar el pasado
Columna Lunes Sudaca
Por @LaFlacaDelAmor
“Vórtice” (“Vortex”) no se anda con vueltas y va directo al grano. Con drama, suspenso y ciencia ficción, plantea “de una vez” la posibilidad de cambiar el pasado desde un futuro cercanísimo. No es pretenciosa ni su trama es estrepitosa, se mueve entre buenas actuaciones, en un pueblo pegado al mar, con clima medio inhóspito y muchos días nublados… Así que a uno le dan ganas de darle chance a esta miniserie francesa que ya la rompe en Netflix. Y todo fluye de maravillas.
Estamos en 2025 y al comandante Ludovic “Ludo” Béguin lo mandan a investigar el caso de una mujer víctima de un ¿suicidio o crimen?, cuyo cadáver aparece en la playa de Corsen, justo en el mismo lugar donde 27 años antes, la esposa del policía apareció muerta cuando cayó “por accidente” de un acantilado. La situación es triste y complicada para Ludo, pero sigue en el caso.
El tema es que los drones que sobrevuelan la zona capturan información vital para reconstruir la escena mediante realidad virtual. Entonces, cuando Ludo se interna con unos lentes especiales en esa “playa virtual”, algo pasa, un elemento anómalo invade ese espacio recreado y Ludo descubre allí a Mélanie, su difunta esposa, pero viva y en 1998, pocos días antes de su muerte. Y puede interactuar con ella. Una locura.
Y Vórtice va más allá: se mueve con cintura entre lo policial y la ciencia ficción para construir un laberinto temporal en el que Ludo en 2025 y Mélanie en 1998 pueden actuar entre pasado y presente para desviar y corregir sus historias con una consecuencia ineludible: el famoso efecto mariposa.
¿Es posible recuperar lo perdido sin perder ahora lo construido durante una vida entera? Porque todo lo que Ludo haga para evitar la muerte de su esposa en 1998, tiene consecuencias en su presente, 27 años después. Ahora, el policía tiene 52 años, crió a la bebé que tuvo con Mélanie y la chica se convirtió en una exitosa médica. Ludo se casó otra vez, es feliz y tiene un hijo pequeño… Todo ese mundo estable que construyó se empieza a modificarse a raíz de los encuentros virtuales que tiene con Mélanie, asediada con la inminencia de su muerte y la necesidad de descubrir qué le ocurrió a ella, a la muerta que apareció en 2025 y a otras…. Todo lo que Mélanie haga, mueve el futuro de Ludo y así… En loop.
Cosas interesantes que tiene Vórtice: La trama no se clava en viajar a través del tiempo, sino en descubrir a un asesino. Hay ciencia ficción, pero no todo pasa por ahí. Por eso, otra cosa buena que tiene Vórtice es su guion, con subtramas bien pensadas, giros precisos y resoluciones no predecibles, sobre todo cuando hay “efecto mariposa” en el medio.
Otra cosa interesante de Vórtice es la mirada que tiene del amor, lejos del “romance” y más cerca de la complicidad y un sentimiento auténtico, verdadero y puro para hacer sentir bien a la otra persona y viceversa, más allá del tiempo y del espacio.
Vórtice me atrapó de una vez y no me soltó hasta el final, que me sorprendió un emocionó un poco y eso fue para mi un gran plus.
Entonces… Otra vez la preguntita ¿Es posible recuperar lo perdido sin perder ahora lo construido durante una vida entera? Yo creo que sí podemos transformar el mundo con nuestras acciones, contra todo lo previsto y lo anticipado.
¿Ustedes qué opinan?- Cecilia García Olivieri.