Autocrítico, el senador yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín remarca que 2022 fue un año de pocos logros legislativos porque cayeron en el juego del Gobierno, con la política electoral metida a fondo. Pero ve una luz en el camino para 2023 y aquí lo cuenta. También opina, en un vídeo, qué retos espera para México, Yucatán y para él mismo para el año que viene:

Con una fuerte autocrítica a su labor legislativa y a la de sus colegas, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín arranca, sin medias tintas: “Hemos caído en el juego del Gobierno y ese es el balance de este año legislativo”. Y serio, continúa: “Fue un año en el que el Gobierno nos metió por completo en su juego con premisas como ‘Sí o no’, ‘blanco o negro’, ‘conmigo o contra mí’ y esto nos llevó un año con pocos logros legislativos”, admite.

Para el senador yucateco, además de ser 2022 de muy pocos logros legislativos reales, la política electoral estuvo metida a fondo. “Hubo resultados importantes como el matrimonio igualitario y algunas cuestiones de salud, pero todas sujetas a una cláusula de ‘disponibilidad de presupuesto”, aclara.

Otro tema que quedó congelado para Ramírez Marín es el de la legalización de la cannabis porque, dice, “No le sirve en estos momentos al partido del gobierno el ruido que traería y ahí queda, congelado el tema”, mientras enfatiza que otros países avanzan con el tratamiento y legalización del cáñamo que, en el caso de México, beneficiar la economía del campo.

¿Y qué van a hacer en 2023 para revertir esta situación? Le preguntamos y contesta: “Tenemos que llevar esa autocrítica a la Junta de Coordinación Política y decirles que por favor saquen las elecciones del trabajo legislativo para darle prioridad a otros temas”.

Y continúa: “Mientras nosotros pensamos en nuestros partidos y a las elecciones, la sociedad sigue caminando y cuando queramos hacer algo, va a ser demasiado tarde”, concluye.