9M, un poco muerta y más viva que nunca
Lunes Sudaca
Por @laflacadelamor
Hoy fue y es un día bien raro. Sonó el despertador y me sentí distinta, como perdida. No saldría a cumplir ninguna obligación laboral, sin embargo era hora de que #elmaridoyucateco se fuera a trabajar y yo me quedara en casa, como si fuera un lunes feriado.
No me pude volver a dormir. Así que me levanté y me preparé el desayuno. Los chicos no fueron a la escuela porque parte de las maestras se adherían al paro del 9M (#UnDíaSinNosotras) y porque tengo una hija y decidimos que se quedaran los dos.
En el silencio de la casa miré el celular. Pensé en no interactuar con nadie por whatsapp ni en llamadas, pero también pensé lo difícil que eso sería. Cayó el primer mensaje y ya… Me puse a hablar con una amiga colega por teléfono.
Cuando los hijos se levantaron se hicieron cada uno el desayuno. Esta costumbre no es sólo de este día, la venimos implementando hace un tiempo. Después miré los medios, leí algunas cosas, ordené la casa y quedé con una amiga que pasaría un rato por casa antes de ir a buscar a su hija a la escuelita. Ella –quien no acudió a su trabajo pero hizo algunas cuestiones laborales desde su casa- me contó que la calle estaba desierta, como si fuera un domingo o feriado.
Después cociné para los hijos, puse a lavar ropa, almorzamos y recibí otro mensaje, en este caso de José Cortázar, un colega y amigo.
Pepe me preguntó si me podía marcar, si quería atender el teléfono. Le dije que sí. Pepe quería saber si había salido a trabajar o si lo estaba haciendo desde casa, ya que él fue hoy a eventos y vio a varias compañeras que trabajan para medios en relación de dependencia en labores periodísticas.
Y está bien. Si ellas decidieron trabajar hoy en el 9M –día que busca visibilizar el papel de nosotras en la sociedad si desaparecemos un día- está bien. Si se sintieron obligadas a asistir, es lamentable que haya sido así y si lo hicieron por convicción, me parece perfecto.
Pepe también me contó que, en el centro de Mérida, había empleadas en locales, mujeres chiapanecas vendiendo prendas bordadas y mujeres pidiendo limosna en la Catedral. También me dijo que, en trabajos informales a cargo de mujeres, ellas hoy no faltaron a su día laboral.
Por la tarde fui a Aurrerá a comprar cosas que me faltaban para las viandas de los chicos y la cena. El supermercado tenía a empleadas mujeres laborando como un día cualquiera. Dos de ellas –una cajera y una supervisora- me dijeron que hoy lunes 9M para ellas es un “Día normal” de trabajo.
Se calcula que las pérdidas económicas en el 9M #UnDíaSinNosotras alcanzarían hasta 43.5 mil millones de pesos en México, lo que representa el 50.7% del valor agregado total a la economía en un día. Sin embargo los expertos también calculan que sólo un 30% de las mujeres hoy se ausentaría de sus trabajos—alrededor de 6.6 millones de mujeres—, lo que generaría una pérdida económica directa de 7.4 mil millones de pesos.
Las que hoy no fuimos a cumplir con nuestras obligaciones laborales no estamos muertas, pero hicimos como que lo estábamos. En mi experiencia personal fue raro, sobre todo porque –en varios momentos del día- me imaginé no existir de golpe y porrazo, como lo hacen tantas mujeres a las que violentamente les arrebatan la vida, así literal.
Mis hijos hoy no se hicieron el almuerzo, pero si estuviera muerta se lo tendrían que hacer, sin duda, y su papá iría a trabajar como cualquier día. También pondrían ropa a lavar, la tenderían, irían a hacer las compras y dejarían sus cuartos ordenados antes de ir a la escuela. Bueno, esto quizás que no…
La vida sigue, conmigo o sin mí, contigo o sin ti. El tema es que nos muramos por causas naturales o normales, no por los 10 feminicidios al día que ocurren en México.
Ojalá que algo bueno, muy bueno, se genere de lo que ocurrió hoy. Quizás todavía no vemos los resultados, pero ya saldrán a la luz. Personalmente siento que falta unión, solidaridad, falta un mensaje más claro y empático de parte de todas nosotras y falta sobre todo mucha educación para las generaciones que vienen. Todo esto depende de nosotras. Así lo veo yo.
Andar un nuevo camino a favor de los derechos de la mujer, para prevenir y terminar con la violencia de género es un trabajo no sólo de las mujeres, sino de todos en conjunto. Y para todos. Este también es mi punto de vista.
Hoy me sentí muerta un ratito, pero también más viva que nunca. Y las vueltas que da la vida… Nunca pensé que iba a ser parte del 9M desde México, desde Yucatán, mi nueva tierra, con mujeres que quiero como a hermanas. Y otra vez, ojalá salga algo muy bueno de todo esto.
(Las imágenes de la portada son de mujeres trabajando hoy, en el 9M. Las de Catedral las tomó José Cortazar).