“Ni mezquindad política ni ligereza en la búsqueda de la verdad”
En su tercer informe de gobierno y próximo a asumir otra vez como alcalde por tres años más, Renán Barrera habló de todo y más de la mitad de su informe se lo dedicó al caso José Eduardo Ravelo. Aseguró que en Mérida hay seguridad, oportunidades y una gobernanza respetuosa, sin embargo indigna lo que le pasó al joven veracruzano, “la información sesgada, las interpretaciones falaces, el manoseo de intereses políticos y las tibias formas de enfrentar problemas verdaderos”, dijo. Te compartimos aquí el informe completo:
“Estimadas meridanas y meridanos, buenos días.
Comparezco este día ante el Honorable Cabildo de Mérida para cumplir con una obligación constitucional de presentar el informe del estado que guarda la administración pública municipal.
Estoy entregando a mis compañeras regidoras y regidores y a través de ellos a todos los ciudadanos, un documento de 113 páginas y seis capítulos donde enumero los retos y las acciones que hemos desarrollado en este período.
En lo general, puedo decir que el primer año de esta administración se caracterizó por el avance de compromisos y programas necesarios para el desarrollo social, sustentable, económico, cultural y de servicios públicos.
Iniciamos, por ejemplo, el desarrollo de Yaxtal, el gran pulmón verde de Mérida, enlazando varios parques del poniente y creando nueva infraestructura, así como también el programa “Casa segura” que protege los domicilios de los meridanos. Logramos la nominación de Unesco a la gastronomía meridana y dimos nuevo impulso al Centro de Atención y Refugio para mujeres en situación de violencia.
En el segundo año, esta trayectoria ascendente se rompió ante la grave situación mundial creada por la peor pandemia que se ha extendido en los tiempos modernos, el COVID19, misma que obligó a suspender estos programas exitosos, a aprender nuevas formas de comportamiento social y a crear nuevos programas emergentes que pudieran mitigar los efectos negativos tanto de salud como económicos.
En el Plan de emergencia de COVID 19 entregamos más de 150 mil apoyos alimentarios, reorientamos 300 millones de pesos para acciones de prevención para la salud pública y gestionamos cerca de 1,400 apoyos productivos sin descontar los programas para la comunidad artística del municipio.
En este último año de la administración, hemos desplegado programas para la recuperación paulatina de nuestra vida comunitaria, en la medida que las vacunas y los mayores controles sociales que tenemos inciden en un mejor manejo de la enfermedad. Todo eso lo hemos hecho convocando a todas y todos mediante una plataforma que llamamos Mérida nos une y que ha permitido que la solidaridad nos haga más fuertes, útiles y eficientes con quienes necesitan algo. Algunos datos importantes los enumero a continuación:
Creamos 200 puntos verdes que ya atendieron a 30 mil usuarios; plantamos más de cien mil árboles; somos el único municipio de la ruta del tren maya en contar con un fondo municipal verde para una reserva, en este caso Cuxtal; dimos en adopción a más de mil animalitos que recuperaron la alegría y dotamos de energías limpias a más de 50 edificios públicos municipales.
Creamos una plataforma para la venta de productos locales y fomentamos el consumo local con la participación de más de 222 productores; trabajamos con más de 400 emprendedores para generar nuevos proyectos; aumentamos a 200 los espacios públicos con internet inalámbrico y entregamos créditos para la reactivación económica con bolsa de 25 millones de pesos.
Mejoramos las condiciones de los que menos tienen en el municipio, invirtiendo más de 758 millones de pesos en acciones de vivienda, de agua potable y energía eléctrica, de calles, parques y pavimentación y mantuvimos a raya el fecalismo al aire libre beneficiando solo en este programa a cerca de mil familias, de las cuales 87 tienen un familiar discapacitado; creamos un programa educativo de apoyos mediante computadoras y desde luego, fortalecimos el médico a domicilio con más de 15 mil consultas realizadas.
Nuestra Mérida incluyente se logra gracias a múltiples programas, solo por mencionar algunos: Acompañamos a más de 17 mil mujeres con el programa mujeres seguras en tu establecimiento; desarrollamos la línea mujer con protocolos claros para controlar la violencia de género; impulsamos el Circuito Enlace transportando a más de un millón de usuarios entre mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con alguna discapacidad. Por primera vez se implementó el programa de guardaparques con 74 de ellos en 37 espacios públicos.
Invertimos 424 millones de pesos en la construcción y rehabilitación de 178 km de infraestructura vial, realizamos más de 100 mil acciones preventivas y correctivas en los sistemas de drenaje pluvial; perforamos casi 1300 pozos nuevos y 40 nuevos sistemas de aljibes en colonias y comisarias. Solo en bacheo hemos invertido 138 millones de pesos e instalamos 4 mil nuevas lámparas led para mantener el alumbrado público.
En materia cultural y educativa creamos programas nuevos como arte en casa; una plataforma de difusión de contenidos artísticos que se llama Midvi y el nuevo programa de caravanas artísticas. Más de dos millones de asistentes disfrutaron nuestros eventos artísticos tanto virtuales como físicos y la inversión ha beneficiado a cerca de 1800 artistas.
Estamos recuperando nuestros eventos tradicionales en el espacio público habilitando de nuevo la vaquería de los lunes, los espectáculos de video arte en la catedral y la plaza grande y la Noche mexicana de los sábados.
El municipio y sus habitantes merecen una atención integral y, como se ve, hay un mundo de acciones que informar en todos los ámbitos. Nuestra política municipal es integral y tratamos de incidir en todos los elementos de la dignidad humana, sean estos la salud, la economía, la seguridad, los servicios públicos, el apoyo a los que menos tienen, el desarrollo social y el bienestar humano.
Acaso esta recuperación hubiera sido más rápida si hubiésemos contado con recursos económicos similares a los del primer año, ya que en estos tiempos han habido recortes de programas federales y ajustes en los ingresos propios que, a la baja, han restado velocidad a nuestros procesos.
Solo para subrayar este hecho, quisiera comentar que el programa federal llamado Fortaseg es decir, el Programa de fortalecimiento del desempeño en materia de seguridad pública que apoyaba en capacitación y equipamiento de los cuerpos de seguridad, ya ha desaparecido, siendo un renglón en el que también hemos quedado con nuestros propios recursos.
Ahí está para la memoria del quehacer municipal, nuestra solicitud de un préstamo al congreso que fue negado, pese a que rendimos todos los informes que solicitaron, ofrecimos toda la información requerida y los documentos comprobatorios que confirman que Mérida es uno de los pocos municipios mexicanos que tiene cero deuda pública.
Los datos del informe, están aquí, a detalle, y ya habrá tiempo para analizarlos y desglosarlos. Toda esta información se encuentra disponible a partir de este momento en la página oficial del Ayuntamiento de Mérida. Somos un ayuntamiento que voluntariamente quiere ser transparente y que siempre ha puesto datos, números, inversiones, ingresos y egresos a la vista de todos los ciudadanos. Hoy no es la excepción.
Queridas amigas y amigos.
He dicho que, si hubiera más Méridas en México, nuestro país y los mexicanos serían más felices, porque en Mérida hay seguridad, oportunidades y una gobernanza respetuosa basada en la armonización social. Esto es algo que sigo creyendo, aunque estemos pasando por una grave y dolorosa zona de turbulencia.
Mérida no es una ciudad perfecta exenta de contradicciones, pero si es una región amorosa con identidad propia, sensibilidad especial y sobre todo con una gran capacidad de indignación, de participación y de solidaridad social. El amor que le tenemos a la ciudad existe, es verdad y nos obliga a serle fiel. En las cosas difíciles amor sin verdad es hipocresía y verdad sin amor es crueldad. Así que vamos a hablar con amor y con verdad.
En estos tres años, el gobierno que encabezo, este equipo de trabajo, ha desarrollado nuevos procesos para lograr que los ciudadanos se organicen y decidan qué hacer y cómo hacer sus parques, cómo ayudar a otros, cómo participar en las decisiones, cómo vigilar el buen funcionamiento de la institución.
Buscar permanentemente la armonía social, la participación social y la gobernanza activa es una condición de los gobiernos actuales. Los presupuestos nunca son los que deberían, los retos y los desafíos son cada día más grandes, el conocimiento se especializa y necesitamos tender puentes entre una sociedad compleja formada por diferentes idiosincrasias y nacionalidades. Todos hacemos esta Mérida moderna y plural enriquecida por aquellos que vienen buscando un mejor entorno para vivir.
El gobierno siempre debe estar orientando y convocando a todos los individuos a ser colectividad. El bien común es tan importante, tan necesario que sin él, ninguno de los bienes individuales serían posibles.
Sin el agua o el aire, sin los recursos naturales, sin los parques, calles, jardines, sin el espacio público seguro, sin la confianza entre unos y otros, ¿qué sería de Mérida? Lo fundamental, además, es que ese bien común, lo construimos entre todos, lo defendemos todos, lo cuidamos y hacemos todos. No se puede hacer bien común con el egoísmo. No existen bienes comunales si en las decisiones públicas prevalecen los intereses privados, de sectas o de grupos; no es posible acordar, armonizar ni consensuar si hay actores que no colaboran, que quiebran o destruyen.
Hablo con amor y con verdad, queridas amigas y amigos, si digo que esta administración ha impulsado con gran convicción la participación ciudadana, el desarrollo sustentable, la equidad de género, la transparencia y sobre todo la voluntad de escuchar a los ciudadanos, tomar decisiones con base en la escucha y corregir si fuera necesario.
Hablo con amor y con verdad, si digo que nuestro empeño ha sido crear o fortalecer las condiciones para que este municipio, esta pequeña nación que somos, no pierda sus valores, que mantenga su identidad, su personalidad y su cultura, que aumente su conciencia, su educación y la confianza en su convivencia.
Hablo con amor y con verdad, si digo que los hechos indignantes e inaceptables que le ocurrieron al joven José Eduardo nos llenan de rabia y vergüenza, pero que también lo hacen la información sesgada, las interpretaciones falaces, el manoseo de intereses políticos y las tibias formas de enfrentar problemas verdaderos.
Hablo con amor y con verdad, si digo que todos los vídeos y materiales que tenemos en nuestro poder fueron entregados de manera voluntaria, sin descartar ninguno, y que seguiremos poniendo toda la información que tengamos a nuestra disposición para que se encuentren a los culpables verdaderos de tales atrocidades. También dije y digo que ofrezco continuar con la investigación, documentar, e incluso mejorar los procedimientos de control y aseguramiento.
Aunque nuestra policía es pequeña y opera apenas en menos del 10% de la ciudad, hemos hecho todo para modernizarla. Por eso tenemos, equipamiento de vigilancia interna y de autocontrol mediante cámaras de filmación permanentemente operando en solapas, patrullas e instalaciones. Es imprescindible decir, que pese a que haya menos apoyos presupuestales, vamos a mejorar los procesos, sensibilizar en derechos humanos y revisar las acciones de seguridad para que no generen nunca más duda ni afectaciones a la confianza ciudadana. Ese es uno de los terrenos en que debemos trabajar aún más.
Querida Diana, queridos hijos Renán y Daniela. Estimadas familias de Mérida, amigos comunicadores, colegas en el servicio público, representantes de los poderes del estado y de la sociedad civil:
En la vida hay momentos fundamentales de decisión que nos marcan para siempre. Pude elegir un camino distinto: Pude ser abogado litigante, eso estudié, porque no me gustan las injusticias en carne propia ni en la de nadie. Pude seguir al frente de mis empresas antes de dedicarme al servicio público. Pero nada de eso llenaba mi corazón.
En su momento entendí que no soy nada sin mi familia y sin mi ciudad. Que ese entorno me dio todo lo que tengo y que una de las tareas mas urgentes y valiosas es aportar a su mejoramiento, para que otras personas puedan crecer con las mismas oportunidades. Por eso elegí una carrera política.
Nacer en Mérida, vivir en Mérida, estar siempre aquí, hizo que me decidiera por la política, ya que es el sitio donde se podían cambiar las cosas, lograr que el dolor humano evitable se evite y tomar las mejores decisiones para consolidar el bien común de una ciudad admirable, como la que tenemos.
Sabía que tendría que tomar decisiones difíciles, que mi vida personal debía ser cuidadosa, que tendría que sacrificar momentos familiares, que debía madurar para descubrir donde está la verdad, la mentira y el mayor bien para todos. Sabía que lo que llena el alma no es el dinero, ni centrar la atención, ni tener vida y costumbres opulentas.
La política no es una actividad suntuosa, lejana, egocéntrica ni de desplantes poderosos para quien lo ejerce. Antes bien, es la más humilde y la más cuestionada de las misiones. Es la más exigente y la más intensa de las actividades.
Yo elegí este camino y no me arrepiento. El camino hacia la verdad y hacia las cosas buenas, es difícil, escarpado y lleno de espinas. Pero lo más importante de la vida es navegar, caminar, nunca desfallecer en esta brega de eternidad.
Llegar aquí, supone esas lecciones y enseñanzas de mis padres, mi esposa, la autenticidad de mis hijos, sin su cariño, sin su cercanía, no podría estar aquí.
También agradezco el conocimiento y apoyo de mis colegas en el equipo de trabajo, la corresponsabilidad de los otros niveles de gobierno, el acompañamiento de los medios de comunicación.
Asimismo, agradezco a los integrantes del Cabildo que han acompañado, avalado y señalado, cuando así lo han considerado, este trabajo en el que todos tenemos el mismo fin: servir de la mejor manera posible a la sociedad.
Nunca como ahora, los órdenes de gobierno deberíamos trabajar unidos para construir mejor bienestar, consolidar la confianza en las instituciones y colaborar estratégicamente en resolver las demandas ciudadanas.
Mérida y Yucatán son dos alas del mismo pájaro. El Ayuntamiento de Mérida y el Gobierno del Estado tienen sobre sus hombros una gran responsabilidad ahora y siempre. Cuente el gobierno estatal, las autoridades judiciales y demás instancias con mi entera voluntad de encontrar la verdad y los puntos de colaboración necesarios.
Como dije el día que recibí mi constancia de mayoría, luego de que los meridanos y las meridanas me confirieron de nuevo su confianza entre varias opciones, estoy preparado para enfrentar de manera más madura los problemas, para no esconder la cara y para luchar siempre por que la verdad, la justicia lleguen para todas y todos. No es nada fácil. Pero nada nos vencerá.
Nunca hemos vivido paraísos plenos ni sociedades perfectas. En mi primera administración tuve que recuperar una ciudad destruida en sus finanzas, en sus servicios públicos y en la confianza ciudadana. La entregué, como saben, recuperada y en mejores condiciones.
En esta segunda administración, que gracias a la confianza ciudadana pude ejercer, nos cayeron de modo intempestivo y catastrófico una pandemia mundial, los efectos del cambio climático y ahora casi al final de la administración un penoso caso que va contra todos los valores que hemos defendido.
Si México tuviera más ciudades como Mérida sería mejor y más feliz, dije entonces y lo repito. No estoy diciendo que no haya expresiones homófobas, clasistas, racistas o que las mujeres tengan todas las óptimas condiciones que requieren para desarrollar sus capacidades. Tampoco estoy diciendo que la educación, la conciencia, el respeto a la dignidad de todas las personas y de todos los seres vivos ya se haya logrado. Digo que caminamos hacia ello y que las demandas intensas y dolorosas tienen que convencernos a todos de trabajar juntos y unidos.
Es en los tiempos difíciles, donde las personas, las familias, las instituciones tienen que sacar lo mejor de sí para remontar las afrentas y los peligros. Es en estos momentos, donde no debe haber lugar para la mezquindad política ni para la ligereza en la búsqueda de la verdad. Mérida sigue teniendo lo mejor en su seno. Las meridanas y meridanos saben comprender, saben amar y decir la verdad. Como en otros momentos difíciles de la historia, creo que podemos decir:
Llenos de yucataneidad, del amor por nuestra ciudad, no temamos el porvenir.
Nada será más grande que el alma de Mérida. Muchas gracias”.