“La culpa y responsabilidad debe ser redirigida al agresor, no a la víctima”
Nadie mejor que ella para hablar de violencia sexual digital. Porque la vivió en carne propia y porque, gracias a su espíritu lleno de fortaleza y un gran ímpetu frente a la adversidad, logró que en México la violencia digital sea considerada un delito penado por la ley. Se llama Olimpia Coral Melo, es la precursora de la Ley Olimpia y hoy nos platica de todo y hace hincapié en la violencia sexual digital que se vive en Yucatán. Pasen y lean:
No sé realmente si Olimpia Coral Melo Cruz logra dimensionar quién es, qué hizo y qué hace por y para las mujeres. Puedo adivinar que sí es consciente de esto cuando dice: “Mi nombre estaba relacionado con un vídeo sexual y ahora está relacionado con una ley. Eso también es un tipo de justicia”.
Seguramente la conoces o escuchaste hablar de ella: Tiene 27 años y en 2013 fue víctima de violencia sexual digital cuando un agresor la exhibió en redes sociales. En ese momento se vida cambió para siempre… Y a tal grado que hoy y gracias a ella existe la Ley Olimpia en México, que reconoce a la violencia digital como un delito penado por la ley. Gracias a Olimpia y a su ley, se hace justicia.
Esta mujer que integra además dos colectivas feministas que asesoran, apoyan y ayudan a mujeres víctimas de violencia sexual digital nos comparte en esta entrevista un poquito de su vida y nos permite ponernos en sus zapatos, empatizar con ella para entender qué es la violencia digital y porqué es necesario manifestarse, hablar al respecto y luchar por justicia.
Además, Olimpia nos da su punto de vista sobre lo ocurrido recientemente en nuestro estado, donde un grupo de 1,280 alumnos de universidades como la Anáhuac, Marista, Modelo y Tecnológico de Mérida intercambiaban imágenes, vídeos y opiniones con contenido sexual sobre estudiantes de la Anáhuac SIN SU CONSENTIMIENTO. La creadora de la Ley Olimpia espera que las víctimas se contacten y está totalmente a su disposición para lo que necesiten.
Conozcan a Olimpia, seguramente después esta nota, vas a entender mucho más qué es la violencia digital y porqué es tan importante que ya no exista:
Defínete en pocas palabras, como si fuera un tweet.
Soy hija de Josefina, nieta de Teresa, bisnieta de Leonila, tataranieta de Olimpia y hermana de Abigail. Soy femnista, activista y sobreviviente de violencia digital.
¿Cómo cambió tu vida a partir de que fuiste expuesta bajo violencia digital en 2013?
Fue darme cuenta que no soy culpable de lo que me pasó y también fue darme cuenta que el amor entre mujeres nos salva.
Necesitamos entender qué se siente al ser víctima de violencia digital. Ponlo en palabras, sensaciones, momentos.
Sientes terror porque al momento que eres exhibida, no sabes quién te ataca. Es como si te golpearan sin tocarte, como si te violaran sin penetrarte. Además del agresor que difundió tus fotos o vídeos, intervienen decenas y decenas y decenas de personas.
¿Cómo cambió tu vida a partir de junio pasado, desde que la Ley Olimpia que impulsaste es una realidad?
Desde la aprobación de la ley no ha cambiado mucho nada. En realidad mi vida comenzó a cambiar al poco tiempo de 2013, cuando fui víctima de violencia digital y arranqué la lucha por la Ley Olimpia. Ahí comenzó el camino para reivindicar mi nombre y mi cuerpo. En ese entonces mi nombre estaba relacionado con un vídeo sexual y ahora está relacionado con una ley. Eso también es un tipo de justicia.
¿Quién puede ser víctima de violencia digital?
Cualquier persona. Sin embargo la violencia digital se agrava y perpetua en contra de las mujeres y niñas a través de un común denominador que es la violencia sexual en internet y la serie de normativas machistas que vivimos y el escrutinio de la sociedad se da sobre todo en torno a la libertad de las mujeres. La violencia digital también puede pasar en a personas de cualquier clase social, sin embargo las mujeres pobres, indígenas, menores de edad o que viven en situación de vulnerabilidad no tienen las mismas oportunidades que otras mujeres de, por ejemplo, contratar un abogado o acceder a la información. Y se ensañan contra las mujeres con menos privilegios. El miedo que las rodea, las amenazas de sus agresores e incluso la revictimización de sus familias puede ser de un trato inhumano e incluso puede inducirlas al suicidio.
Eres un referente en el tema de violencia digital. Cuéntanos Cómo ves y vives lo que pasó recientemente en Yucatán, a raíz de un grupo de Telegram de estudiantes de varias universidades que intercambiaban fotos, vídeos y opiniones de estudiantes de la Unimayab SIN SU CONSENTIMIENTO.
Muy lamentable y no es la primera vez que pasa. También se han dado a conocer diversos mercados en Yucatán de explotación sexual en línea, donde exhiben y difunden a mujeres sin sus consentimientos y donde intercambian nuestros cuerpos. Lo veo lamentable, inaudito y que haya ocurrido en el marco de la Anáhuac es un tema porque hace años fui a dar una plática ahí y casi me sacaron por la puerta trasera porque se me prohibió hablar de feminismo, aborto, prevención de violencia sexual, entre otros temas, por la tendencia católica y cristiana de la institución.
Una entrevistada ayer de la Anáhuac me contaba ayer que no hay papás que se hayan manifestado ni la universidad está tomando cartas en el asunto para apoyar a las chicas ¿Cómo ves esto?
Lo veo lamentable, hipócrita y doloroso para las alumnas porque la educación es formar con valores y bases en un sistema que nos guie a las mujeres para luchar contra la violencia. No es hacer campaña un 25 de noviembre o un 8 de marzo, ni tampoco es vestir de color naranja. Es actuar cuando hay violencia y que la Universidad Anáhuac haya dado un posicionamiento días después de lo ocurrido, habla sobre una postura patriarcal. Desde las colectivas Frente Nacional para la Sororidad y Defensoras Digitales estamos preocupadas por las circunstancias de las víctimas y no sabemos si hay denuncias formales, por eso sacamos un comunicado para que las víctimas nos contacten porque no sabemos qué necesitan ni qué quieren. Deseamos que estén en paz, no sean revictimizadas ni amedrentadas, ni mucho menos que haya represalias en su contra. Manifestarse está bien, hablar está bien, decirles que luchen está bien.
En octubre pasado explicabas que en Yucatán 180 carpetas de violencia sexual digital sin acceso a la justicia ¿Sabes cómo arrancamos el año?
Se vinculó un solo caso a proceso jurídico abierto y de los demás no tenemos información de la Fiscalía General del Estado de Yucatán. Ahora nos preocupan el caso de Mónica y de Montserrat, que ya llevan dos años en proceso judicial y el lunes se está lanzando una convocatoria para Mónica y habrá a las 9 am una audiencia. Vamos a presionar a las autoridades y subiremos el caso a las redes sociales como #justiciaparamonicayucatan
¿Por qué es importante que las víctimas denuncien?
Es importante que las víctimas denuncien porque lo que no se nombra no existe y aunque la justicia es completamente patriarcal y aunque el proceso no garantiza que haya justicia, sí garantiza un precedente jurídico y eso exige que el estado se haga responsable de la violencia digital hacia las víctimas. También es importante porque se puede exhibir en redes sociales para prevenir a otras mujeres de ese agresor. Y más allá de la denuncia, es importante que las víctimas decidan qué tipo de justicia quieren porque necesitamos que el miedo cambie de bando y porque de nada sirve detener a los agresores o meterlos en la cárcel, si la víctima sigue teniendo miedo de su cuerpo desnudo y vive encerrada y oprimida. Es fundamental la construcción emocional y entender que nuestros cuerpos no son un crimen y la culpa y responsabilidad debe ser redirigida al agresor, no a la víctima.
Danos un mensaje.
Lo primero que quiero decirles es que no tengan miedo. Nos han hecho creer que somos culpables por usar una falda corta, por haber hecho sexting y nos hemos sentido amenazadas y extorsionadas. Seguramente vamos a vivir un proceso difícil, pero deben saber que NO ESTÁN SOLAS en este proceso porque cuando tú te salvas, nos salvamos todas y lo que nos pasó va a ser algo del pasado. Y si luchamos en el presente es para evitar que otras vivan lo mismo que nosotras. Un día vamos a hacer que las empresas, políticos, instituciones y la sociedad entiendan que las mujeres no somos culpables y que no pueden seguir solapando a los hombres que ven nuestros cuerpos desnudos como objetos sexuales. Cuando una decida salvarse, nos salva a todas y el amor va a seguir triunfando ante cualquier adversidad.- Cecilia García Olivieri.