Violencia
Columna Pase Corto
Por Roberto Acevedo Acosta
Hoy fue Querétaro, pero ya sucedió antes en San Luis Potosí, Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara, etc… Y seguirá pasando mientras los equipos mexicanos de fútbol solapen, toleren y hasta promuevan a las barras bravas, que supuestamente son parte de su “animación”.
La violencia que vimos en Querétaro no es diferente a lo que se vio hace no mucho en Monterrey, cuando un grupo de seudo-aficionados amedrentaron a los jugadores de Rayados por los “resultados” del equipo. Muchas veces se nos olvida que solo es fútbol. Ni tu país, ni tu ciudad, ni tu colonia va de por medio. Mucho menos tu dignidad o tu persona. Es un lindo deporte que ha sido secuestrado por unos delincuentes que se esconden detrás de los colores de un equipo para agredir a otros solo por usar una playera diferente.
La solución la tienen los propios equipos y la Liga Mx, pero les tiembla la mano. No sé si es porque es muy caro detectar y sacar a los delincuentes de los estadios. No sé si es por temor a las represalias de estos vándalos. Vaya usted a saber los porqués, pero esto se tiene que parar.