“Las abejas son tan especiales que detectan cuando una flor no es buena y sienten tu miedo”
En el marco del Foro Nacional “Diálogo sobre Legislación y Desarrollo de la Apicultura” que se realiza en Mérida, nos encontramos con Felipe y Neydi, un matrimonio de apicultores oriundos de Kinchil, quienes compartieron con nosotros cómo es su maravillosa chamba y qué necesitan para seguir produciendo y salir adelante en este contexto de pandemia. No se lo pierdan:
Ahí está ella. En una cajita rectangular que no mide más de 10 x 2 cms. Rodeada de zánganos, la abeja reina se distingue en este pequeñísimo espacio por ser la más grande y larga de todas las abejitas. La monarca, entre la plebe, es observada atentamente por Felipe, quien nos cuenta que vive pendiente de las reinas que habitan en las 40 colmenas que tiene con su esposa Neydi, en Kinchil.
Conocimos a Felipe Puc y a Neydi Mena hoy, en el Centro Internacional de Congresos, donde se realiza –vía zoom y presencial- el Foro nacional “Diálogo sobre Legislación y Desarrollo de la Apicultura” región sur-sureste y donde participan no sólo funcionarios de gobierno y empresarios, sino también apicultores yucatecos.
Felipe y Neydi llegaron tarde y no los dejan entrar al evento. Así que mientras averiguamos si les dan chance de ingresar, platicamos un poco con este matrimonio de apicultores, que hace 15 años y por herencia de la familia de Neydi, se dedica a este noble oficio.
Y él no le quita la vista de encima y me cuenta que esa misma que veo, la reina, es “pisada” por los zánganos de la colmena y es la única encargada de poner los huevecitos en la cera de los panales. “Vivo pendiente de ella en mis colmenas, las reviso todo el tiempo para ver que todo esté bien porque si la reina se va, las demás abejas abandonan la colmena”, nos cuenta Felipe, serio.
Neydi lo observa atentamente unos pasos más atrás y asiente. Hace 32 años que están casados y ahora que los hijos son grandes, los dos viven de la producción de miel, que venden en Kinchil y en Mérida.
“Somos apicultores y te puedo decir que es algo bien bonito… Te deja una parte económica para vivir y la convivencia con las abejas es maravillosa, vemos cómo producen y trabajan y nos ayudan en todo”, relata Neydi.
Y destaca también la inteligencia de estos animalitos. “Son especiales en todo sentido… Ellas detectan cuando una flor no es buena y no recogen polen de ahí. También sienten tu miedo y nos enseñan a convivir con ellas en tranquilidad”, relata Neydi.
También nos cuentan que, hace como dos años hubo una lluvia ácida en la región y, aunque las plantas florecieron, las inteligentes abejas no recogieron polen para las colmenas. “Ellas sabían todo”, asegura Felipe.
Las tormentas tropicales, el huracán y la pandemia afectó la chamba y aseguran que la pasaron “complicado”. Y también nos cuentan que hay a 21 kilómetros de Kinchil una granja porcícola de Kekén que contamina el suelo y el agua y eso afecta a la floración. “Realmente nos afecta esta situación, sobre todo en Kinchil donde hay muchos apicultores”, explica Felipe.
El matrimonio de apicultores espera que de este foro de diálogo surjan muchas cosas buenas, sobre todo apoyos para la gente que se dedica a este oficio. “Necesitamos material y equipo para seguir trabajando y aumentar nuestra producción. Es fundamental que nos echen una mano”, pide Felipe.
Finalmente los dejaron entrar. Chequeo de temperatura y gel antibacterial en mano, Neydi y Felipe ingresaron al foro, al que fueron invitados por un amigo apicultor de la zona.
LA IMPORTANCIA DE LA APICULTURA EN YUCATÁN
Durante el evento, presidido por el gobernador Mauricio Vila Dosal, el primer mandatario yucateco habló de la importancia que alcanzó la apicultura en los últimos años y el creciente interés, fundamental para el desarrollo rural.
“Es un sector con muchísimo valor para todo México, ya que representa un valor de exportación de más de 120 millones de dólares, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera”, detalló. En cuanto a Yucatán, Vila Dosal dijo que el estado ocupa la segunda posición nacional en producción de miel, con una producción de más de 5,402 toneladas acumuladas de enero a junio.
“Y esto es muy importante ya que en Yucatán más de 13 mil familias en el estado se dedican a la actividad de la apicultura, según datos de Inegi, y gracias al trabajo de ellos se atienden más de 300 mil colmenas y generan más 38 millones de dólares en divisas por la exportación de la miel”, aseguró.
Para el gobernador el foro cobra muchísima relevancia “Pues estamos realizando un ejercicio parlamentario de participación ciudadana, impulsado por la senadora Beatriz Paredes, dentro de la Comisión que encabeza el senador Narro, en el cual se va a consultar a la ciudadanía, a la sociedad civil, productores y expertos apícolas para que esta normativa tenga el impacto social que requiere nuestro país y, por supuesto, el estado de Yucatán”, explicó.- Cecilia García Olivieri.