Niñas con discapacidad: ya no más invisibilizadas
La asociación civil yucateca Kóokay ganó un fondo fiduciario de Naciones Unidas para el programa “Rutas de Prevención y Atención a la Violencia contra las Niñas con Discapacidad”. Hoy arrancan los trabajos que llevarán tres años y María Teresa Miyar, coordinadora del programa, nos cuenta todo
Llegó muy temprano y enseguida se puso a coordinar el evento, porque si para algo es buena María Teresa Miyar Bolio es para eso: coordinar.
Sin embargo, cuando los funcionarios, académicas y activistas subieron al estrado a presentar la implementación de las “Rutas de Prevención y Atención a la Violencia contra las Niñas con Discapacidad en el Estado de Yucatán”, ella se quedó abajo.
“Si eres la coordinadora del programa ¿Por qué no subiste al estrado?”, le preguntamos. “Porque no es importante”, respondió, sin dudarlo y con una sonrisa.
María Teresa es historiadora, antropóloga y está hace años abocada a trabajo social por y para la gente. Esta mujer de mirada clara, inquieta y muy platicadora nació en Cuba y vive hace más de 30 años en Yucatán, de donde es oriunda su madre.
En plática con Sumario Yucatán, nos cuenta que cuando trabajó para Naciones Unidas conoció a la asociación civil yucateca “Kóokay, Ciencias Sociales Alternativas”, que recientemente ganó el Fondo Fiduciario de Naciones Unidas para la implementación del programa que tiene como fin eliminar la violencia contra las niñas con discapacidad.
Desde hace cuatro años colabora con ellos y hoy es la coordinadora del flamante programa (el único que ganó el fondo fiduciario en todo México), con la participación de autoridades municipales, estatales, académicos, integrantes de la sociedad civil, papás y mamás y, por supuesto, la voz de las niñas discapacitadas, clave para llevar todo esto al cabo.
“Las niñas con discapacidad son un sector vulnerable e invisibilizado de la sociedad y decidimos construir estas rutas con todos los actores involucrados: gobierno, sociedad civil, padres y madres de familia y por supuesto las niñas con discapacidad”, nos cuenta.
El programa se llevará al cabo en tres años y tendrá como foco cinco municipios de Yucatán: Mérida, Valladolid, Ticul, Motul y Tizimín. La idea, claro, es implementarlo luego en todo el estado.
“Analizamos cuáles son los espacios donde las niñas son víctimas de más discriminación como el ámbito educativo y de salud, donde se las vulnera por sus mismas discapacidades. El programa arranca hoy en Mérida con cinco seminarios sobre sensibilización en derechos humanos. Se realizarán en cada uno de los municipios mencionados”, detalla María Teresa.
“¿Y qué sigue?”, le preguntamos. “En junio empezamos los talleres participativos de construcción de las rutas con todos los actores involucrados. Luego vamos a pilotear las rutas con los actores y con las niñas con discapacidad para que ellas nos digan si son claras, si sirven, si aportan. Queremos hacerlas sentir parte de la ruta de construcción”, remarca.
El programa seguirá con el armado de manuales y durante el último año, la coordinadora explica que se realizarán campañas masivas en medios de comunicación como redes sociales, radio y televisión.
“Junto con el proyecto se generará una base de datos que nos va a aportar información sobre ámbitos de violencia y sobre cuáles son los estereotipos de violencia hacia las niñas con discapacidad. Esto nos permitirá reunir datos duros porque no hay. Sabemos que existen en Yucatán muchos casos de niñas violadas pero no sabemos cuántos son. En los algoritmos de la Secretaría de Salud no se contabiliza de acuerdo a una discapacidad”, indica María Teresa.
¿Ejemplos de violencia hacia niñas con discapacidad? Hay muchos, nos cuenta. “Desde que no la atiendan o demoren en hacerlo en una institución de salud, hasta que no existan rampas en hospitales o escuelas; que sean maltratadas por otros alumnos o maestros, que no puedan leer carteles en braile en instituciones, que en la escuela no puedan tomar agua del bebedero porque está alto hasta que sean víctimas de violaciones sexuales”, enumera.
María Teresa agrega que se analizará información no sólo de niñas (de seis a 12 años) sino también de niños con discapacidad. “Las rutas van a servir para todas y todos”, concluye.- Cecilia García Olivieri.
(En la foto de portada, Nancy Walker, presidenta de Kóokay AC, se dirige al púbico durante la inauguración del programa).