“La mente puede romper muchas barreras que nos imponemos”
Hay personas que suman, personas que sí, personas con una mente transparente que lo bueno que hacen, te llega. Así es Carlos Franco, un yucateco nadador que acaba de realizar una hazaña enorme: Se metió al agua en Europa y apareció en África. Es el primer mexicano en cruzar el Estrecho de Gibraltar en un tiempo récord de dos horas y 43 minutos y el tercero en el mundo en lograrlo en ese tiempo. En esta entrevista, lo que Carlos tiene para contar de su tremenda experiencia, te puede sumar y mucho. Pasen y lean:
Un hombre de Yucatán cruzó el Océano Atlántico en avión, tocó tierra en la isla española Tarifa, se metió al mar, nadó, nadó y nadó durante más de dos horas, cruzó el Estrecho de Gibraltar y apareció en Punta Cires, Marruecos. Fueron más de 15 kilómetros de brazadas, mente positiva, oración y amor al prójimo. Y claro, lo logró y con creces.
De un continente a otro, uniendo Europa con África y en dos horas y 43 minutos, el nadador yucateco Carlos Franco celebra hoy desde Mérida la hazaña de ser el primer mexicano en lograr este tiempo récord en la travesía del Estrecho de Gibraltar y el tercer ser humano en el mundo en lograr en este tiempo ¿Difícil? Sí… ¿Imposible? Jamás, porque para Carlos esa palabra no figura en su vocabulario y vive, respira y contagia pasión cuando habla de lograr retos, de cumplir metas y sobre todo de chambear con cuerpo, corazón y cerebro para lograrlo.
Recién llegadito del viejo continente y con la energía que contagia a flor de piel, Carlos platicó con Sumario Yucatán y el mensaje que trae sirve y mucho porque lo puedes aplicar a todo en tu vida. Los imposibles para este hombre yucateco no existen -aunque te lo digan- y si tienes claros tus objetivos, trabajas duro en ellos y eres resiliente, siempre habrán logros cumplidos y recompensas. Por ahi viene esta plática bella. Pasen, lean y notícense que próximamente este nadador tropical nadará en las gélidas aguas de la Antártida:
Defínete en pocas palabras ¿Quién es Carlos?
Es un soñador… Una persona que trabaja duro para lograr sus metas y se apasiona en todas las actividades que realiza.
No hay dos sin tres, ni tres sin cuatro (ya cruzó el Canal de la Mancha entre Reino Unido y Francia, siguió con la vuelta a la Isla de Manhattan en Nueva York, y luego fue a nadar de Isla Catalina a California) ¿Cómo fue esta cuarta experiencia de nadar en aguas abiertas y cruzar el Estrecho de Gibraltar?
Todo es un proceso de años para lograr una travesía así. Fue una experiencia de mucho éxito y bendecida, con condiciones favorables, aunque al principio no fue tan así, pero luego mejoró. Con mucha fe, trabajo duro y ahínco nos convertimos en récord mexicano con un tiempo de 2 horas y 43 minutos y también el tercer registro mundial de mejor tiempo de la historia en cruzar el Estrecho de Gibraltar desde 1928 a la fecha.
¿Cuánto de preparación física y cuánto de preparación mental?
Física 100% y mental otro 100%… Tienes que estar con toda la fuerza física, mental, mucha fe y que la naturaleza te permita realizar la travesía, porque si la naturaleza dice que no, no hay poder humano que pueda con ella.
¿Qué te pasa por la cabeza cuando sales, cuando estás a mitad de camino y cuando estás cerca de llegar?
Cuando salgo mi menta está concentrada en el nado, la adrenalina está al máximo y me encomiendo a Dios. En la mitad de la trayectoria, empiezo a pensar en la técnica y en cómo va evolucionando mi nado. Yo rezo mucho cuando estoy nadando y voy pensando porqué lo hago. En este caso hice “Brazadas con causa”, para reunir alimentos para familias vulnerables de Yucatán y en eso pensé en la mitad de la travesía. Cuando estoy por llegar siento la satisfacción de que todo trabajo duro tiene su recompensa y en lo que le doy a México y Yucatán con este tipo de nado. Si Carlos Franco lo hace, cualquier persona en el mundo que se lo proponga puede hacer lo que quiera.
El trabajo que haces es solitario, pero no ¿Cuánto vale tu equipo?
El nadador es el motor que tiene los brazos, pero el equipo es la maquinaria. La capitana de barco es la que coordina las condiciones para hacer esta travesía maravillosa guiándonos en el camino. Ella se llama Cristina y es española. Y Nora Toledano es mi entrenadora, quien me guió y me abasteció (con electrolitos, proteínas y agua cada 35 o 40 minutos) durante el trayecto. Además, nadé con tres mexicanas (Cynthia Aguilar, Mónica Ramírez y Paty Guerra) y es más difícil nadar en tándem, pero lo logramos e hicimos una travesía impecable. Las chicas rompieron el récord mundial femenil en cruzar el Canal de Gibraltar en ese tiempo.
¿Quién puede cruzar el Canal de Gibraltar?
Cualquier persona que se lo proponga tiene la facultad para nadarlo. Yo tuve que esperar siete años para que me dieran fecha porque es un cruce emblemático y muchos nadadores de aguas abiertas quieren hacerlo. Si tienes la capacidad, el sueño y eres resiliente, estarás preparado cuando la oportunidad se presente.
¿Qué se viene para Carlos Franco?
Mi meta es nadar en aguas gélidas, ya probé el frío y me gustó. Me próximo reto es nadar en la Antártida y seré el primer mexicano y la primera persona del mundo que se prepara en un clima tropical. Viajaré hasta Ushuaia (en Tierra del Fuego, Argentina) y de ahí tomaré una embarcación para llegar al lugar. Próximamente les daré más detalles sobre este reto, que será en un tiempo muy cercano.
¿Cómo te sientes después de este logro y qué crees que nos dejas a nosotros?
Me siento muy satisfecho, sobre todo porque un mes antes de la travesía tuve una bronquitis tamaño monstruo y tuve que dejar de entrenar. Pero la preparación que tuve durante toda mi vida en nado abierto me ayudó y la mente puede romper muchas barreras que nos imponemos los seres humanos.
A la gente le dejo una experiencia de vida para plantearse metas y perseguir grandes retos. Que me vean como una persona con deseos y pasión para lograr lo que se planteen. Y que nadie te diga que no se puede hacer algo porque mi legado es que “no hay imposibles” siempre y cuando se trabaje duro para visualizar y lograr las metas.- Cecilia García Olivieri.